Estaba a punto de perder los estribos por primera vez en toda mi jodida vida. Nunca antes había estado siquiera tan cerca de ese punto.
¿Qué fue lo que dijo? ¿No necesito que te involucres?
Mierda. Un tiro en la entrepierna hubiera dolido menos.
Quería castigarla. Quería azotarla tan fuerte que no pudiera volver a pensar.
Quería hacerla pagar por creer que podía dejarme fuera de algo tan importante como un posible embarazo.¿Estoy listo?
Maldita sea... no.¿Lo quiero?
Jodidamente sí. Absolutamente.Conocer a la bebé Emma y verla tan vulnerable y pequeña en los brazos de personas que la amaran para toda su vida... ¡¡Dios!! claro que quiero lo mismo para mí. Conocer ese tipo de amor es una nueva necesidad desbloqueada para mí.
No pude dormir un solo segundo en toda la noche. Cuando me aseguré de que mi ángel no se despertaría, corrí a la primera farmacia que encontré. Compré tantas pruebas de embarazo como pude.
Cuando horas después mi ángel despierta, ya están todas en el mostrador de baño.
—buenos días, Ángel. —saludo nervioso acostado a su lado. Su ceño se frunce y parpadea rápido tratando de orientarse. Es algo común en ella cada mañana. Y he de confesar que me encanta cuando no sabe ni quién es ni dónde está. "Adorable como solo ella puede" Cuando abre los ojos de golpe me doy cuenta de que todo lo que pasó anoche, regresa a su mente.
—¿qué haces aquí? —pregunta a la defensiva. Claro, todo ha vuelto a la normalidad.
—¿qué crees que estoy haciendo? —se encoge de hombros incorporándose. —estoy aquí.
—¿no tienes algún otro lugar donde estar? —ese Tonito me hace picar la mano por azotarla de nuevo.
—de hecho sí, los dos tenemos otro lugar para estar, tenemos que volver a la casa de Luca, en solo dos días se mudarán a la casa familiar, —salgo de la cama y la rodeo para estar delante de ella. —pero antes de eso tenemos una prueba de embarazo que hacer. —digo cuando llego a su lado de la cama.
"Un poquito más de delicadeza no estaría mal"
Abre la boca y la vuelve a cerrar tragándose sus pensamientos. —en el baño hay muchas pruebas. Salgamos de dudas, ángel. —Dios sabe que mi intención no era que lo tomara a mal, pero parece que no le llegó el mismo aviso a mi ángel. Sus ojos se entrecierran y sus labios hacen una línea fina. Casi puedo escuchar el crujir de sus muelas
—parece que no puedes esperar para deshacerte de esto. —chilla con las manos apretadas a sus costados, con el cuello rojo y su vena saltona a la vista.
—ángel, no es como piensas... —me llevo las manos a la cabeza. Frustrado de que no podamos tener una conversación normal.
—esa es tu frase favorita últimamente, ¿no? Nunca nada es como pienso. ¿Sabes? Tú tampoco eres como yo pensaba —eso último me quema el centro del pecho. Se levanta de la cama y se encierra en su cuarto de baño. No me da la oportunidad de entrar y mucho menos de decir nada. Mi frente golpea la puerta y solo puedo preguntarme en qué momento todo se fue a la mierda. En que momento nos desviamos y en que momento lo hermoso que teníamos se acabó.
No me muevo de mi lugar y los nervios en mi estómago me están matando. Parecen dos horas de espera, pero sé que solo fueron cinco minutos porque eso es lo que marca mi reloj. La puerta se abre y una Livia muy enojada me clava en el pecho la tira de una prueba de embarazo.
—felicidades, no tendrás que volver a ponerte intenso. Es negativa. —es como un balde de agua fría. "Negativo" con esa mirada de odio en sus ojos me deja parado en medio de su habitación. También sale del departamento, o al menos eso es lo que parece. Porque todo se queda en silencio. Yo me quedo en este mismo lugar, sin mover un músculo, sin aliento en mi pecho, con un amargo sabor en la boca. Mirando la prueba con resultado negativo en mis manos.
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Dulce NO tan Dulce
RomanceSussan & Aarón love story Nadie me dijo que soy adoptada. Nadie me dijo que mi verdadero padre era un líder de la mafia, que decidió buscarme justo ahora cuando mi vida se estaba poniendo aburrida. Nadie me dijo que enamórame del mejor amigo del e...