Cap 22

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—¡Oriana! – me saludó emocionada Mariel cuando me abrió la puerta

— Hola Mariel – la salude con un abrazo

— Ven pasa, te estábamos esperando – dijo haciéndose a un lado para que pasara.

Luego de eso me encontré con Pablo en la sala, lo salude con un fuerte abrazo y luego de eso solo nos dedicamos a pasar un buen rato juntos. Definitivamente nunca en mi vida me había reído tanto como en esa tarde, vimos películas, nos sacamos fotos haciendo caras chistosas, conversamos de distintos temas. Estuvimos cantando un rato, tanto como Mariel como Pablo quedaron sorprendidos por mi voz, ellos sabían que cantaba pero jamás había cantado por tanto rato al frente de alguien, ellos me felicitaron dijeron que tenía una hermosa voz.

—¿Aún sigues con la canción de la otra vez? – preguntó Pablo asomándose por detrás de mí y viendo mi libreta, hace ya una hora que Mariel se había ido.

— Es que tengo una necesidad de terminarla – le dije - ¿Por qué no me ayudas?

—Claro, vemos que sale – tomo una guitarra y empezamos a tirar distintos acordes y letras, una cosa que amaba era componer y mejor si esto era en compañía de un amigo como Pablo, definitivamente el era genial.

— Terrified, until I stared into your eyes – canté, mientras en ese momento una mirada cafe cruzaba por mi mente – made me start to realize the possibilities

— I'm gonna love you like I've never been broken, I'm gonna say it like it's never been spoken tonight, tonight I'm letting go go go – canto junto conmigo Pablo, por mi mente no dejaban de pasar imágenes junto a ese hombre de mirada cafe.

— No need for me to run run run, you're making me believe in everything, No need to go and hide hide hide Gonna give you every little piece of me... I'm gonna love you like I've never been broken – canté sola y otras frases con ayuda de Pablo. Pero fue en ese momento que me di cuenta de todo, esa canción iba dirigida solamente para una persona, y esa persona era Julian.

— Soy una idiota Pablo – murmure mientras una lágrima caía por mi mejilla.

— Hey tranquila, ¿Qué pasó? – preguntó asustado, mientras limpiaba la lágrima que se me había escapado.

— Pasa, que pasó lo que no tenía que pasar – dije frustrada, limpiándome la nueva lágrima que se me había escapado.

— Oriana, no entiendo – murmuro Pablo.

— Si lo entiendes Pablo – le refute – Esta canción va dirigida para una persona

—¿Quién? – preguntó con temor.

— Para Julian, Pablo– admití – Paso lo que tú siempre me advertiste,me enamore de él.

*

Esa imagen no podía salir de mi mente, estaba por todos los noticiarios de farándula, todos comentaban. Y yo tenía que hacer como que no me importaba, a pesar de que al solo ver la imagen mi corazón sufrió de una pequeña fisura.

Ya había pasado un mes de que volvimos a Londres junto con los chicos, y hace ya tres semanas que la famosa foto de Julian besando con Emma estaba por todos lados, todos los programas, todas las revistas.

Al momento que la vi creó que todo lo que me rodeaba se había parado, y una lágrima solitaria cayó por mi mejilla. No podía entender como había podido ser tan estúpida de enamorarme de Julian, por favor es Julian Serrano, el hombre más cotizado por todas, y yo soy Oriana Sabatini, la hermana de su compañero de banda, la cual era drogadicta y no llegaba ni a los talones de ninguna de todas las modelos con que el se había enrollado.

—Idiota- murmure para mi misma mientras caminaba hacia mi trabajo.

Hacia ya dos semanas que estaba trabajando en un supermercado que quedaba a pocas cuadras, diez exactamente, del edificio dónde estaba viviendo con mi hermano y Agus. Mi trabajo consistía en ofrecer los productos más económicos a los clientes, digamos que mi trabajo era algo así como una promotora pero dejando de lado las falditas apretadas con medio trasero al aire, que solo se utilizaban para provocar.

—Buenas tarde Chris – salude cuando entre al supermercado, Chris era el jefe del supermercado.

— Buenas tardes Oriana, ¿Lista para una nueva tarde de trabajo? – pregunto el con una gran sonrisa

— Más que lista – le sonreí.

Así fue como empezó nuevamente una ardua tarde de trabajo, pase de un lado para el otro dentro del supermercado ofreciéndole los productos a los distintos clientes, había algunos que eran muy amables y gentiles, pero otras que me daban ganas de mandarlos a la mierda, por irrespetuosos o simplemente porque los idiota se dedicaban a inspeccionarme como una cosa en vez de escuchar lo que estaba diciendo.

—¿Desea llevarlo? – pregunté al hombre, joven, ni siquiera se que edad tenía, pero aparentaba alrededor de unos 23, bastante mayor que yo considerando que hace unos meses yo había cumplido los 17.

—Prefiero llevarme a ti ¿Qué te parece? – dijo mientras se acercaba a mí, haciendo que yo diera un paso instintivamente hacia atrás

— Lo lamento, pero creo que usted se esta equivocando – mi voz sonó entre enojada y nerviosa.

— No, no me equivoco – sonrió seductoramente – A la única que me quiero llevar es a ti

— Con su permiso – dije esquivándolo, ya me estaba hartando.

— Ven para acá – me tomo del brazo y me atrajo hacia él – Me llamo Zack, te espero a la salida hermosa

Luego de eso puso un papel en un bolsillo de mi pantalón, me soltó para luego yo alejarme rápidamente de ahí bajo su atenta mirada, en verdad ese tal Zack me había puesto nerviosa, nadie se había sobrepasado de esa forma conmigo. Gracias al cielo, luego de eso no lo vi más dentro del supermercado así que me dedique hacer mi trabajo tranquilamente, aunque una cosa extraña se alojaba en mi estomago que me tenía intranquila.

"Alguno de los chicos irá por ti a tu trabajo, tenemos junta como todos los viernes, un beso, Maxi xx"

Tome mi bolso, metiendo todas mis cosas al interior, me despedí de mis demás compañeros y salí a la fría noche de Londres. Iba solo a unos cuantos pasos del supermercado cuando alguien me intercepto.

—¿A dónde vas hermosa? – solo al escuchar su voz, hizo que todo mi cuerpo se pusiera alerta. Levante mi mirada con miedo y ahí al frente mío estaba Zack.

— Lo siento, no te conozco – hablé, mientras me movía intentando esquivarlo, pero el rápidamente me agarro de un brazo, acercándome a él.

-.....

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