Cap 50

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— Creo que me juntare con ella, obviamente Oriana no se puede enterar

No deje que Pablo alcanzara a contestar nada debido a que en ese momento cruce la mini puerta que había de un patio al otro. Al momento de verme entrar ambos de quedaron callados, y Pablo cerró su boca debido a que no alcanzo a decir lo que estaba a punto de decir.

—Amor – musitó Julian algo nervioso

—Hola – le sonreí algo cínica – Pablo ya puedes ir a ver a Maxi, nosotros vamos en unos minutos.

—Gracias Oriana- me contesto también algo nervioso para luego salir rápidamente y dejarme a solas con Julian.

—¿Sucede algo? – preguntó ya más tranquilo Julian

—Eso es lo que creo, debería preguntar yo – le conteste haciéndome como que no había escuchado nada – Hace días que te noto preocupado por algo

—No Oriana, enserio está todo bien – dijo mientras se acercaba a mí y tomaba una de mis manos, pero un dolor se había alojado en mí al ver como Julian me estaba mintiendo.

—Entonces – tome una gran bocanada de aire mientras preparaba lo que iba a decirle – Mejor vete con Emma haber si a ella le cuentas tus problemas

Al momento de decir eso, me separe rápidamente de él - que se había congelado ante mi respuesta – y empecé a caminar de vuelta al interior del hospital, un rabia interna se había apoderado de mi al haberme dado cuenta de cómo Julian me había mentido, yo podía aceptar muchas cosas, pero algo que odiaba es que me mintiera y más si esa persona era alguien tan importante como lo es Julian.

—¡Oriana, Oriana! Espera – exclamo mientras llegaba a mi lado y me tomaba por un brazo para darme vuelta y quedar frente a frente.

—¿Qué? Necesitas que te vaya a dejar con Emma – le dije obviamente de forma sarcástica.

—Oriana, las cosas no son como tu crees o como tu estas pensando – dijo algo desesperado, se notaba en su voz.

—No me importa como sean Julian– me zafe de su brazo – Tu más que nadie sabes que odio que me mientan, mil y un veces te pregunte si te pasaba algo, pero tu que hiciste ¡Me mentiste! Me inventaste cualquier otra estupidez, y yo como tonta lo creí.

—Pensé que te enojarías si te lo decía – habló arrepentido

—Pues pensaste mal Julian, quizás me hubiera molestado – mi voz era totalmente seria – pero lo habría hablado contigo y listo fin de la discusión. Pero ahora es peor, porque estoy dolida, yo nunca te eh mentido en nada, y nunca pensé que tu lo harías.

Termine de decir eso y me aleje rápidamente de su lado, y camine directo hacía la habitación de mi hermano que se encontraba casi al otro lado del hospital. Mientras caminaba abrace mi cuerpo con mis propios brazos, no me gustaba esta sensación de estar peleada con Julian, simplemente no se sentía bien, para nada. Pero no podía pasar por alto el hecho de que me había mentido, y más con un tema como lo es el de Emma. Intente sacar todos los problemas que tenía en mi cabeza al momento de entrar a la habitación de Maxi, pero aún así no podía dejar de pensar en Julian.

Cuando entre a la habitación ahí estaban todos con una gran sonrisa – a lo que yo tuve que reír fingidamente – a los minutos después entro Julian, que tampoco venía con la mejor cara de todas, simplemente ambos fingimos un estado de ánimo, nuestros problemas tal como dice la palabras son "Nuestros" no tenemos por que andar compartiéndolo con los demás.

—Oriana- sentí que dijo Pablo a mi lado, podía notar la preocupación en su voz. También estaba algo sentida con él, pero de todas formas el no tenía la culpa de nada, todo lo contrario gracias a él me entere de lo que estaba sucediendo.

—Después hablaremos tu y yo, no es el momento – le conteste para luego darle una mirada que en verdad no se si fuera seria o normal, el solo bajo su cabeza y asintió.

Pasaron algunos días hasta que por fin dieron de alta a mi hermano, todas las fans se habían puesto afueras del hospital para darle ánimo a mi hermano, lo cual tanto él como lo chicos e incluso yo agradecimos, era lindo ver como ellas se preocupaban por los chicos en todas las situaciones.

Lo que es yo y Julian, hace días que no hablábamos como antes y todos habían notado que algo había pasado, pero de mi parte no había soltado ninguna palabras, mis problemas eran míos de nadie más. Pero en verdad durante estos días pude darme cuenta lo esencial que se había vuelto Julian en mi vida, lo extrañaba a montones, me había acostumbrado a estar con él varias veces al día, a sus llamadas, a sus mensajes, los cuales habían desaparecido durante estos días. Tan solo nos habíamos comunicado cuando había ido a visitar a Maxi al departamento, nos saludábamos como novios normales, nos preguntábamos como estábamos pero de ahí no pasaba.

—Agus, saldré con Pablo, estate atento de Maxi– medio grite desde la puerta ya casi a punto de salir.

—Ve tranquila, yo me preocupo de Maxi– me respondió rápidamente

*

—¿Ya no estás enojada? – me preguntó como por quinta vez, mientras caminábamos por la calle.

—Que no hombre – le volví a contestar – te dije que nunca me enoje contigo

—En verdad me sentí mal cuando te vi entrar, estabas tan seria que me dio miedo – dijo sacándome al lengua

—Que pesado eres – dije yo riendo mientras le daba un suave empujón.

—Igual me quieres – me guiño un ojo - ¿No han arreglado las cosas con Julian?

—Nada de nada Pablo– mi voz sonó bastante triste

—¿Y que estás esperando? –

—Se que sonará bastante orgulloso, pero yo no cometí el error, fue él –

—Dale tiempo, ya sabes que Julian es lento para todo – su comentario me hizo reír

—Lo tengo claro – dije también riendo

—Oh Oh – susurró de repente mirando fijo hacia un lugar específico

—¿Qué ocurre? – pregunte, pero al mirar hacia dónde estaba él mirando fijamente la respuesta llego sola a mí. Justo unos metros más allá parados al lado de un árbol – porque estaban en una especie de placita – estaban Julian y Emma.

—Creó que deberíamos irnos... - sugirió mi amigo, pero algo me decía que no.

— No Pablo, ven acompáñame – le dije, mientras tomaba su mano e intentado hacer el menos ruido posible e intentado que ella no nos viera nos pusimos un árbol más atrás de dónde estaban ellos, dónde lográbamos verlos y escucharlos.

— Eres una niña – dijo bajito Pablo

—Shh, cállate quiero escuchar – le dije mientras le indicaba que se apegara más a mí para que no nos vieran  

Holaa!! Pásense por la nueva nove "No me asustas, Serrano", la pueden encontrar en mi perfil!  

Unbroken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora