Cap 13

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Y oh si ese era Julian, yo simplemente lo miré y rodee mis ojos. Digamos que nuestra relación no era la más normal de todas, éramos buenos amigos, nos divertíamos, peleábamos de juego – otras en serio – nos queríamos, nos odiábamos e incluso nos besábamos, pero solo eso, besarnos y nunca más nada. Era una especie de relación de amigos con derechos, pero eso solo lo sabíamos nosotros, bueno y Pablo, es mi mejor amigo y nos pillo un día muy cerca y luego me preguntó y no pude mentirle. Pero Julian no sabe que Pablo sabe de nuestra especial relación.

Me encontraba tras las cámaras viendo como los chicos disfrutaban grabando su video, en este momento estaban haciendo la parte en que estaban dentro de la "carpa" y ellos despertaban, y si que son tramposos estos chicos, todas sus fans van a pensar que son unos angelitos al despertar & es todo lo contrario.

—¿Qué haces? – preguntó alguien mientras rodeaba mi cintura dándome un susto

—Julian, idiota, me haz asustado – le dije mientras me giraba para quedar frente a frente

— Esa era la idea – me sonrío – Pero no me contestaste, ¿Qué haces aquí tan apartada?

— Estaba mirando el lugar, en verdad es muy lindo – dije mientras miraba a mi alrededor

— ¿tu no deberías estar grabando?

— La verdad – suspiró mientras agitaba un poco su pelo – hace un rato ya que debería estar grabando, pero como no te vi te quise buscar

—Bueno ya me encontraste – levante mis pulgares junto con una sonrisa – ahora ve a grabar

— Que mala eres, yo que te ven... - Julian fue interrumpido por un gritó

— ¡JULIAN EZEQUIEL SERRANO! VEN AHORA MISMO DE DÓNDE SEA QUE ESTES METIDO – gritó Agus a través del alto parlante

— Julian ve – le di un empujoncito

—Ya iré, pero antes – se giró tomando mi cara rápidamente y robándome un beso fugaz.

— Tienes cinco segundos para desaparecer de mi vista Serrano, antes de que te mate – le dije intentando hacer una voz seria, pero en verdad tenía una pequeña sonrisa en mi rostro

— Oh esto no me gusta – río él, mientras salía corriendo y al segundo salí yo tras él. Nos íbamos gritando un montón de incoherencias, un típico juego de nosotros.

— ¡Peter protégeme la loca que me quiere pegar! – medio grito Julian agitado cuando llegamos dónde estaban todos los chicos y se escondió detrás de Peter.

— ¿Y por que te quiere pegar? – pregunto curioso Agus, Peter y yo nos miramos sin saber que podíamos decir, obviamente no diríamos "Porque nos besamos" o sino Julian es hombre muerto.

— Por que me asustó el muy idiota – dije yo rápidamente

— Por que la quise tirar al lago – dijo Julian al mismo tiempo que yo

— ¿Cómo? – preguntó Maxi, mientras todos nos miraban con cara de desconcierto.

— La asuste porque quería tirarla al lago – medio dijo Julian, aunque no estaba seguro de lo que había dicho o eso demostraba su rostro.

—Si eso que dijo Julian – asegure yo, en eso mi mirada se topo con la de Pablo que me levantó una ceja.

— Después te explico – le module para que solo él entendiera, y el solo me guiño un ojo para luego ambos sonreír.

— Chicos a grabar – llegó en ese momento el director del video, los chicos se subieron arriba de un Jeep y eh aquí dónde empezó la locura. Peter iba al volante como un loco yo solo me reía de sus gritos y caras desde lo lejos, en verdad estos chicos disfrutaban haciendo esto.

En un momento me escabullí y fui hacia las cosas de Pablo, abrí su bolso y hurguetee hasta que encontré lo que necesitaba, la cajetilla de cigarrillos. Saqué uno y me fui caminando a recorrer al lugar hasta que llegue a un estilo de arboleda y me senté bajo la sombra de uno de estos a fumar el cigarrillo. Había dejado las drogas, pero cuando mi necesidad era demasiada o mi cuerpo necesitaba de estas, todo esto lo intentaba apaciguar con un cigarrillos, claro esta que los chicos no sabían, bueno solo Pablo, ya que si mi hermano o Peter – que era como mi papá – se enteraban de seguro me llevaría una buena regañada.

Pero el cigarrillo me ayudaba, me relajaba pero aún así intentaba no abusar de él y Pablo tampoco me lo permitía. Mientras me llevaba nuevamente el cigarrillo a la boca empezaba a pensar en todo lo que había ocurrido en estos últimos tres meses, como había cambiado mi vida, como esos cinco chicos me habían cambiado. Y definitivamente no estaba arrepentida para nada de haberme subido – aunque sea por obligación – a esta gira. Me había ayudado a reencontrarme conmigo misma, a volver a confiar en los demás, a volver a sonreírle a la vida y ver que no todo es oscuro, porque si nosotros queremos podemos colorearla de mil colores. Por que no es nada más que eso, nuestra vida nosotros la elegimos, nosotros la coloreamos, somos los artistas de nuestra obra, que es nuestra vida.

Una pequeña sonrisa se apodero de mis labios al recordar todos los momentos que eh vivido con los chicos. Las maratones de películas hasta las 5 de la mañana con Peter, las sesiones de fotos con Pablo, las conversaciones eternas y llenas de risas con Agus, las competencias de comida con Maxi, en verdad el gran apetito era de familia, más bien de los Sabatini, todos comíamos demasiado.

Y finalmente estaba ese chico de ojos cafés que podía dar vuelta mi vida en dos segundos, en verdad no sé como podríamos llamar a lo que teníamos Julian y yo, pero era divertido y me encantaba tener esa amistad con él.

—¿En que tanto piensas? – me preguntó Pablo, sacándome de mi ensoñación.

20 votos, 5 comentarios y sigo..

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