Los días siguientes fueron un caos. Hogar, trabajo, todo parecía carecer de sentido. Apenas podía concentrarme en las cosas más simples. A veces, me encontraba a mí mismo escribiendo palabras incomprensibles en los márgenes de mis cuadernos, símbolos que no recordaba haber aprendido pero que fluían como un reflejo natural. Y lo más aterrador es que la gente a mi alrededor también parecía notarlo. "Estás diferente", me decía un compañero de oficina. "¿Estás bien? Tienes los ojos extraños".
Intenté desviar los comentarios, pero comenzaron a ocurrir cosas que no podía ignorar. Empecé a notar que los objetos se movían en mi presencia. Un bolígrafo rodaba por la mesa cuando nadie lo tocaba, las luces parpadeaban al entrar en una habitación, y un frío inexplicable me precedía donde quiera que iba. Pero lo peor ocurrió tres noches después del pacto.
Había tenido otro sueño, o quizá no lo era. Estaba de pie en el centro de un vasto desierto de sombras, y frente a mí estaba él. Aquella criatura del espejo. Ya no era un ser incomprensible, sino algo más definido, como una silueta humanoide cubierta de una negrura líquida que goteaba constantemente. Sus ojos, esos enormes y brillantes, se clavaron en los míos como espinas.
—Por fin... estás listo —dijo.
Me desperté con un sobresalto, empapado en sudor frío, solo para encontrar que no estaba solo.
Al pie de mi cama había una figura. No era una sombra ni un ser informe. Era humano. O al menos lo parecía. Un hombre pálido, con un traje viejo y elegante que parecía de otra época, y unos ojos vidriosos que no pestañeaban. Me observaba, quieto, sin moverse ni emitir palabra.
Quise gritar, pero mi garganta no emitió sonido. A cada segundo que pasaba, esa figura parecía volverse más sólida, su presencia más opresiva, hasta que finalmente habló:
—Vienes de parte de él. Lo siento en ti. Pero aún no eres completo... aún no llega el momento.
Y entonces desapareció.
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La Oficina
Mystery / ThrillerEn una ciudad gris y rutinaria, un empleado común, atrapado en un vacío existencial, comienza a percibir un susurro constante que lo atormenta. Lo que parece ser simplemente estrés laboral se transforma en un viaje entre lo tangible y lo inhumano cu...