— Claro que me conoces, se te olvida hoy en la tarde en el supermercado, te dije que nos veríamos a la salida – su aliento estaba pasado a trago, y de solo sentirlo me dieron ganas de vomitar.
— No tengo idea de que estas hablando – intente esquivarlo nuevamente, pero no hubo caso.—Claro que si sabes hermosa – paso su mano por mi mejilla, haciendo que yo temblara completamente asustada – Esta noche te vas conmigo
—Suéltame – pedí desesperada
— ¿Qué te suelte? – Río – ni lo pienses
— Suéltame imbécil – intente sonar enojada pero creó que no resultó bien, intente golpearlo pero agarro mi otra mano con fuerza.
— Pero que fuerte – murmuró él bañándome de su aliento – me imagino como debes ser en la cama
— ¡Que me sueltes! – grité ya totalmente desesperada al escuchar lo último que había dicho
— Y yo te digo que te vas conmigo – dijo más enojado, y empezando arrastrarme mientras yo intentaba hacer fuerza para que no lo lograra.
— ¡Suéltame! – le grite mientras hacía fuerza.
— ¡Que la sueltes imbécil! – llegó en ese momento alguien empujando a Zack, que se desequilibro soltándome, mientras unos brazos me agarraban para que no cayera, levante mi mirada y ahí estaba Julian.
— ¿Y tu quien eres? – preguntó Zack acercándose amenazadoramente hacia Julian que me dejo tras de él.
—El que te sacara la mirada si vuelves acercarte a Oriana - murmuró Julian furioso sin moverse ni un centímetro cuando Zack se acercó a él, si las miradas mataran Zack estaría mil metros bajo tierra.
— Julian vámonos – dije asustada, tirando de su brazo.
— ¿El niñito bonito me golpeará? – Preguntó riéndose Zack – me golpearas por esa puta
— Vuelve a decirlo y olvídate de tu rostro – la voz de Julian era brusca y todo su cuerpo estaba tenso.
—¿Qué cosa? Que ella es una puta- dio socarronamente Zack
—Te lo advertí – dijo Julian
En un segundo Julian me soltó, se sacó la chaqueta y la tiro hacia un lado,dejando sus grandes músculos a la vista y se lanzó contra Zack dándole un fuerte golpe en la boca dónde empezó a salir un hilito de sangre. Pero Zack no se quedó atrás y a pesar de lo borracho que podía estar se lanzó contra Julian dándole un fuerte golpe que Julian no alcanzo a esquivar, ambos se empezaron a golpear sin importar nada, mientras los insultos iban de un lado al otro.
—¡JULIAN BASTA! – grité ya desesperada intentando separarlo de Zack.
— ¡Hey, que esta sucediendo aquí! – llegó Chris junto con Oscar uno de mis compañeros de trabajo.
— ¡Ayúdenme, por favor, se van a matar! – les suplique, sin dudarlo los tres nos metimos entre ellos, Oscar y Chris tomaron a Zack mientras yo empujaba por el pecho a Julian para que no siguiera.
— ¡Eres un maldito! – gritó Zack, mientras se limpiaba el hilo de sangre que corría esta vez por su nariz.
— ¡Y tu un hijo de puta! – le gritó de vuelta Julian.
— Oriana, saca a Julian de aquí, nosotros nos encargamos de este – me dijo Oscar refiriéndose a Zack, al cual tenían agarrado junto con Chris.
— Gracias – le dije, mientras volvía a empujar a Julian que se quería lanzar nuevamente sobre Zack – ¡Julian, Julian! Mírame – le medio grite para que me mirara, cosa que hizo – Vámonos por favor, te lo pido –
No dijo ninguna palabra, solo me tomo de la mano y salimos de ahí rápidamente. Todo mi cuerpo tiritaba, no podía entender todo lo que había pasado. Julian caminaba unos pasos delante de mí pero sin soltar mi mano, hasta que en un segundo se giró y me abrazó fuertemente, aferrándome a su pecho.
—¿No te hizo nada? – preguntó medio agitado
— No Julian, tranquilo – le conteste, subiendo y bajando mis manos por su espalda. El respiraba agitadamente, y estaba intentando calmarlo.
— Es un hijo de ... - lo calle antes de que siguiera
— Ya esta, ya paso – hablé, mientras me separaba un poco de él pero sin cortar nuestro abrazo – Mírame
— No pasa nada Oriana - dijo girando su cabeza, para que no lo viera. Pero yo tome con cuidado su rostro y lo gire.
— Estas herido – dije con la voz apretada. Un poco de sangre corría de su boca, y en su ceja tenía una cortada de seguro hecha por alguno de los anillos que tenía Zack. De verlo así me dieron unas ganas inmensas de llorar.
— Ya te dije que no importa – susurró mientras tomaba mi cara con cuidado y juntaba mi frente con la suya – Solo me importa que tu estés bien.
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Unbroken.
FanfictionLa muerte de un ser querido puede provocar dos cambios en una persona. Opción uno, ser fuerte y salir adelante. Opción dos, ser un estúpido y dejarte vencer. En mi caso es la opción dos, me deje vencer y que las sustancias y malas amistades se apode...