Cap 54

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{Narra Julian}:

En cuanto entre en mi departamento simplemente me derrumbe, me deje deslizar por la puerta hasta quedar sentado en el frío suelo. Las lágrimas ya hacían su camino libremente desde mis ojos, pasando por mis mejillas y teniendo una caída fatal desde mi quijada. Las imágenes no podían salir de mi mente, verla entre los brazos de otro, ver como se le acercaba y ella no hacía nada para impedirlo, y lo que terminó de destruir todo fue ver como sus labios se unían con los de él, eso simplemente hizo añicos mi corazón.

—Porque, porque.... – era la única palabra que rondaba por toda mi mente

No podía creer que Oriana me haya hecho eso, pensé que todo estaba bien entre nosotros, no habíamos discutido, solo había sonrisas y buenos momentos entre nosotros y ahora esto, besarse con su ex novio, con el hombre que la llevo a las drogas, al alcohol, justo él tenía que ser, el hombre que tantas veces le había hecho daño a mi pequeña, si mi pequeña, por que ella era mía, o eso pensaba yo.

Sentía mi celular vibrar una y otra vez en mi bolsillo pero simplemente no tenía ganas de cogerlo, no en estos momentos. Me levante lentamente del suelo y pase el dorso de mi mano por mis mejillas, retirando cualquier rastro de lágrima, pero era inevitable ya que ella salían por si solas de mis ojos. Era inevitable ese dolor que tenía incrustado en mi corazón, que nunca había sentido algo así, las cosas no solían afectarme tanto, pero creó que era verdad lo que decían los chicos, el primero y verdadero amor te puede hacer feliz, pero en un segundo puede ser el dolor más grande.

Volví a sentir vibrar mi celular como por décima vez, y ya me estaba hartando, lo saque con rabia de mi bolsillo y vi que la llamada entrante era de Peter.

—Hola Peter, ¿Qué sucede? – conteste el celular con voz ronca

—Julian, ¿Dónde estas? – sentí la voz preocupada de Peter desde el otro lado

—En mi departamento – conteste sin ánimo

—¿Esta Oriana contigo? – preguntó, el solo escuchar su nombre hizo que nuevas lágrimas corrieran por mi mejillas.

—No Peter, ella no esta conmigo – conteste frío

— ¿No tienes alguna idea dónde puede estar? Maxi esta preocupado y ah llamado – comentó Peter, cada palabra que decía en torno a ella hacía que un nuevo pedazo de mi corazón se destruyera y cayera al suelo como si fuera polvo.

—No tengo porque saber dónde esta, no me interesa – el nudo de mi garganta cada vez era mayor, no quería hablar de ella me hacía mal, en estos momentos solo quería estar solo, llorar, ahogar todo el dolor que tenía dentro.

—¿Julian, estuviste llorando? – preguntó algo descolocado Peter desde el otro lado

—Peter, por favor.... No quiero hablar – susurre lo último mientras soltaba un suave sollozo

-—En cinco minutos estoy en tu departamento, y no se te ocurra escapar o fingir que no estás – habló duro para luego cortar la llamada sin recibir ninguna respuesta de mi parte.

Lance el celular al sillón que tenía más cerca pero al parecer no le apunte y cayó directo al suelo, pero en verdad no me importaba si se había roto o no. Nunca había sentido este malestar tan grande alojado en mi corazón, jamás pensé que sufriría el mal de amores, siempre decía que mi chica nunca me haría daño, y nunca pensé que Oriana lo haría. Se que muchas veces podríamos haber tenido nuestras diferencias, pero no creo haberle fallado tanto como para que pasara esto, se que no soy el mejor novios de todos, pero lo di todo por ella. Nuevamente cruzaron las imágenes de hace unas horas por mi mente, y una nueva y solitaria lágrima corrió por mi mejilla. Sacudí rápidamente mi cabeza intentando de esta forma quitar todas esas imágenes pero era imposible, estaban pegadas en mi mente y en mi corazón.

En ese momento mi mirada se fijo en un marco de foto que estaba sobre la mesa de centro del living, en ella salíamos Oriana y yo, abrazados, felices. En la foto salíamos todos sucios por pintura, había sido el día que habíamos pintado mi habitación, el día en que habíamos vivido ese momento tan especial. Todos habían encontrado la foto tierna, debido a que cuando decidimos tomar la foto cada uno había puesto la inicial del otro en su mejilla, yo le dibuje una "J" con pintura a ella y ella dibujo su inicial en mi mejilla.

Tome el marco con la foto en mis manos y la miré fijamente, y en un impulso de furia lo lance con todas mis fuerzas contra la pared viendo como este se hacía añicos, y emitía un ruido que lleno todo el departamento, la amaba, la amaba como un estúpido y por eso ahora estaba sufriendo, quizás si no hubiera estado con ella, si no me hubiera enamorado de ella jamás hubiera sufrido de la forma de que lo estaba haciendo, pero tampoco hubiera sido tan feliz como lo eh sido todos estos meses a su lado, ella se había transformado en mi vida, en mis sonrisas, en mi todo.

"Jamás te había visto tan feliz como con ella Julian, ella te hace bien, desde que llegaste con ella a tu lado no haz dejado de sonreír, y ese simple hecho ah hecho que esa chica se gane mi corazón, cuídala porque ella es única, lo veo en tus ojos pequeño"

Las palabras de mi madre habían llegado de mi cabeza, recuerdo que le había dado un fuerte abrazo cuando me dijo esas palabras. Mamá y Yolanda– mi hermana – eran muy sobre-protectoras conmigo, nunca les había agradado casi ninguna de mis novias, pero las respetaban. Pero con Oriana había sido todo distinto, del momento que entramos en mi casa, se había ganado su corazón con lo sencilla que era en ese entonces mi novia, habían compartido juntas como con ninguna novia anterior habían hecho, salieron de compras, hicimos guerra de baile ellas tres contra mi padrastro y yo, y tal como había dicho mi mamá, en ningún momento había dejado de sonreír porque la tenía a mi lado, esa pequeña de ojos avellana había hecho lo que nadie había logrado, enamorarme y hacerme feliz con solo una sonrisa o un beso.

—¡Mierda! – exclame cuando un vidrio del marco de la foto pasaba por mis nudillos haciendo un corte profundo, y la sangre empezaba a salir.

Tiré nuevamente el marco al suelo, haciendo que se quebrar en pedazos más pequeños y fui a la cocina por un paño para enredarlo alrededor de mis nudillos, como dolía. En ese momento sentí como alguien golpeaba descontroladamente mi puerta, me apresuré anudar el paño contra mis nudillos y fui a la puerta a abrirla, para encontrarme con Peter frente a frente.

—Julian, ¿Pero que demonios te paso? – preguntó mirando mi mano y mi rostro

— Me corte – fue la respuesta fría y cortante de mi parte, para luego girarme y adentrarme en el living, no quería darle la cara a Peter.

—Creó que eso lo tengo claro, me refiero a como paso y porque demonios tus ojos están hinchados y rojos – Peter estaba bastante alterado, solía ponerse así cuando algo nos pasaba a mi o alguno de los otros chicos.

— Con un cuchillo y tengo alergia – respondí fríamente, mientras me sentaba en el sillón y apretaba un poco más el paño contra mi corte, la sangre ya estaba traspasando todas las capas.

—Y tu crees que yo soy imbécil – habló duro Peter poniéndose frente a mí - ¡Tu nunca haz tenido alergia Julian!

—Siempre hay una primera vez para todo – susurre sin mirarlo a los ojos.

—¡Julian! – Gritó – anda con tus juegos estúpidos a otro lado... me puedes explicar que demonios pasa, si no lo haces llamaré a Oriana, de seguro ella debe saber.

— No se te ocurra marca su número Peter– esta vez si que mi voz sonó furiosa, y dejo un silencio total en la habitación.

— Por que no quieres que llame a..... – se quedó callado mientras su mirada se quedaba fija en alguna parte, y creó que yo ya sabía dónde. Peter camino despacio y con cuidado tomo el marco de la foto dónde salíamos Oriana y yo - ¿Qué paso con Oriana, Julian?  

Unbroken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora