Cap 19

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— Si Oriana, tranquila – murmuró él de vuelta con su voz siempre tranquilizadora, pero que esta vez no hizo efecto

— Sabes que puedes confiar en mi – tome su mano entre las mías – tu me haz ayudado siempre, déjame ayudarte en lo que sea que te este pasando.

— ¿Me podrías dar un abrazo? – preguntó con temor mientras sus ojos estaban aguados, sin dudarlo me lance hacia él abrasándolo fuertemente mientras el hacía lo mismo conmigo. En ese momento sentí como los chicos se callaban en la mesa de seguro estaban viendo que estaba pasando con nosotros.

— ¿Qué sucedió en Londres? – pregunté sin soltar nuestro abrazo

— Lola – murmuro bajito – Lola y yo tuvimos una pequeña pelea..

— Lo siento Agus – musité, no sabía que más decirle. Simplemente lo abrace fuerte y sentí como algo caía sobre mi hombro, era una pequeña lágrima de Agus – Las cosas suceden por algo amigo, no llores. Deja que el tiempo juegue a su modo, todo estará bien ya verás.

— Gracias Oriana - murmuró él. En ese momento sentí como todos los chicos llegaban a nuestro lado y se sumaban a nuestro abrazo, entre todos estábamos dándole apoyo a nuestro amigo que lo necesitaba, todos aquí sabíamos lo importante que era para Agus su relación con Lola, sería difícil verlos un poco distanciados, pero como dicen, por algo suceden las cosas.

— Estamos contigo hermano, pase lo que pase – sentí como hablo Julian, para luego ser apoyado por todos los demás.

Minutos después deshicimos el abrazo, y me retire no sin antes darle un nuevo abrazo a Agus y luego darle su tiempo de chicos a solas, el necesitaba estar con sus amigos y yo necesitaba con urgencia un cigarro.

— ¿Qué haces? – preguntó una voz tras mío espantándome, rápidamente solté el cigarro, ya era el tercero que llevaba, Pablo me mataría.

— Julian, demonios me asustaste – hablé rápidamente – Solo estaba tomando algo de aire, ya sabes tenía que dejarles su tiempo a solas con Agus.

— Ya esta mejor, creó que logramos subirle el ánimo – musitó Julian mientras se paraba a mi lado, muy pegado a mí.

— Es lo mejor que pueden haber hecho por él – le sonreí

-— Llevas dos horas acá afuera – murmuró de repente

— ¿Enserio? ¡Dos horas! – exclame, ni siquiera me había dando cuenta como había pasado el tiempo.

— Si dos horas – río él ante mi estupefacción – eres bastante despistada cuando quieres

— No me halagues tanto – lo miré con los ojos entrecerrados

— No te enojes – dijo el riendo mientras se acercaba y rodeaba con uno de sus brazos mi cintura acercándome a él.

— Julian, alguien nos puede ver – le dije mientras miraba con miedo hacia el interior

— Tranquila todos se fueron a dormir –

— No creó que Pablo o Agus se hayan ido a acostar, pero bueno – subí y baje mis hombros sin darle importancia

— ¿Te gusta Pablo? – preguntó de inmediato, penetrándome con su mirada

— ¡Que! – Exclame sorprendida – serás idiota, como me va a gustar Pablo, él esta con Mariel.

— Eso no quitó que lo besarás la otra vez – murmuró algo más serio y desviando su mirada.

— Julian, estábamos borrachos como cubas y le pedí disculpas a Mariel todo un día, no quería besarlo simplemente se nos salió de las manos –

— Si, claro – murmuró él sin mirarme.

— Hey, para la moto Julian Serrano, no me digas ¿Estás celoso? – si, se me había salido.

— En tus sueños Oriana - dijo el muy orgulloso – simplemente es que tú eres mía.

— Haber vamos parándola – murmure algo más enojada – No soy tu novia, ni tu esposa, ni nada por el estilo, ni menos una perrita que tiene dueño.

— Pero eres mi amiga con derecho o como se llame, y no me gusta compartir lo que es mío – esta vez su mirada café se volvió a penetrarme, pero aunque mi corazón latía a mil por hora, sus palabras me habían molestado.

— No soy una cosa Serrano – murmure con los dientes apretados – Y yo no te digo nada cuando vas por ahí besándote y poniendo tu sonrisa de idiota a la tipa que se te pase por delante.

— ¿Celosa? – dijo riéndose

— Si Serrano, sigue soñando, me da lo mismo que hagas, nosotros no somos nada...- cuando dije eso algo se removió en mi corazón y pude ver como algo cambiaba en los ojos de Julian.

— Exacto, no somos nada – murmuro él, para luego acercarse rápidamente y besarme, sus labios hicieron contacto con los míos y simplemente ambos nos dejamos llevar, sin importar que a unos metros podía estar alguno de los chicos.

— Eres un idiota bipolar – le dije cuando nos separamos

— Un idiota bipolar, que aunque no lo creas Te quiere. – murmuró para luego robarme un nuevo beso e irse sin antes decirme un "Buenas Noches"

Yo me quede ahí parada sin entender que es lo que había pasado, no había forma de entender a Julian, esa era mi única conclusión.

Entre a la suit nuevamente y me fui directo a mi habitación, me cambie rápidamente a un pijama corto y me tumbé en la cama tapándome tan solo con una sabana.

— ¿Todo bien Oriana? – preguntó un adormilado Peter que salía del baño

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