El poder de mi Universo.

Capítulo 25. Temiendo lo inevitable.

8 horas después...

Viendo a Marcelo dando vueltas al frente mío no me permite concentrarme y necesito toda la tranquilidad del mundo para ver cómo arreglo este enredo de mierda que provocó Bones. Por supuesto estoy enojadísima, pero tengo que actuar con mente fría esto no será sencillo.

—¡Podrías desaparecer! Marcelo estoy intentando trabajar junto a Jen para eliminar esta desgracia. Sal de la habitación —me mira con suplica porque no quiere apartarse un segundo de mí.

—Se van a quedar estáticos ahí, ustedes son sus hermanos lleven a Marcelo a otro sitio yo les aviso cuando pueden regresar, por favor, es de urgencia.

Massimiliano acata con éxito mi solicitud y se van de la habitación. Entonces con más calma me aferro a las líneas de código que deben ser ejecutadas sin falta. Tengo a Jen en videollamada trabajando por su lado y a todo el departamento de ciberseguridad, tecnología e información tratando de evitar que Marcelo caiga en desgracia y junto a él yo.

La diabla de Camila decidió armar un revuelo en los medios principales y prácticamente la noticia de que Marcelo la engaña con otra está circulando por todo el país. Lo que me temía sucedió ella no podía quedarse en el anonimato con el rechazo del compromiso y más cuando sabe que yo estoy en medio de la situación o por lo menos se lo imagina porque desde nuestro arribo a la empresa ella se ha olido que hay algo.

De alguna manera ella logró una entrevista y como ella es una modelo reconocida se desquitó lanzando toda su furia a los medios. Las dichosas fotos que tomó Marcelo mías ellas las tenía. Por suerte sólo se muestra mi cuerpo de los hombros a los muslos y entre las sábanas. Pero demonios soy yo si esas fotos siguen circulando mi trasero será más famoso que el de JLo.

Putos archivos digitales y lo peor de todo es la reputación de Marcelo y sus fans. Mensajes de odiadores por todos lados. Las personas se enamoran de la vida de los artistas y se sienten con derecho de juzgar. En parte toda la culpa la tiene él que pensó ser Dios y aunque cortó mi rostro nunca se deshizo de las imágenes. Luego de tanta presión logramos estabilizar las aguas.

Simon tuvo la genial idea de que ellos se mostraran al público en ese mismo programa y expusieran la verdad de los hechos, pero ocultando nuestra naciente relación. O sea, yo no podía aparecer en nada y además los únicos que sabemos que soy yo somos Jen, Marcelo y yo. Por desgracia temo que Stefano sospecha porque es su mejor amigo y no puedo olvidar a Fred que conoce muy bien cada parte de mí.

—¡Aaaaaaaah! ¡Jodido infiernoooooo! —Jen suspira del otro lado de la pantalla.

—Eva todo saldrá bien y podrán estar juntos, sólo que tendrá que estar oculto por un tiempo —sin mirarla contesto con mis manos cubriendo mi rostro.

—No podía ser un fin de semana perfecto, ¿verdad? Algo debía suceder y seguro es mi culpa que estuve pensando en si la odiosa hacía algún movimiento y lo hizo en grandes proporciones para variar.

—Lo siento mucho no poder estar cerca de ti. Se suponía que sería un fin de semana genial. No puedes desaparecer ahora sino será evidente. Lo bueno de todo es que las fotos pueden ser cualquiera y ya ellos tienen el motivo perfecto y razonable. Serás parte de una galería para la nueva colección de fotos que está haciendo Marcelo.

—Pero él no se dedica a la fotografía es un hobbie que me entero hoy, lo ama, pero.... ¡Aaaaah es injusto todo! —Comienzan a correr las lágrimas.

—Por favor, Eva para con eso, no te derrotes. Recuerda el amor es como la guerra te faltan mil batallas esta es una de tantas. Sólo respira y tranquilízate. Hagamos lo siguiente: deja todo como está y a partir de ahora me encargo del trabajo con el resto. Te requiero hablamos cuando regreses.