Jungkook
La ansiedad me consumía mientras veía a Jimin apretarse contra mi torso, su cuerpo sacudiéndose en espasmos descontrolados. Sus pequeños puños se aferraban a las solapas de mi saco con una fuerza desesperada. Sus ojos vidriosos y llorosos se apretaban, y mordía fuertemente su labio, que temía lo rompiera.
Mi corazón se retorcía al verlo sufrir así.
¿Tanto dolor estaba sintiendo?
Entonces… ¿Porque no lo decía?
Porque solo su cuerpo lo revelaba, aumentando en calor, mientras sus mejillas se tornaban rojas como si estuviera avergonzado de admitirlo. Me sentía impotente, sin saber cómo calmar su dolor, cómo hacer que se sintiera mejor. Solo podía abrazarlo fuerte, esperando que mi presencia fuera suficiente para confortarlo.Maxky a nuestro lado no dejaba de mirarlo, también tenía una plática cerrada pendiente con él, le había mandado a cuidarlo y se lo había terminado follando, aunque una vez se lo insinúe a Jimin, follarlo ambos pero…
Sacudo la cabeza viendo como Jimin levanta su sonrojada melena mojada y pegada a su frente.
—No-no puedo más… —habla, sin aliento. Soltando lágrimas que había estado reteniendo furiosamente. —Po-por favor… Ahhmmm —muerde su labio, esta vez soltando un par de gemidos.
—Dime que te sucede y te ayudaré.
Sacude la cabeza, gimiendo de nuevo.
—Sacamela Jungkook… ¡por favor!Súplica.
Verlo tan vulnerable, dócil, sudoroso y con las mejillas rojas como tomate, por alguna razón han despertado a mi fiel compañero.
Es solo que se ve tan jodidamente lindo, y eso que nunca antes un chico me había parecido tan lindo como Jimin.
Odiaba el sentimiento, pero Jimin no era una mala persona y era merecedor de un amor a su altura, —aunque no fuera mucha— igual merecía algo mejor que un capo que solo podría llevarle riesgos y violencia a su vida.—¿Sacartela?
Le pregunto frunciendo el ceño, «si ni siquiera se la he metido, entonces como me pide que se la sacara»
—La… La… —sacude la cabeza.Maxky se mueve rápidamente entre sus piernas y empieza a desabrocharle los pantalones.
Iba a protestar y reñirle por tal atrevimiento pero cuando Jimin se tensa y hunde de vuelta su cabeza en mi pecho avergonzado, sé que ahí estaba el problema.—Vaya —exclama Max, pasando saliva a duras penas.
—Ohh, uhmmm, solo… ¡Sacala Maxky! —Jadea Jimin.
—Estás seguro, se te mira muy bien ahí enterrada, incluso me gustaría sacar una foto para el recuerdo —se burla Maxky.Por lo cual le doy vuelta en un estratégico movimiento en el espacio semi reducido de la camioneta.
Al tener su culo de frente, doy un respingo seguido de un gruñido.
—Jodidamente hermoso, verdad —sonríe Max ahora sosteniendo por los hombros a Jimin.
No digo nada, su culo abraza celosamente un juguete que lleva incrustado en el culo, su ropa interior está empapada y su pene rebota en cada movimiento brusco de la camioneta.Echó una mirada a Nam quien va manejando pero este va perdido en la carretera y en los espejos laterales, siempre alerta.
Un ligero zumbido poco perceptible escapa del juguete que se mueve en su interior.
—Por favor señor Jungkook… Ya-Ya no puedo más.
Lloriquea, esta vez gruesas lágrimas resbalaban de su barbilla hasta consumirse en la tela del pantalón que llevo puesto.
—Se lo suplico.
—Me lo súplicas —sonrió ladino. Aquel interruptor de perversión que se activaba cada vez que veía una chica linda se había activado.
Doy un fuerte azote en el trasero de durazno del bambino y su carne se sacude al tiempo que grita y se corre en mis pantalones manchando a Maxky de paso.
—No te vayas a poner duro cabrón, porque no dejaré que te lo vuelvas a follar…
—Pero… —Empieza a protestar Maxky.
—A menos que él lo quiera.
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virginidad en subasta
Teen FictionAconsejado por el hermano de su mejor amigo Jimin decide subastar su virginidad al mejor postor en una app privada y popular, Prinsescort; donde los más ricos y depravados suelen pujar por una noche con algún jovencito desesperado por su situación e...