Capítulo 48: Llámame papá

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La habitación en que actualmente estamos no es mía; ya estuve aquí antes, es de Serval, estamos en el Taller del Nuncainvierno.

-Oh por dios, ¿qué hice...?

Quizás se deba a mis movimientos, pero ese momento Cocolia se despertó somnolienta mientras se frotaba los ojos.

-Hm~ ¿Ya es de día?

Cuando Cocolia y yo cruzamos miradas, ella se sonrojó y apartó tímidamente la mirada; sin embargo, no cubrió su cuerpo desnudo ni apartó su abrazo de mí, en cambio se aferró más fuerte a mi cuerpo también desnudo.

Joder, ¿cómo puede una mujer mayor exudar un aura tan linda...?

Admito que esto me hizo calentarme un poquito, solo un poquito.

Suavemente me libero del abrazo de Serval para sentarme en la cama, esto hizo que ella instintivamente me abrasase la cintura. También me libero del abrazo de Cocolia y con esa mano acaricio su mejilla.

Cocolia no evita mi toque, al contrario lo disfruta. Entonces metí mi pulgar en su boca y jugué con su lengua... Las pupilas de Cocolia toman forma de corazón.

Joder, quién hubiese pensado que la Gran ex-Guardiana Suprema sería una gran masoquista.

Moviendo la frazada a un lado, agarro del cabello a Cocolia y dirijo su cabeza a mi entrepierna. Cocolia felizmente abre la boca y traga mi longitud al completo.

-Hm~

Mierda, a este paso en serio despertaré algo nuevo...

Joder, es tan talentosa como Kafka, ¿acaso todas las mujeres mayores tienen talento para esto? Hasta ayer ella era inexperta en todo...

En ese momento, escuché de fondo el sonido de hojas pasar de página. Mi cuerpo se congeló, pero Cocolia siguió moviendo su cabeza de arriba a abajo, ella está completamente drogada del éxtasis.

-¿H-Herta? ¿Desde cuándo estás ahí?

Una muñeca de Herta se encuentra sentada a varios metros de distancia nuestro, leyendo un libro con la mayor calma del mundo. Sin desviar su mirada del libro, pasó otra página y contestó con otra pregunta.

-¿Quién crees que te puso la frazada?

Oh mierda...

-¿Por qué detienes tu mano? No estoy enojada.

Levantando una ceja, la muñeca de Herta deja el libro a un lado y apoya una rodilla sobre la cama para luego agarrarme de la barbilla de forma seductora.

-En primer lugar, tampoco es tu culpa. Estas dos zorras conspiraron en emborracharte. Me sorprende que no te hayas dado cuenta de eso.

-Con razón mi bebida se rellenaba infinitamente... Ugh, Cocolia, más despacio...

Soltando su mano de mi barbilla, la mano de Herta baja hasta tomar de la cabeza a Cocolia y empuja con brusquedad, al punto de que su rostro choca contra mi pelvis.

-!!! ¡¿H-Herta?!

El repentino golpe de placer me exaltó.

Herta ignora mi gemido, agarra del cabello a Cocolia y mueve su cabeza de arriba y abajo con brusquedad, sin mostrar piedad ni importancia ante la falta de aire de Cocolia. Cocolia tampoco se resistió, ella felizmente aceptó todo aunque su rostro no para de enrojecerse cada vez más debido a la falta de aire.

Con una mirada inexpresiva, Herta prosiguió con su explicación.

-Bajé del Expreso Astral hasta aquí para revisar tu condición física por última vez. Y dio la casualidad de que presencié tu desmayo, entonces estas dos te secuestraron con el pretexto de llevarte a descansar en el taller. Como debes de adivinar, ellas se aprovecharon de ti.

Honkai Star Rail: Soy el Emanador de todos los EonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora