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0.11 En el ojo público

📍Londres, Reino Unido
🗓️ 18 de septiembre

Alora despertó y apagó la alarma de un manotazo; eran las siete de la mañana. Se levantó rápidamente, arreglándose para el trabajo en tiempo récord. Al salir de su habitación, el olor a waffles recién hechos la recibió, y vio a Lando en la cocina concentrado en la sartén. Isa estaba sentada en la isla del comedor, viendo su celular, pero al notar a Alora, le dedicó una sonrisa pícara y le guiñó un ojo.

—Buenos días, bella durmiente —dijo Isa con tono juguetón, llevándose un trozo de fruta a la boca.

—Buenos días —respondió Alora con una sonrisa antes de dirigirse a Lando. Se puso de puntillas y miró por encima de su hombro, viendo cómo preparaba un par de waffles dorados y esponjosos—. Mmm, se ve delicioso.

Lando se volvió un segundo y le dedicó una sonrisa suave, notando su entusiasmo.

—Solo lo mejor para ti —respondió, sirviendo el primer waffle en un plato—. ¿Café o jugo? —preguntó mientras comenzaba a preparar otro.

—Jugo, por favor —contestó ella, sentándose junto a Isa en la isla.

Isa la observó con una mirada cómplice, sin dejar pasar la oportunidad de molestarla.

—Te ves radiante, Alora. Tal vez es porque alguien se está acostumbrando a los desayunos servidos, ¿no? —dijo con una sonrisa traviesa, y Alora le devolvió una mirada divertida.

—Bueno, a nadie le disgusta un buen desayuno —respondió Alora con una sonrisa, encogiéndose de hombros.

De pronto, su celular se iluminó, mostrándole la hora.

—Debo irme, tengo un par de clases antes de ir al trabajo —anunció, tomando un último trozo de waffle antes de levantarse.

Alora abrazó rápidamente a Isa, luego rodeó la isla de la cocina y se inclinó para dejar un suave beso en la mejilla de Lando. Él sonrió y la siguió con la mirada mientras ella tomaba sus cosas de la entrada.

—¿Cuándo nos vemos? —preguntó Lando, avanzando un paso hacia ella con la espátula aún en mano.

—¿Te escribo saliendo de clase? —respondió Alora, abriendo la puerta y esperando su confirmación.

Lando asintió, y Alora le dedicó una última sonrisa antes de salir. Bajó tranquilamente hasta el lobby del edificio, saludando a los porteros como de costumbre. Sin embargo, en el momento en que salió a la calle, una ráfaga de flashes la cegó. Alora se detuvo, confundida, mientras las cámaras y los gritos de los paparazzi se multiplicaban a su alrededor.

—¡Alora! ¿Es cierto que estás saliendo con Lando Norris? —gritó uno de ellos, empujando su micrófono más cerca.

—¿Confirmas los rumores de esperar un bebé? ¿Es algo serio? —presionó otro, captando cada reacción.

RUNNING      [Lando Norris]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora