25. Los deseos del cuerpo no los controla la mente

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Capítulo 25


-¡Courtney!-escucho a Heather que me gritan desde el otro lado-¡Courtney!

-Ya voy-respondo mientras intento hacer algo con mi pelo-esto es imposible-susurro para mis adentros y maldigo el día en el que mi pelo decidió ser rebelde.

-Te ayudo-me dice Brook.

Saco mis manos de mi pelo frustrada y enojada y ella, con una sonrisa divertida, me lo ordena/desordena.

-¿Qué me haces?

-Tu pelo, aunque no lo creas, te queda mejor despeinado.

Dejo que ella me arregla como crea mejor. La invite al igual que a Whitney porque no tenía ni idea de cómo ir vestida y a Lorianne...bueno... desde que vi su llamada perdida no pude llamarla, no quise, no puedo pensar en ella ahora ni en Ian, tengo que enfocarme en ser una buena "hija". 

Gracias a Whitney supe que ponerme para parecer una niña responsable y dulce. Es un vestido rosa corto con encaje y un moño negro en la cintura. Parezca una niña pero no tanto. Y unos zapatos negros abiertos que combinan.

-Estas hermosa-dice Whitney.

Y al mirarme en el espejo, me doy cuenta de que tenía razón

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Y al mirarme en el espejo, me doy cuenta de que tenía razón. Era irreconocible, casi parezco femenina y una chica con mucha plata. Es muy raro como un lindo vestido y bien maquillada te cambia.

-Permiso-escucho la voz de James desde afuera de mi cuarto y veo como entreabre un poco la puerta pero sin ver-¿están vestidas?

Nos empezamos a reír y veo como Brook y Whitney comparten caras pervertidas. Las empujo a las dos y caen arriba de mi cama y no paran de reírse.

-Seguramente te encantaría vernos sin ropa-digo divertida hacia la puerta medio cerrada.

Entra sin antes preguntar y le muestro mi cara de asombro intentando parecer enojada pero no logro que mi risa se mantenga adentro de mi garganta. Él...él si está asombrado, pero de una manera que le impide decir una palabra y lo único que puede mover son los ojos los cuales me inspeccionan asombrados de arriba abajo, pero hago como si no me hubiese dado cuenta y lo sigo molestando.

él si está asombrado, pero de una manera que le impide decir una palabra y lo único que puede mover son los ojos los cuales me inspeccionan asombrados de arriba abajo, pero hago como si no me hubiese dado cuenta y lo sigo molestando

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Mi Papa es un pendejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora