Guilio.
Pasé toda la noche pensando y nada me parece lógico, ¿porqué de pronto Natalie quiere ser mi amiga? O lo que sea que quiere.
Ella es la socia mayoritaria según Boris así que lo más lógico sería que yo me acercara a ella pero en su lugar llegó y mató a un hombre cuando se lo pedí. Su obediencia me causó una erección al instante, ella es una mujer hermosa y lo tengo muy presente pero no la entiendo en lo absoluto.
Con su ajustado vestido negro me robó el aliento y sus sensuales tiras de sus zapatillas solo me hacían desear amordazarla con ellas, amordazarla y follarla frente al hombre muerto.
Mierda.
Entiendo por qué Evan se vuelve loco con ella, debe ser un bocadillo muy delicioso.
Ajusto mi corbata al tiempo que mi sirviente entra a mi habitación acompañado de uno de mis escoltas de confianza. El sirviente dispone para mí cinco relojes a frente a mí dejándome elegir así que tomo un Rolex ordinario y lo coloco en mi muñeca con elegancia. Por otro lado, Jared se acerca cuando se ha retirado el hombre, su expresión parece más sería de lo normal incluso podría decir que está preocupado.
─Disculpe señor, ¿podría recomendar algo?
─Claro ─respondo contrariado─, aunque mi gusto es exquisito así que...
─No es sobre la ropa ─dice levantando la cabeza, mirándome a los ojos─. Es sobre la señorita Smith...
─No le llames así, no es familia de ese hombre ─espeto con la mandíbula tensa.
─Natalie está actuando muy extraño y no creo que sea real, solo quiero que tenga cuidado...
─Trabajas para mí ─suelto mi reloj ya ajustado y me acerco peligrosamente a él, molesto por la suposición que hace─. Yo soy el que manda aquí así que no se te olvide donde está tu lugar, eres solo un empleado más.
─De acuerdo.
Sale de la habitación con claro enojo pero no me dice nada y gracias al cielo no azota la puerta, de lo contrario tendría que despedirlo.
Suspiro de malas, me miro en el espejo confirmando lo que ya sé. Tengo un excelente gusto en la moda. Un traje hecho a la medida, una delgada cadena de plata sobre mi garganta y unas mancuernillas del mismo material. Escondo la cadena y acomodo mi camisa dejando dos botones sueltos, perfecto.
Miro mi cuadro sobre la cama a través del espejo sonriendo, el cuadro de mi padre. Una arboleda oscura rodeada de un mar negro, un castillo apenas visible en la parte izquierda y una firma debajo. Jamás comprendí por qué mi padre tendría algo así pero todo el mundo decía que era su favorito así que cuando lo maté lo llevé conmigo.
Mi celular suena así que aparto la vista del cuadro y respondo la llamada.
─Guilio, solo llamo para informarte que Evan no apareció en la cena de ayer.
Por lo regular no me interesaría que es lo que haga ese hombre pero recuerdo a mis hombres buscando a Natalie por una hora sin encontrarla.
─¿Donde estaba? ─pregunto sosteniendo el celular con fuerza.
─No lo sé, me ordenaste que te comentara lo que viera no que lo siguiera...
─Tu trabajo es obedecer así que investiga donde estaba ayer ─ordeno con fiereza.
─Guilio...
─¿Acaso quieres que tu mujer e hijos sepan sobre Sophie? ¿O preferirías que les contara primero sobre Amelie?
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Mi adorable padrastro ✓
RomanceNatalie es una chica que quiere entrar a la Universidad soñada sin embargo un día decide llegar temprano a casa encontrándose con su padrastro en una situación que hace a su corazón latir desenfrenado.... Ese día lo cambiará todo pero ¿también sus m...