Capítulo 19.

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NATHAN

La sensación conocida recorrió mi cuerpo, el dolor de cabeza se incrementó en un segundo, y la escena que sucedía ante mis ojos me sacudió, Isa lloraba mientras llena de sangre maldecía una y otra vez y como llegó la visión desapareció en un instante, alarmado miré a Isa que sentía algo, lo sé, ella también se dio cuenta y su mensaje no tardó en llegar, en respuesta les escribí que lo mejor sería salir de allí pero desafortunadamente fue tarde. Dos hombres con sus rostros cubiertos entraron violentamente al lugar, enseguida la mujer italiana salió en su defensa y lo único que encontró fue su propia muerte y así en pocos segundos gritos y desesperación sumergían lentamente en el lugar, sin pensarlo ordene a todos que nos pusiéramos bajo la mesa pero fue inútil ya que al cabo de un segundo nos encontraron mientras intercambiaban palabras hacia Isa quién simplemente los veía mientras Bianca, su amiga, lloraba desesperadamente y en menos de lo pensado cayó al suelo mientras Isa en su costado lloraba sin importar que se llenara de sangre, la escena de mi visión era esta y yo como incompetente no pude hacer nada, no pude salvarnos, no pude proteger la vida de Bianca ni lo que le fuera a suceder a Isa.

Con las manos hacia atrás nos llevaron a rastres, Edward en ningún momento alzó su mirada, Isa en cambio debilitada seguía peleando, y yo simplemente miraba sin poder hacer algo, cualquier acción podría hacer que uno de los tres muriera, o en peor de los casos los tres lo haríamos.

En el camión de mudanzas pusieron alguna droga en Isa para que quedara dormida, Edward en ocasiones se veía preocupado, como si algo a parte de la situación le atormentara, como si supiera todo lo que fuera suceder, mis ojos lo examinaban de cerca que alguien me mate si este chico no esconde algo.

—Podrían soltarme, sé que Adam los mandó y no le hará mucha gracia que me tengan acá atado. —dije tranquilamente a uno de los hombres que nos acompañaban

— ¡Cállate niñato!

— Claro, claro, pero saben si Adam se entera de cómo me han tratado les aseguro que no podré proteger sus patéticas vidas, si quieren llámenlo imbéciles, no crean que tienen más poder que yo.

Los dos dudosos se miraron y un instante después soltaron mis manos las sacudí para que la sangre nuevamente circulara por ellas, pero a pesar de estar en cierto modo libre no sabía que hacer si quiera conocía nuestro paradero, intenté incrementar el clima del lugar para que por lo menos subieran la puerta trasera y conocer el trayecto, el bochorno tomo lugar y pronto hicieron lo que deseaba. Los árboles pasaban uno a uno de mi visión un camino lleno de barro y una conocida similar silueta de una gran casa me hizo saber que estábamos en casa de Adam, más allá del jardín visible, en medio del bosque el camión se detuvo, más tipos similares a los que nos acompañaban abrieron por completo, sacaron a Edward seguido del cuerpo inconsciente de Isa a la que enseguida dejaron en el piso sin ningún pudor, yo bajé de un salto y me encontré cara a cara con uno de los hombres que más odiaba.

—Nathan, hijo mío —Adam se acerco a darme un abrazo mientras yo se lo devolvía.

—Creo que hace falta que entrenes más a tus hombres, son unos perdedores sin sentido.

—Son los mejores, eso te lo puedo asegurar —Frunció el ceño, gesto característico de él.

—Oh por supuesto, eso no lo dudo, la próxima ves diles que quiten sus sucias manos de mí.

—Dialogaré con ellos. — En un gesto ordeno que desataran a Edward y pronto se unió a nosotros dos —Y ahí está nuestro flacucho, anda ven a darme un abrazo, has hecho un buen trabajo.

El gesto simplemente me dejó atónito.

—Este muchacho de acá nos advirtió que se encontraban comiendo en aquel restaurante de poca clase, el ha estado siguiendo a Isa, informándome ante cualquier cosa irregular, ¡Hasta la conquisto para que fuera su novia!, pobre muchacha.

Mi mirada hacia Edward lo decía todo, deseaba matarlo, torturarlo, no veía el momento de poner mis dos manos alrededor de su cuello y verlo perder la respiración mientras me súplica.

—Tío, eso yo lo hubiera hecho, no tenías que contratar a un muchacho como él.

—Obvio que lo pensé, pero le di una historia de amor, ¿No fue lo mejor?, además Edward me debe en cierta parte la vida.

El chico asintiendo da la razón a Adam, y pronto hasta me da pena el muchacho, no tenía otra opción, fuese lo que fuese debía ser grande.

Llega la noche y aún veo a Isa tirada como si fuera un animal, su rostro sucio aún de sangre no dan en ella la mejor imagen, doy una rápida mirada en todas partes para asegurarme de que este solo y en cuanto lo compruebo me agacho a su lado y tomando su rostro empiezo a limpiarlo con un pañuelo que encontré, se ve tan tranquila, tan irreal, tan bella, contemplo su rostro iluminado por la luna y me doy cuenta que nunca podré desechar mis sentimientos por ella, ¡Maldición que lo intentado!, pero sólo es verla otra vez reír o simplemente echar humo mientras la molesto y mi corazón vuelve a caer rendido, como un caballero a su merced, como un hombre que daría la vida por ella. Tosiendo alguien detrás de mí hace que deje caer a Isa de mis manos, en cuanto me vuelvo veo a Edward mirándome, enseguida me paro y quedo enfrente suyo.

—Estás enamorado de ella, ¿Verdad?

—No sé de que hablas.

—Por favor hermano, yo los...

—No me digas hermano, en tu jodida vida si quiera pienses en mí como alguien cercano — doy un empujón en su pecho — ¡La has traicionado, joder!

—No tuve opción, —Su mirada se dirige al cuerpo de Isa —no te miento que al principio sólo fue trabajo, pero ella es tan diferente, yo... yo... yo merezco morir, lo sé, pero también he aprendido a querer a Isa, Nathan yo...

— ¡Serás gilipollas!, ¿Querer a Isa?, —alzo un puño en dirección a su rostro sujetando la camisa del chico, pero enseguida me detengo —Ni siquiera mereces que te golpee.

—Mi madre me abandonó cuando tenía tres años

—Me importa una mierda tu drama, bastante has hecho ya.

—Mi padre era un estúpido alcohólico, sólo me daba las sobras para poder comer, Adam me encontró cierta ocasión buscando entre la basura, desde ese día he sido su camello, el tipo no sólo anda con sicarios, vende droga, es dueño de uno de los más importantes prostíbulos de Londres, he sido camello, secuestrado mujeres para su trabajos, maldita sea hasta he matado personas, después en el negocio me convertí en drogadicto, el LSD fue la primera que probo la marihuana hasta la cocaína son mis amigos, de igual manera empecé a obtener varios ingresos, tengo un apartamento gracias a ello, pero ya no puedo salir de este mundo, ya soy parte de él y estar con Isa me hizo ver a color nuevamente, pero tengo miedo de dejar todo.

—Sólo te diré algo, quién vive con miedo nunca llegará a ningún lado, las inseguridades te atarán de cierta manera y si no logras quitártelas de encima te aseguro que no terminarás muy bien. Si realmente estas dispuesto a dejar toda esta mierda nos tendremos que ayudar.

Y así horas después Edward con Isa y yo con su madre, como prisioneras nos dirigimos hacia nuestro destino.


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HEY, HEY, ESPERO QUE LES GUSTE BASTANTE.

AHORA BIEN NO ME HARÍA MAL QUE RECOMENDARAN LA HISTORIA JAJAJAJ ¡SÓLO BASTAN TRESCIENTOS VISTOS PARA LOS 5K!, NO SABEN LO FELIZ QUE ESTOY

GRACIAS, Y RECUERDEN COMENTAR, YA SABEN QUE AMO LEER SUS COMENTARIOS.


Hija de la traición. (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora