Cap 37

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  [LLAMADA TELEFONICA.]

—Dime que Oriana esta con ustedes – dijo desesperada la voz de Maxi

—Si Maxi, esta acá con nosotros – contestó Peter

—Gracias a Dios – se sintió un suspiro – ¿Estuvo todo este tiempo con ustedes?

En eso la mirada de Peter se poso en mí, y yo solo module un "Dile la verdad"

—No Maxi, llegó hace unos minutos – contestó apenado Peter

— Te juro que me va a matar, Dame con ella – exigió Maxi desde el otro lado

— Maxi ella esta dormida, no llegó muy bien – hablé yo esta vez

—¿Cómo que no llegó muy bien? – preguntó inmediatamente Maxi

—Llegó borracha y algo drogada – dijo Peter, una lágrima se me escapó involuntariamente.

— ¡¿Qué?! En cinco segundos estamos allá – luego de eso solo se corto la comunicación dejando nuevamente todo el silencio.

[FIN DE LA LLAMADA.}

— Soy un imbécil Peter, solo la hice sufrir – inevitablemente más lágrimas salieron de mis ojos.

— Tranquilo Julian, ahora tenemos que preocuparnos por Maxi– suspiró – y tu solo piensa bien las cosas, yo se que tu sabes lo que tienes que hacer.

—Me tienes mucha confianza, a pesar de todo lo que hice – dije irónicamente, mientras limpiaba mis lágrimas

— No Julian, simplemente te conozco, y se que tomarás una buena decisión – puso una mano sobre mi hombro – Tranquilo hermano, estará todo bien

— Gracias – suspiré

Fije nuevamente mi mirada en Oriana, y simplemente no sabía que hacer. Ella me volvía loco, la quería. Pero no podía fallarle a mi amigo, a mi hermano. ¿Qué haré contigo Oriana Sabatini? ¿Qué hiciste conmigo?.

*

NARRA Oriana:


Empecé abrir mis ojos lentamente, la luz que entraba por la separación de mis cortinas no ayudaba mucho a mis ojos. Me molestaba profundamente. Cuando logré acostumbrarme me levante con cuidado y un montón de punzadas se apoderaron de mi cabeza, me ardía la garganta y tenía una sensación de vomitar horrible.

-¡Mierda! – exclamé cuando en un segundo me encontraba frente al baño devolviendo todo lo que sea que estaba en mi estomago. Lave mis dientes rápidamente y en ese momento fije mi mirada en el espejo y lo que vi me asusto.

En el espejo estaba mi reflejo, pero el reflejo de mi antigua yo. Con cuidado pase mis dedos por las bolsas oscuras que adornaban mi ojos, luego los pase alrededor de estos viendo como tanto fuera como dentro estaban rojos, y para eso solo había un explicación, me había emborrachado y drogado nuevamente. En un segundo mis ojos se aguaron y dejaron que una pequeña lágrima recorriera toda mi mejilla. Vagos recuerdos venían a mi mente. La llegada al bar, la conversación con Lexy, mi reencuentro con Dan y finalmente recuerdo la entrada al departamento de Peter y Julian.

—¿Qué demonios hice? – pregunte susurrando para mi misma.

Tome en mi pelo en una coleta, me cambie los jeans que use ayer por la noche y los intercambie por un viejo pantalón de chándal. Salí de mi habitación y camine con algo de miedo hacia el Living dónde escuchaba el sonido de la televisión y de personas hablando.

—Buenas...tardes – hable bajito, en ese momento tres cabezas giraron en mi dirección.

— Buenas tardes, en la cocina tienes un té listo para hacer, tomate las pastillas – contestó seco Maxi

—Maxi yo... - empecé pero no me dejo seguir hablando

— Nada Oriana- habló serio – ve a la cocina y tomate las pastillas, si no quieres estar peor.

Fije mi mirada en Pablo y Agus que estaban a su lado y ellos solo me dieron una pequeña sonrisa. Sin decir nada más fui a la cocina para tomarme el té que me había indicado Maxi. Me senté en la mesa y revolví el té sin ningún apuro.

Ah medida que iba tomando el te junto con las pastillas, iba recordando un poco de lo que había pasado en el departamento de Julian. Me acordaba de mi misma reclamándole todo lo que había sucedido, a él llorando y diciéndome que me quería, pero que no podía. Agite mi cabeza, no quería recordar iba hacer peor.

—¿Cómo te encuentras? – preguntó Pablo, sentándose al frente mío.

— De maravilla – respondí irónicamente – Esta que se me parte la cabeza, no recuerdo casi nada de lo que hice anoche, defraude a mi hermano nuevamente. De maravilla Pablo, simplemente espectacular.

— Hey ya, yo no tengo la culpa – dijo algo enojado

—Lo siento – dije rápidamente – es solo que soy una tonta

—Cuando lo quieres si – yo lo mire fijo – Soy tu amigo te voy a decir la verdad, lo que hiciste anoche no estuvo bien.

— Se que no estuvo bien Pablo– resople, dejando el te a un lado – Pero que quieres que hiciera tuve un arrebato y lo hice, ya no puedo echar el tiempo atrás.

— Se que no puedes echar el tiempo atrás – suspiró acomodándose en la silla - ¿Recuerdas algo de lo que hiciste anoche?

— La mayoría hasta antes de ir al departamento de Peter y Julian, luego eso solo tengo algunas imágenes – lo miré a los ojos, y por su mirada supe que algo más había hecho, y el lo sabía.

— Creo que olvidaste lo más importante – murmuró


Unbroken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora