-¡Emma, entiende que no! - exclamo enojado Julian.
-Sabes que es verdad, tu me besaste cuando estabas con ella - medio gritó Emma, escuchar eso hizo que mi corazón se congelara, solamente pude apretar mas fuerte la mano de Pablo que seguía entrelazada a la mía, era la única forma de evitar que las lágrimas salieran.-Cuando nosotros nos besamos yo no estaba con ella, no oficialmente y ella sabe perfectamente lo que paso entre nosotros, y que solo fue un beso y nada más, fue hace meses ¡olvídalo! - la voz seria de Julian hizo que todo un escalofrío recorriera mi cuerpo, pero a la vez un gran peso salió de mi pecho al saber que del beso que hablaban es que le había pasado cuando nosotros recién habíamos terminado nuestro andanza de "amigos con derecho"
-Pero sabes que me deseas... - dijo acercándose provocadoramente a Julian, cosa que me hizo hervir en celos estuve a punto de salir y gritarle unas buenas palabrotas pero Pablo me sujeto.
-No Emma no te deseo, ni te quiero, ni nada - le contesto Julian alejándola, ese gesto me sacó una pequeña sonrisa
-¿Entonces por que viniste hoy? - preguntó con su voz aguda
-Para dejarte claro de que no quiero que me sigas llamando, ni mandando mensajes, ni mails ni nada - le habló serio Julian- Ya bastantes problemas me haz traído con Oriana por eso, y no estoy dispuesto a echar a perder mi relación por tu culpa. Te lo dije de mil veces pero no lo entiendes, Yo no quiero nada contigo, mi corazón tiene dueña y se llama Oriana Sabatini no Emma.
-Pero ella es una estúpida... - Julian la interrumpió antes de que siguiera
-No te atrevas a volver a insultar a mi novia Emma - dijo furioso Julian, ver como me defendía solo hizo que mi corazón se hinchara de amor por el, más aún - Eh sido paciente contigo, pero no soportare que digas nada malo de ella, tú no le llegas ni a los talones, Emma.
- Ya te arrepentirás Julian -. Dijo Emma mientras agarraba fuertemente su bolso y se iba no sin antes darle un empujón a Julian.
-Por fin se terminó - sentí que murmuró Julian, en ese momento decidí salir de mi escondite. Aunque Pablo se quedó ahí.
-Ejem Ejem - carraspee mi garganta para que Julian notara mi presencia
-¿Oriana? - Pregunto sorprendido al levantar la mirada - ¿Qué haces aquí?
-Salí un rato con Pablo y te vi aquí con Emma, y como dicen la curiosidad mato al gato - le medio sonreí mientras levantaba mis hombros
-Oriana, enserio no es lo que tu crees - dijo preocupado, podía verlo en sus ojos, se había acercado a mí y tomo una de mis manos.
-Lo sé Julian, escuche tu conversación con ella - le admití algo culpable
-Perdón por haberte mentido, no me gusta estar así contigo - dijo bastante arrepentido
-Esta bien Julian, pero solo no lo vuelvas hacer, cualquier cosa que sucede háblalo conmigo todo lo podemos arreglar conversando y evitar pelearnos... ah y gracias por defenderme como lo hiciste - le sonreí anchamente, sus ojos brillaron de esa forma que tanto me gustaba a mí.
--Siempre te voy a defender mi amor, siempre & no dudes que nunca más te mentiré - susurró cerca de mis labios para luego depositar un corto pero cálido en ellos - Te extrañe demasiado estos días
-Yo también Julian, te amo - murmure mirándolo fijamente a los ojos
-Y yo a ti Oriana- me sonrío
-Yo también los amos a ustedes - salió Pablo de la nada abrazándonos, rompiendo nuestro momento romántico
-¿Y tu de dónde saliste? - preguntó risueño Julian mientras entrelazaba su mano con la mía
-Me las di de espías con tu novia - achino los ojos, haciéndome reír
-Ya sabes es mi cómplice - le guiñe un ojo a Julian
-Si eso mismo - contestó mi amigo - pero arriba de ese árbol hay una ardilla gigantota y no quiero que me ataque como a Maxi
-Uy miedoso - lo molestó Julian, pero justo en ese momento bajo la ardilla del árbol y en verdad era gigante, y al nosotros verla todo nuestro cuerpo se puso tenso y en el momento que la ardilla nos vio, nos mostro sus dientes no de forma muy amistosa
-¡CORRAN! - gritamos los tres para luego salir corriendo en cualquier dirección, de una inocente ardilla.
*
Un mes más se había pasado en nuestras vidas, los chicos de un lado para el otro con todo lo de su nuevo disco que estaba pronto a salir y yo, bueno yo seguía igual, uno que otro trabajo por distintos lugares además de el del bar que era mi trabajo principal, y disfrutar de mis amigos, amigas y obviamente de mi hermoso novio. Ya son casi seis meses de novios con Julian, y simplemente no me arrepiento de nada de todo lo que hemos pasado juntos, desde el momento que nos conocimos, hasta ahora, dónde me encontraba felizmente enamorada.
-No te hartas de esto - le murmure a Julian entre dientes mientras mirábamos los distintos baldes de pintura.
-¿Qué cosa? - me preguntó el sin entender, mientras volvía a entrelazar su mano con la mía, mientras que en la otra llevaba el balde de pintura.
-De que te sigan a cada parte que vayas - dije haciendo una pequeña seña con mi cabeza al paparazzi que estaba a unos metros de nosotros, sacándonos fotos.
-Al principio si, pero a esta altura evito tomarlos en cuenta, no saco nada en ir contra ellos - suspiró - solamente quedare como un prepotente, y no lo soy, así que tu tranquila.
-Lo sé, solo que me es incómodo - le confesé, al momento de pararnos para hacer la fila para pagar por el balde de pintura.
-Para mi también, simplemente ignóralos - me sonrío, para luego depositar un casto beso en mi frente. Como siempre tenía las palabras justas para calmarme.
Salimos de la tienda tomados de la mano mientras un millón de flashes se pegaban a nosotros, yo solo pude sonreír, y cinco segundos después baje mis lentes de sol debido a que la luz de la cámara molestaba bastante, ahora entiendo porque los chicos siempre andaban con lentes de sol a la mano, son anti paparazis totalmente.
-Hemos llegado - murmuró Julian mientras abría la puerta de su nuevo departamento. Era bastante espacioso, una gran concina, un Living dividido en dos secciones, y tres habitaciones, y tan solo quedaba a unas cuadras más lejos que el de Peter, por lo tanto no se había alejado tanto, ni de mi, ni de los chicos.
-Se ve más grande aún con las cosas - comente mirando el living y cocina que ya estaban totalmente implementadas, solo faltaba la última habitación, la habitación de Julian. Hace un mes que Julian se había comprado el departamento pero no le había dicho a nadie - excepto de mi- si no que de a poco empezó a amueblarlo el solo, pintando las habitaciones como el quería, estaba haciendo lo que el quería, armar su hogar, a su gusto.
-Me agrada como esta quedando - me sonrío feliz, al ver el resultado de su propio trabajo.
-Y a mí - le sonreí de vuelta - ¿Vamos a por tu pieza?
-Vamos - dijo mientras dejaba su bolso a un lado del mío, y partiamos en dirección a su habitación que era la única que todavía no había sido tocada.
-Tenemos un gran trabajo - le dije mientras tomaba mi pelo en una coleta y tomaba una de las brochas que Julian había comprado para mí, ya que él tenía un rodillo para pintar más rápido.
-Pero nada que no podamos hacer juntos - me guiño un ojo, mientras le ponía play al equipo de música y Coldplay llenaba la estancia.
Entre conversaciones banales y pequeñas risas empezamos a darle un suave color azul a toda la habitación, eran cuatro grandes paredes que teníamos que pintar, pero teníamos tiempo de sobra, hoy día era un día para disfrutar nosotros solos, compartiendo este momento tan simple como es pintar una habitación.
-Tu turno - me dio un suave empujoncito
-¿En verdad quieres que lo haga? - pregunte temerosa, tenía miedo de arruinarlo
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Unbroken.
FanfictionLa muerte de un ser querido puede provocar dos cambios en una persona. Opción uno, ser fuerte y salir adelante. Opción dos, ser un estúpido y dejarte vencer. En mi caso es la opción dos, me deje vencer y que las sustancias y malas amistades se apode...