Cap 32

1.7K 145 5
                                    

Ahora Julian empezó su juego, poco a poco fue rodeándome mientras besaba mis labios dejando suaves mordidas, hasta que encontró el cierre de mi falda, lo bajo con cuidado y en un segundo la falda ya estaba en mis pies, la sacudí y la mande lejos. Julian paso sus manos delicadamente por mi cintura, muslos, tanteo todo, hasta que llego al borde de la polera, introdujo la mano por debajo de esta y fue subiéndola haciendo el mismo juego que hice yo con él, dejando suaves caricias sobre mi abdomen, finalmente levante los brazos y la polera salió disparada a cualquier parte de la habitación, me encontraba solamente en ropa interior frente a él & eso hacía que mi corazón bombeara a mil por hora, incitándome nuevamente a seguir adelante.

Julian se apoderó nuevamente de mis labios en un beso tierno pero cargado de lujuria, yo apoye mis manos en su pecho mientras empezaba a bajarlas lentamente hasta toparme con el borde de su pantalón, empecé a jugar con él causando que ambos sonriéramos sin dejar de besarnos, finalmente lo desabotone y el pantalón ya no era parte de Julian. Este me tomo delicadamente y me deposito arriba de la cama sin dejar de besarme, mientras el estaba sobre mío. Se desvió de mis labios para hacer un camino de besos por mi mandíbula, mi cuello, mi hombro, bordeo mis pechos y bajo hasta a mi abdomen, a mí se me escapaban suaves gemidos.

—Eres hermosa – susurró en mi oído con su voz ronca

—Tu no te quedas atrás – murmuré también su oído dándole una suave mordida y sintiendo como sonreía.

De un minuto a otro ninguno de los dos tenía ropa interior, ya no había nada sobre nuestros cuerpos, simplemente la piel y la luz que nos protegía. Julian se dedico a observarme mientras besaba una que otra parte y yo no me quedaba atrás jugaba con su pelo, acariciaba su abdomen, lo besaba en los labios, rostro, pecho. Mi corazón seguía dictándome que siguiera, que nada importaba.

—¿Estás bien? – preguntó preocupado mientras sacaba un mechón de pelo de mi cara

—Solo, tengo miedo – le susurre mientras mis ojos se encontraban con los suyos.

— ¿Eres virgen? – preguntó con sus ojos bien abiertos

—No Julian, no lo soy – le susurre de vuelta – pero nunca había estado de esta forma con un chico
Harry me miró sin entender, obviamente no me refería al acto, si no que al sentimiento.

—Mi primera vez no fue la que toda mujer desea – le conté rápidamente – fue simple sexo, con un idiota que yo pensé que me quería y por miedo a perderlo me entregue a él.

—Pero aquí hay una diferencia – susurró en mi oído luego de un rato –

— ¿Cu...Cual? – tartamudee

—Conmigo no tendrás sexo, yo te haré el amor – susurró tiernamente en mi oído, y fue en ese momento que mi corazón estalló de felicidad y lamentablemente de amor.

Poco a poco sentí como Julian se fue introduciendo en mí con el mayor cuidado posible, besaba cada parte de mi cuerpo y me decía cosas hermosas al oído, haciendo de esta forma que pasara una de las noches más mágicas y lindas de mi vida.

—Duerme bien, pequeña – susurró en mi oído, mientras me abrazaba tiernamente

{NARRA ESCRITORA}:

Luego de que Julian sintiera como Oriana estaba profundamente dormida en sus brazos, dejó escapar una pequeña lágrima de sus ojos recorriendo toda su mejilla y perderse por su mentón y cuello. Esa lágrima significaba el dolor que sentía por el futuro daño que la causaría a Oriana en un futuro que estaba muy próximo. Lo que paso ese día había sido hermoso para él, jamás había sentido lo que sintió haciéndole el amor a ella. Pero todo había sido un error, el no podía estar con ella & todo lo que ocurrió no debería haber ocurrido, por que lo de ellos dos era imposible – las palabras de Maxi recorrían su mente – y odiaba pensar en el dolor que sentirían ambos en un futuro cercano. Julian había sentido el cariño de Oriana por él, la forma en que lo beso, la forma en que se entrego a él. Y el solo le causaría daño. Una nueva lágrima recorrió todo su rostro para llegar a su mentón y tener su caída final, no podría soportar todo lo que vendría ahora.

—Te quiero mucho pequeña, mi pequeña - susurró bajito depositando un beso en su frente, mientras se empezaba a levantar de su lado y a vestirse mientras su mente se preparaba para que no recordara este hermoso momento, porque desde mañana Julian recordaría nada, Julian no recordaría que había hecho el amor con Oriana Sabatini, la niña que le había robado el corazón, actuaría como si nada hubiese pasado.

50 votos y sigo. Comenten!!!

Unbroken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora