35 LIVIA

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—creo que podría estar embarazada.

Hace nada que la pequeña Emma llegó al mundo. Estoy al lado de Arya cuando la alimenta por primera vez y las palabras salen de mi boca sin que pueda detenerlas. Se siente bien sacar esta preocupación de mi pecho.

—¿perdona? —el rostro de Arya se contorsiona por el impacto de la información que le acabo de dar. —lo siento, lo siento —le dice a su pequeña bola de carne cuando lo que acabo de decir también hace que le suelte el pecho. Después levanta su mirada y con los ojos muy abiertos me dice. —Su, no puedes decir que estás embarazada mientras alimento a mi hija. Casi la dejo caer.

Me inclino y acaricia cabeza de la pequeña Emma.
—lo siento, no era mi intención hacer que tu mami se asustara. Es solo que no se lo he dicho a nadie y estaba empezando a asfixiarme.

—¿es verdad? ¿Estás? —no termina la frase. Se lleva una mano a la boca. —espera, no se lo has dicho. —no es una pregunta.

—no estamos hablando en este momento. —no doy más explicaciones. Y tampoco intenta sacar más información. Cosa que agradezco.

—lo siento amiga. Si hay algo que pueda hacer...

Me encojo de hombros. —no te preocupes, solo necesitaba sacarlo para darme cuenta de que es una posibilidad real. Me haré una prueba pronto.

—lo dices con tanta calma Su. Un hijo no es cualquier cosa. Mira todo lo que yo pase para llegar a este momento. —hay una mezcla de preocupación y felicidad en su voz. —aunque si puedo imaginar a nuestros hijos creciendo juntos.

Rodeo la cama y empiezo a acomodar sus almohadas —créeme sé que no es cualquier cosa. —también acomodo su bata de hospital y paso el cepillo por su cabello. En ese momento la puerta se abre y no necesito mirar para saber quién viene detrás del Luca.

Luca se asegura de que Arya ya haya dejado de alimentar a Emma y entonces sí, Aarón entra a la habitación.

—Aarón ven. Tienes que conocer a tu sobrina. —Arya habla con entusiasmo, yo aprovecho para volver a rodear la cama y quedar a espaldas de él. Pasamos gran parte del día en el departamento de Luca, empacando. Intentó que habláramos, pero las cosas no salieron bien.

"Algún día tendrás que decirle de ese posible embarazo"

Algún día, pero no hoy.

Aunque he puesto mi distancia, no puedo perderme el suspiro que sale del pecho de Aarón cuando mira por primera vez a Emma.

—es hermosa, tanto como la madre. —dice Aarón y Luca empieza a gruñir.

Me reiría de Luca si no fuera porque mi estómago empieza a molestar con náuseas.

—Luca, no seas cavernícola. —lo reprende Arya y este como un buen cachorrito corre a su lado para abrazar a sus mujeres.

¿Cómo sería si yo tuviera un hijo con Aarón?

Alguien empieza a hablar, pero tengo que interrumpir. Me llevo una mano a la boca en el momento justo que llega una arcada.

—lo siento, tengo que... —no termino la frase porque todo en mi estómago está volviendo. Corro al baño que está en la habitación y ruego porque no escuchen como vacío el estómago dentro.

Escucho la voz de Arya antes de que más arcadas llenen el lugar y deje de escuchar por completo.

La puerta del baño se abre y solo puedo imaginar a Arya dejando a su bebé para venir a ayudarme. Sigo de rodillas abrazando el retrete, con los ojos cerrados Levanto la mano y la sacudo para que no se preocupe.

Dulce NO tan Dulce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora