Capítulo 16: Portador de sombras

1 0 0
                                    

Con el tiempo, comencé a entender lo que estaba pasando. No porque alguien me lo explicara, sino porque las respuestas parecían llegar solas, como si estuvieran enterradas dentro de mí y solo necesitara desenterrarlas. Había hecho un pacto con esa criatura, pero no para salvar mi vida, como había creído en un principio. No. El pacto era para convertir mi cuerpo en un canal. Una puerta, como la marca en mi cuello. Una grieta entre dos mundos que se ampliaba con cada día que pasaba.

La criatura había dejado algo dentro de mí, y no tardé en descubrirlo.

Primero fueron las sombras. A veces, cuando caminaba solo por las calles al anochecer, me daba cuenta de que había algo siguiéndome. A lo lejos podía ver formas oscuras que se arrastraban entre las esquinas, y aunque nunca se acercaban del todo, siempre sabía que estaban ahí, esperando. Pero lo más aterrador era que yo también podía llamarlas. No sabía cómo lo hacía, era apenas un pensamiento. Una intención. Y las sombras respondían.

Un día, en un momento de rabia, grité a un hombre que me había empujado en el metro. Apenas un destello de ira cruzó por mi mente, y lo siguiente que vi fue cómo sus luces comenzaron a parpadear alrededor de nosotros. Él apenas se dio cuenta, pero yo vi claramente cómo una sombra alargada se deslizaba por el vagón y se detenía detrás de él durante unos segundos.

Esa noche, no pude dormir. Me sentí enfermo, culpable, aunque dentro de mí, una voz suave me susurraba que todo estaba bien. Que este era mi propósito. Que me estaba convirtiendo en lo que siempre debía ser.

Pero ¿qué era eso? ¿Qué era eso en lo que me estaba convirtiendo?

La OficinaWhere stories live. Discover now