KNIGHT

ESPECIAL | 03

Septiembre, primer año de la universidad

Leo

—¿Vas a salir con nosotros o qué, Black?— Pregunté con un gruñido frustrado, mirando hacia mi compañero que estaba sentado en el sofá.

Acostumbrarme a estar cerca de Krist y de Black resultó ser difícil, porque uno de ellos era claramente más difícil de tratar, aunque estaba seguro de que sentían lo mismo sobre mí. Black era un tipo complicado, había tenido que averiguarlo. Le gustaba su espacio y no quería ser molestado. Era difícil imaginar cómo era que tenía amigos, pero de alguna manera era bastante popular entre los estudiantes aquí.

—Ya dije que no— contestó Black, pasando los canales de la televisión sin prestar atención —No necesito estar metiéndome en problemas la primera semana. Tampoco tú.

—Entonces ven con nosotros para asegurarte de que no hagamos nada estúpido— rodé los ojos.

—No soy de los que se dejan llevar demasiado, pero deberías venir, Black— añadió Krist desde la puerta —Así podemos experimentar nuestra primera fiesta universitaria juntos.

Black miró a Krist antes de soltar un suspiro exagerado y levantarse del sofá.

—¿Dónde es esta fiesta?— preguntó Black, tomando las llaves de la mesa y dirigiéndose hacia nosotros.

—En una de las fraternidades que está un poco alejada del campus— contestó Krist, abriendo la puerta para que lo sigamos.

—¿Cúal?

—Kappa Lappa Delta Ligma Pie, o algo así— le dije con un encogimiento de hombros —No hablo griego.

—Es Kappa Sigma— Krist dijo rodando los ojos.

—¿A quién le importa?— Pregunté mientras nos dirigimos al estacionamiento y al auto de Black —las fraternidades son tontas de todos modos. Lo único bueno son las fiestas.

—¿En serio?, Estaba pensando en unirme a una— dijo Krist desde el asiento del pasajero, dándole instrucciones a Black sobre cómo llegar a la casa.

—Yo no lo haría— le dije, estirándome en el asiento trasero —Estoy bastante seguro de que a todos los nuevos les dan compañeros de mierda.

—Eso no es cierto— Black se burló y me miró a través del espejo retrovisor.

—Estoy bastante seguro de que si lo es— dije —Las novatadas en estas cosas son ridículas. Incluso podrían darnos dos compañeros de cuarto.

Al final llegamos a la fiesta. Black quería aparcar el auto en la calle. Dijo que no quería aparcarlo cerca de todos los idiotas borrachos y yo realmente no podía culparlo.

Una vez que estuvimos dentro, Krist y yo fuimos directo a encontrar las bebidas mientras Black seguía detrás de nosotros con una mueca en su cara mientras las chicas se frotaban contra él a través de la multitud.

—Ánimate Black— le grité por sobre la música, dándole una botella de agua que saqué de un refrigerador —Puede que hasta te diviertas.

Estuve bastante perdido en dos horas. Nunca fui alguien que pudiera beber demasiado, pero eso no me importaba. Quería perderme completamente en mi primera fiesta universitaria, y eso era exactamente lo que me había puesto a hacer.

Caminé tropezando por la sala de estar y sacudiendo mi cabeza con la música, hasta choqué con la espalda de alguien, pero apenas lo sentí.

—¿Estás bien?— el tipo me preguntó dándose la vuelta para mirarme.