Capítulo dedicado a GreidyGiraldo1 y TereFdez29, gracias por su constante apoyo en todas y cada una de mis historias, siempre son de las primeras en leerlas, loviu perres.
Una semana después.
Artemisa.
Juego de forma distraída con el lápiz entre mis dedos, mi mirada se encuentra perdida en un punto fijo en la pizarra donde el hombre que Alaric envió como sustituto intenta explicar algo a lo que no le estoy prestando atención, mi cabeza cubierta por la capucha de mi abrigo se encuentra caliente y pesada, el sueño no me permite siquiera pensar correctamente pero, por más que lo intente, no puedo dormir.
No después de esa foto.
Sacudo mi cabeza cuando siento como mis ojos se cristalizan y mi pecho se oprime, en estos momentos me siento tan jodidamente sola y vulnerable que hasta me causa asco, me causa asco ver el manojo de nervios y llanto en lo que me he convertido, aunque cualquier persona en mi lugar estaría igual o incluso peor al perder a la única persona que sentía aunque sea el más mínimo aprecio por ti.
Soy un ser deplorable que no merece ser querido.
Los pensamientos invasivos inundan mi cabeza, una sonrisa triste se instala en mi rostro al haberme acostumbrado a ellos en el transcurso de estos últimos siete días. Luego de despertar en casa de los chicos y ver lo tensos que estaban sus cuerpos, al ver lo distantes que estaban de mi supe que, una vez más, había perdido lo poco que creía tener.
La vida se empeña en hacerme ver de una y mil maneras que nunca nadie podrá quererme sin sufrir las consecuencias.
Estoy maldita.
Me levanto de mi asiento cuando la clase termina, camino a paso lento hasta la salida una vez todos habían salido, de reojo puedo observar cómo el hombre que Alaric envió habla por teléfono mientras me mira fijamente, salgo del salón apresurando mi paso no queriendo seguir bajo su mirada, suspiro pesadamente caminando hasta mi casillero donde me encargo de dejar mis libros, por suerte solo queda una última clase y ya por fin seré libre.
Ludmila: Te estaba buscando- me sobresalto al escuchar su voz, volteo en su dirección viendo cómo ella se encuentra mirándome fijamente con una enorme sonrisa en sus labios, toma mi brazo y lo entrelaza con el suyo antes de decir- quiero que me acompañes a la cafetería.
Intento negarme, intento decirle que no tengo hambre ni mucho menos ánimos, intento que me deje ir a un lugar solitario donde pueda destruirme a mí misma, juro que lo intento, pero el recuerdo del rostro sonriente de Jasper cuando me hacía comer más de lo que mi cuerpo soportaba solo para que no me enfermara llega a mi mente, el solo recordar cómo él me cuidaba porque sabía que mi organismo había sido acostumbrado a una dieta destructiva hace que me replantee las cosas.
Artemisa: Está bien.
Es lo único que digo, cierro mi casillero antes de dejarme guiar por ella hasta la cafetería, evitó preguntar porque se encuentra en mi ala a sabiendas de que vino a buscarme porque ha notado mi falta de apetito estos últimos días. Me acomodo en una de las sillas de la mesa viendo cómo Ludmila se encamina a buscar la comida de ambas, miro mis manos notando las pequeñas cicatrices que me quedaron por los vidrios incrustados en mi piel al romper el teléfono con mis manos, son cicatrices que pronto desaparecerán y será como si nada hubiera pasado.
Cuánto me gustaría que las heridas y cicatrices internas también desaparecieran, pero se que no, sé qué serán una carga con la que tendré que cargar por el resto de mi nefasta vida.
Ludmila llega con unas hamburguesas en una bandeja, la deja en medio de ambas y me entrega un refresco, miro la bandeja sintiendo como un sentimiento de rencor se instala en mi pecho, mis puños se aprietan a mis costados y mis uñas se clavan en mis palmas cuando veo las hamburguesas, cuando las mismas me recuerdan a Jas, su hermosa sonrisa alegre y como siempre que podía me hacía comer dos hamburguesas sobornándome con que luego me compraría helado.
Dios, no soporto esto.
Ludmila: No sabía que te gustaba así que traje lo que a la mayoría les gusta- toma una entre sus manos y me mira esperando que siga su acción- ¿No vas a comer?
Sacudo mi cabeza tomando una hamburguesa entre mis manos, la muerdo y el sentimiento de rencor solo incrementa, en mi mente se reproduce una y otra vez la imagen de su cuerpo sin vida, en mi mente se reproduce como en las noticias de Suecia, donde se reportó que un cuerpo en estado de putrefacción e irreconocible fue encontrado a las orillas de un río. Se informó que el cuerpo había sido sometido a múltiples torturas y, posteriormente, quemado, siendo hallado sin algunas extremidades y sin sus órganos vitales.
Joder...
Seco mis lágrimas al solo imaginar lo mucho que sufrió, el rencor incrementa con cada recuerdo que llega a mi mente; mi odio por su familia crece en demencia cuando recuerdo la llamada que les hice, donde solo recibí ofensas y palabras que demuestran que no son merecedores de ser llamados seres humanos.
"Se lo merecía por marica"
Mi Jas ni siquiera tuvo un entierro digno, ni siquiera pude despedirme de él.
Ludmila: ¿Estás bien?
Salgo de mis pensamientos, miro a Ludmila y trago amargamente el nudo en mi garganta, miro la hamburguesa con recelo, la hago a un lado y forzó una sonrisa.
Artemisa: Estoy bien.
Dos palabras, una mentira.
Esas palabras salen de forma natural de mis labios, la costumbre al decir incontables mentiras cuando vivía un infierno en Suecia solo hace que la credibilidad de mis palabras no dejen lugar a dudas.
Me convertí en una buena mentirosa.
Me mira antes de encogerse de hombros, regresa su atención a su hamburguesa, relamo mis labios antes de tomar mi refresco no queriendo seguir comiendo. Un juramento increíblemente se instala en lo más profundo de mi alma mientras mi mirada no se aparta de la bandeja y mis labios no abandonan el refresco, bloqueo todos los pensamientos autodestructivos y me concentro en una sola cosa.
Vengar la muerte de mi mejor amigo.
Nota de la autora:
Perres, he notado que no han dejado ninguna señal de que estén viendo y analizando mis pistas y señales, cuando todo se destape quedarán así 🤡.
Por cierto, solo una persona ha cumplido al pie de la letra las indicaciones para que les dedique un capítulo. Si aún quieres que te dedique un capítulo, tienes tiempo; solo debes ir a la nueva historia publicada en mi perfil, votar y comentar en cada una de las secciones publicadas y añadir la historia a tus listas de lectura.
Voten y comenten, espermatozoides ganadores.
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Alas De Seducción [+21]
Romance"No caigas bajo las alas de seducción de los ángeles de la muerte", se murmuraba por las frías calles de un pequeño pueblo en Rusia. "No te acerques a los ángeles de la muerte, no si quieres seguir respirando", susurros, tras susurros, todos llenos...