Capitolo tre

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Mis ojos se abren de par en par.

Un millón.
Y no de Euros, si no dólares…

Apago rápidamente el celular volviendo a meterlo en la bolsa de mi pantalón justo cuando nuestros padres aparecieron por la puerta de la sala.

—Qué suce…—la pregunta queda pendiendo en el aire que se torna pesado —¡Qué haces tú aquí! —grita el padre de Xavi, finalmente, señalandolo. La cara pacífica y alegre del señor Fiore se desfigura con un odio tangible —Jimin, apártate de ese enfermo.
—Disculpe.
—Haz caso Jimin, no quiero darte problemas si mi padre llena de mierda la cabeza del tuyo.
per l'amor di Dio, Xavi, (por el amor de dios, Xavi) ese vocabulario —expresa la madre, sus ojos contrariados miran con tristeza a su único hijo varón.

A esto temía… Por este gran motivo jamás le he dicho a mis padres que soy gay, y tal vez por ese mismo motivo sigo siendo virgen.
Papá da un paso señalando la parte alta de la casa.

—Ve a tu habitación, hablaremos más tarde —dice mi padre en tono autoritario dejando claro que no hay espacio para protestar.
—Xavi no hizo nada malo, y no hay perché llamarlo enfermo, ama la sua famiglia, (ama a su familia) ma veo que su famiglia no siente lo mismo por él… Entonces, ¿cómo esperan que nos convirtamos en famiglia? si tratan de esa forma a un miembro de la suya… Mi dispiace Alexa, (me disculpo Alexa) pero no puedo casarme contigo.
Non prestare attenzione Alexa (no prestes atención Alexa) —dice apresurada mi madre tomando la mano de la chica, sus ojos se llenan de lágrimas y los labios le tiemblan.
—Sube a tu habitación, Jimin, más tarde hablaremos, pero la boda continúa —su ceño fruncido se acentúa perspicaz, su cara está roja, lo que solo significa que tendré problemas una vez nos quedemos solos.
—lo siento.
Resoplo. Pasando por un lado de Xavi, sintiéndome culpable por lo que pasará ahora con él, aunque es mayor de edad se que sus padres pueden llegar a ser verdaderamente estrictos porque los míos lo son también.
—No te preocupes, he salido de peores.

Me regala una sonrisa que no pierde la esencia, y no aparta la mirada hasta que me pierdo en el pasillo, me siento tentado a quedarme fuera de la habitación y oír lo que dirán, pero en su lugar entró a mi alcoba colocando el pestillo del seguro al mismo tiempo que saco mi celular abriendo ahora si el mensaje completo que me han enviado a mi correo.

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Prinsescort
Para mi

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Sin pensar mucho presiono el enlace siendo redireccionado al instante a una sala de chat.

Me quedo viendo por un largo momento el chat en blanco, no se que decir, pero no hace falta hacer algo ya que las letras en la parte superior donde aparece la imagen de un tierno osito dice en línea, y al segundo transcurrido un —hola bambino— se lee dentro de una burbuja.

Dolce_Mochi
Hola, ¿Mr. Miel?
10:10

Mr_Miel
Asi es, Dolce Mochi.
10:11

Me sonrojo al leer el ridículo apodo que me puse en la aplicación, no se que mas decir, no se si estoy hablando con un viejo o un cuarenton canusio y obeso.

Cierro los ojos pensando. Las manos en ningún momento me han dejado de temblar y me maldigo por ser un bobo que no sabe qué decir.

—Qué puedo decir —mordisqueo nervioso el pulgar.

virginidad en subastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora