QUINCE

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Sentí un fuerte dolor en el cuello cuando me desperté a la mañana siguiente. Había dormido prácticamente sentado en el sofá de dos asientos al lado de Off, quien estaba apoyando su cabeza en mi hombro. Ssing se desmayó en el sofá más grande, mientras que Mike dormía en el reclinable. Abrí los ojos, entrecerrándolos por la luz del sol brillante entrando a través de las persianas y solté un quejido. Off se movió a mi lado, moviendo su cabeza de mi hombro al brazo del sofá.

Cuando lo miré, fue cuando me golpeó la realidad. Black iba a volver a casa hoy y no tenía ni idea de cuándo, pero lo que si sabía era que Off no podía estar aquí.

—Off— murmuré sacudiéndolo —Despierta.

Off gimió y murmuró palabras incoherentes, con su voz siendo amortiguada por el sofá. Lo sacudí con más dureza hasta que se sentó, mirándome con una expresión somnolienta.

—¿Qué?— preguntó en un tono cansado y molesto.

—No puedes estar aquí cuando Black vuelva— le dije, optando por ignorar su tono grosero.

—Bien, ¿cuándo va a volver?— preguntó.

—No lo sé, pero no me voy a arriesgar a que te vea— Me encogí de hombros.

Off asintió, frotándose los ojos con sus manos. Me levanté del sofá, jalando a Off conmigo antes de golpear a Ssing en el hombro. Ssing soltó un quejido y se sentó con una mirada de enojo en su cara.

—Déjame dormir— Ssing exclamó, despertando a Mike en el proceso.

—Tenemos que irnos— le dije, empezando a subir las escaleras para llegar a mi habitación.

Me cambié a unos jeans azul oscuro y una sudadera, fuí rápidamente al baño a cepillarme los dientes antes de volver abajo para ver a mis tres amigos esperando impacientemente.

—Siempre tenemos que esperarte a ti o a Janhae— dijo Ssing en un tono molesto, con los brazos cruzados y un puchero en la cara.

Lo ignoré, y sacudí la cabeza, antes de ir hacia la puerta. Los cuatro salimos de la casa, caminando hacia el auto de Mike. Sentí que alguien jalaba de mi brazo y me giré para ver que era Off. Me llevó a un lado mientras Ssing y Mike iban al auto.

—Voy a volver a casa— dijo Off, mirándome.

—¿No quieres venir a desayunar con nosotros?— Le pregunté frunciendo el ceño.

—Sabes que no debería— dijo con una mirada decaída.

Suspiré y asentí. Tenía razón. Una cosa era pasar el rato con nosotros en la comodidad de mi casa, pero otra muy diferente era estar en público con nosotros. Podía imaginar que sus amigos no estarían demasiado contentos si se enteraran de esto, especialmente tan cerca del juego de acción de gracias. No podía esperar a que terminara la temporada de fútbol, y así los dos podríamos ser libres.

—Está bien— dije con un ligero puchero —Te veré en el trabajo más tarde.

—Nos vemos— Off asintió con una pequeña sonrisa.

Off fue a donde su propio auto estaba aparcado, saludando a Mike y Ssing. Observé mientras entró antes de irme al auto de Mike y botarme en el asiento del copiloto.

—Date prisa, Mike— exigió Ssing en cuanto me subí al auto. —No me estoy haciendo más joven y muero de hambre.

Mike murmuró algunas palabras que no pude entender con una mirada molesta en su cara, sacudiendo la cabeza, antes de poner en marcha el auto y salir de la entrada.

KNIGHTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora