Corría, corría y aún no entendía porqué, a mi alrededor todo era oscuro, era como si la luz pura de la luna se hubiera esfumado, mis pies duelen, el ardor ya hace parte de ellos pero sé que en el momento en el que me detenga algo malo ha de pasar, ¿Qué es?, ¿Por qué la sensación de muerte me persigue?, y lo que es más fuerte aún, la palabra TRAICIÓN
Jadeo, es como un camino eterno, corro y corro pero no he llegado a ningún lugar. Y sin más previstos dos manos me toman de atrás haciéndome retroceder bruscamente, mi espalda toca algo duro por lo que chillo de dolor, y es ahí cuanto la silueta de una daga se alza sobre mi, este definitivamente es mi final...
Mis ojos se abren bruscamente, este tipo de sueños son los que más odio, desde pequeña se repiten una y otra vez, son tan reales que siempre despierto bajo una capa de sudor, quizás sea consecuencia a todas las historias que he escuchado desde pequeña pero aún así siento como si ese fuera mi destino, siendo asesinada por alguien.
Entro en mi baño, es mi primer día de entrenamiento con Nathan ¡Qué alegría!, las decisiones de mi padre me llevan a la desesperación, pero no tengo salida, siempre tengo que obedecer. Me meto en la tina, un descanso después de aquella pesadilla me haría bien, el olor a lavanda llena mis sentidos y pronto me siento relajada, como si no estuviera en casa, como si no fuera Isabel Tucker, como si no tuviera poderes y fuera más como una chica normal de dieciocho años.
El sonido de la puerta me sacó del trance.
—¡Isa sal de ahí de inmediato!, no te puedes encerrar en el baño para esquivar el entrenamiento.
—¡Nathan Dios mío deja disfrutar mi baño!, ¡No estoy pensando en evitar nada!
—Si no es así te espero en cinco minutos abajo.Él me iba a sacar de mis casillas, podía ser muy desesperante y autoritario, ¡Quién se cree que es!, sólo me lleva dos años. Pero terminé haciendo lo que él me dijo, cinco minutos más tarde estaba en la planta baja, con una sudadera, esperando las ordenes del idiota.
Sonrió al verme.
—Muy bien, el día de hoy será más físico que magia, vas a aprender algo de resistencia. Vamos a correr unos tantos kilómetros.
Jadeé.
—Creí que el "Entrenamiento" era sólo para mis poderes, ya sabes esperaba algo muy Hogwarts con varitas y todo ese rollo.
—No somos brujos Isa, de hecho no existen.
—Ya, pero si existen unos descendientes de Caín que controlan los elementos y ven el futuro, eso suena tan real.
—Deja tu sarcasmo para otro momento, y saca tu lindo trasero al patio.Ahogué un grito, y juro que podría haberlo matado en ese instante, me limité a chocar fuertemente mis piernas mientras salía, si podía ser un acto de una niña de cinco años cuando no le dan su dulce, pero aquel tío me sacaba humo.
El patio era más grande que la propia casa, la zona de BBQ estaba en frente de la piscina y el jacuzzi, el resto de él eran árboles que se extendían a lo lejos, vivíamos a la afueras de Londres, que era como vivir en medio de un bosque. Nathan empezó a trotar, supuse que debía seguirlo así que lo hice. Al cabo de unos minutos estaba exhausta, mis piernas pedían que parara pero mi orgullo ordenaba que siguiera, y cuando no pude más me detuve, respirando con dificultad mientras inclinaba levemente mis piernas y apoyaba mis manos en ella.
—¿Cansada? —dijo Nathan alzando una ceja.
—No, para nada, sólo quería admirar el exótico paisaje, tu sabes.
—No soportas nada, apenas si llevábamos diez minutos trotando.
—No soy exactamente una chica atlética.
—Si, eso me lo dice tu cara llena de sudor, y ¿Veo un gordito dónde debería haber un plano abdomen?
Inmediatamente llevé mis manos alrededor de mi estómago.
—Los estándares de belleza no manejan mi vida ¿Sabes?, quizás todos tus ligues sean modelos, pero tampoco estoy pasada de tallas.
—Si tú lo dices —con una sonrisa burlona se alejó de mí trotando.
—¡Eres un gilipollas!Mi mañana y parte de la tarde la transcurrí corriendo, al llegar a mi cama simplemente me desplomé, odiaba correr, creo que por el resto de mi vida dejaría de caminar, mis piernas dolían como si en algún momento fueran a desprenderse.
Ya casi de noche mi estómago rugió con tal furor que me paré de inmediato aunque todo mi cuerpo reclamó aquello, pero entiendan la comida es mi prioridad número uno. En cuanto llegué a la cocina el personal ya no estaba, eso significaba que era tarde. Hurgué en la nevera, nutella, y algo de galletas serían suficiente. Quizás Nathan tenía razón en decir que estaba engordando, pero no podía controlarme. Mientras comía escuché pasos, apagué la luz y me escondí debajo de una mesa.
—¿Cómo fue el entrenamiento de hoy? —esa era sin duda la voz de papá.
—Ya sabe tío, sólo corrimos.
—Sí, eso lo tengo claro, pero para estas alturas ella ya debería haber tenido algunos síntomas, esperaba que se hubiera desmayado en el entrenamiento.¿Qué clase de padre espera que su hija se desmaye?
—Pero no sucedió, quizás fui muy leve.
—o quizás ella no tiene nada que nos sirva, es como lo que dice una inútil, sus poderes no van más allá de sacar chorros de agua, que vergüenza puede ser ella.
—Deberíamos seguir viendo.
—No Nathan, ella es débil si continúa así debemos celebrar la ceremonia lo más rápido posible.¿Ceremonia?, ¿Qué es eso?
—Tío, dale un mes.
—Sí, es lo mejor, sácale el mayor jugo, mañana llévala a la escuela y después de clases sigue con su entrenamiento, te doy el permiso para que utilices todo los métodos posibles.
—Así lo haré.No pude conseguir dormir en toda la noche, la conversación entre mi papá y Nathan llenaba mi cuerpo de escalofríos, al escuchar a mi padre me dio la impresión de que me odiaba, su tono de voz me lleno de miedo, ¿Qué era la ceremonia? Y ¿Por qué el hecho de que mis poderes fueran débiles hacían que él quisiera acelerarla?.

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Hija de la traición. (En edición)
Фэнтези¿Recuerdas todos los relatos de la Biblia?, seguro te han contado la historia de Caín y Abel. Aunque, ¿Qué puede importante?. Esta es mi historia, hija de la traición y la muerte, descendiente de Caín. (Cover hecho por AlejandraSilvaR, ¡Gracias!)