33. La reunión de placer.

338 10 4
                                    

Evan.

La fase de duelo.

El estado de tristeza absoluto que ocurre cuando perdemos a seres queridos, cuando un familiar muere por lo general. La sensación de pérdida total, el vacío que nos carcome es algo muy difícil de superar pero ahora me pregunto, ¿como superas a alguien que no está muerta?

La persona que se había convertido en mi amor, la única persona que sabía como es mi verdadero ser, mi confidente, mi amigo, mi mundo entero se fue. 

Me abandonó.

Cuando arruinas algo la culpa te atormenta, el sentimiento de saber que esa persona se fue por tus errores pero ¿que haces cuando hiciste todo por tenerla cerca?

¿Qué haces si es esa persona la que no quiere estar a tu lado?

Queda claro que no podemos obligar a las personas a que nos amen pero el como lidiar con eso nadie nos lo enseña. Nuestras madres nos visten, nos enseñan valiosas lecciones de vida, nos hablan del amor pero ¿por que no nos pueden enseñar que hacer para curar un corazón roto? Si tan solo hubiera un instructivo, un lugar donde estuviera toda la información acerca del amor y el dolor que éste trae consigo todo sería mas fácil y nadie sufriría.

Cuando le muestras a una persona tus fortalezas y debilidades nunca sabes como usarán esa información después pero decidimos como humanos confiar en la gente, confiar en que esa persona que te da seguridad va a estar contigo para siempre por que realmente así lo queremos pero que pasa cuando usan eso en tu contra, cuando saben que tienes un corazón que atacar, cuando sabes que eres su prioridad y aún así deciden ponerte hasta abajo. 

Mierda.

Mi mente es una niebla de emociones desde que Natalie se fue, el sentimiento es profundo e invisible, no hay lugar que atacar para que la tristeza se vaya por que está en todos lados. 

Cuando miro la cocina la imagino cocinando. Miro la laptop sobre la mesa y miro su imagen en ella, sus dedos en el teclado, su sonrisa cuando miraba una peli. Cuando voy a mi cama ni siquiera puedo tocarla, su olor hace semanas que no está pero siento que su esencia sigue aquí y la verdad no estoy seguro de si es para reconfortarme o solo traer mas tristeza. 

Recuerdo su risa ante mis malos chistes o mis comentarios estúpidos, recuerdo sus dedos pasando sobre mi piel con delicadeza, sus labios acariciando los míos, su tacto sobre mí, la seguridad que me brindaba. Me daba la paz que anhelaba. Su presencia era como una fortaleza, como si estuviera seguro de que estaría conmigo para siempre y que la felicidad siempre inundaría mi pecho porque, no importaba la discusión que tuviéramos nosotros siempre regresaríamos el uno al otro.

Ahora me doy cuenta que no es así.

Ella se fue con Guilio. Con el hombre que ansía quitarme todo lo que alguna vez tuve. 

Después de días encerrado en casa lamentándome Stella vino a verme a invitarme un café y obviamente dije que no pero entonces mas días pasaron y Natalie no vino a mí, la certeza de que ya no le importaba se hacía mas dolorosa hasta que finalmente se convirtió en una especie de enojo y ya no encontré la diferencia entre el amor y el odio, ambos tan fuertes y latentes, ambos tan intensos. 

Ambos tan ambiguos.

Definitivamente en la cena confirmé lo que ya sabía, Natalie ya no me ama y ahora está en el otro lado de la cinta. Sus sentimientos hacia mí murieron esa noche en la carretera y mi respeto hacia ella murió la noche que salió de la mano con Guilio, Stella me hizo darme cuenta de que siempre fue un juego para ella, siempre fui algo fugaz y sin importancia por que sino hubiera luchado por mí, por nosotros.

Mi adorable padrastro ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora