12. ¿Los hijos pueden cuidar de los padres?

513 19 3
                                    

Capitulo 12

Después de quedarme hablando un rato más con Andy ambos desaparecen entre la multitud y vuelvo mi vista a la pista, donde todos están empezando a bailar y la mayoría está acercándose al bar.

Debería irme.

Camino por todo el salón buscando un buen lugar para poder esconderme. No tengo ganas de quedarme sentada viendo como un montón de idiotas se la pasan genial. Cuando miro frenéticamente a todos lados sintiendo que me falta el aire por la cantidad de gente concentrada en la habitación. Entre toda mi desesperación noto a una persona mirándome, quisiera poder fulminarlo con la mirada por ser un idiota y seguro porque se está riendo de mí en este momento, pero los empujones, las luces que cambian de color y se mueven todo el tiempo me desorientan y la frutilla que decora el helado es cuando sueltan el humo y ahí si, mi vista se nubla.

Siento una mano agarrándome el brazo y tirándome para afuera de la multitud. Cuando puedo ver con claridad y ya no siento empujones, veo a la persona que me ayudó a salir de esa granja de animales y era para tirarme un tiro. La persona, quien resulta ser un chico, no más joven que yo, y debo admitir que esta muy bueno, era la que me estaba mirando hace dos segundos. Seguramente notó en mi rostro el sufrimiento de la situación y me saco para burlarse de mí. Aunque tenga una hermosa sonrisa con blancos dientes y unos tiernos hoyuelos junto con unos ojos claros y pelo marrón el cual se nota que se lo vive peinando, no me cae bien.

-Hola-dice el joven con una melodiosa voz grave-soy Nathan ¿y vos?

-Courtney-digo sin mucho ánimo.

-Que lindo nombre.

Asiento levemente mientras intento buscar "disimuladamente" un lugar por donde pueda salir y alejarme de él.

-¿Estas buscando a alguien?

-Si...no...-me quedo pensando en lo que acabo de decir y mejor ni abrir la boca-no sé.

Nathan se empieza a reír y mi búsqueda se detiene para fulminar al chico. Si que es lindo, pero pelotudo...muy pelotudo.

-¿Vamos a tomar algo?-dice después de haberse tranquilizado pero su sonrisa y sus atractivos hoyuelos siguen estando.

-No, gracias-digo lo más amablemente que me salió.

-Dale...-insiste-no te va a pasar nada.

Mejor ni le respondo y en todo momento estuve con mi búsqueda ¿Qué buscaba? No tenía idea, pero algo con lo que podría salvarme, algo, cualquier cosa. Hasta que mi vista se topa con James quien está bailando muy animadamente junto con miles de chicas alrededor ¿no tenía novia? me da asco. Supongo que notó el peso de mi mirada porque se da vuelta y se queda mirándome por unos pocos segundos y antes de que pueda quedar más idiota de lo que ya soy digo.

-Nathan...quiero tomar algo del bar.

Lo agarro del brazo y lo arrastro hasta llegar al bar, el lugar con casi toda la gente invitada y un buen lugar para que James no pueda venir a buscarme ni a molestarme. Prefiero que me moleste Nathan antes que él.

-¿Por qué tú cambio de decisión?-pregunta mientras le avisa al barman nuestras bebidas.

-Me convenciste-miento intentando aparentar indiferencia y no dándole importancia al asunto.

-Pareció como si estuviese escapando de alguien.

-No estaba escapando de nadie-digo tratando que no se note el nerviosismo en mi voz. Me siento en el banco y trato de que mi rostro quede enterrado entre mis manos y tapado con el pelo-solo...no quiero que me vea alguien.

Mi Papa es un pendejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora