Capítulo 31
En todo el camino, mientras intento parecer calmada y perdida en mis pensamientos, Ashley habla con su voz chillona sobre temas que a nadie le importa: los productos que usa en su pelo, lo que le costó la manicura, lo copado que es su masajista, los mejores spas de la zona. En todos sus temas vacíos James solo se limitaba a asentir y eso me causaba gracia, pero solo por unos minutos porque al parecer a Ashley no le bastaba molestarme con su presencia, entonces en cada tema preguntaba mi opinión o me recomendaba un peluquero para que mejore mi peinado o arreglen mis uñas y en todas las preguntas respondía vagas respuestas como: "puede ser" "no sabría decir, nunca fui a uno" "no es algo que me interese" y por desgracia mis respuestas le hacían gracia a Ashley entonces se callaba, por unos minutos, y volvía a empezar.
Intentando dejar de lado su voz me quedo mirando el recorrido que pasa por mi ventana esperando que algo aparezca y que sea más entretenido como para llamar mi atención, pero nada lo era. Lo único capaz de distraerme de este circo en el cual Ashley era la que lo dirige, es James, pero me rehúso a verlo. Desgraciadamente, como las mujeres tienen una vista de 180 grados, puedo darme cuenta que James mira por el espejo retrovisor y no está mirando la carretera. Eso trae alegría a mi pecho pero mi subconsciente me grita desde adentro que sea fuerte y no me deje engañar, soy más fuerte que esto, no soy débil.
-Ay que bien, ya llegamos-grita Ashley mientras James intenta estacionar en frente de una casa de dos piso de ladrillo. Parece pintoresca y las plantas de la entrada le dan un ambiente agradable-siempre me gusta venir a visitar a los suegris ¿ellos se alegrarán de verme?-le pregunta únicamente a James.
-Si-dice James cortante mientras apaga el auto-siempre están alegres de verte.
Eso ayudó a que Ashley se callara un rato y la ponga de buen humor. Salimos del auto y yo, con mi dificultad con los tacos, me agarro fuertemente del auto como para no doblarme un pie al salir.
"Vamos Courtney, vos podes caminar con tacos como toda una dama."
Cuando logro pararme en los tacos pruebo dar un paso pero eso empeora las cosas porque me tambaleo y vuelvo a buscar la ayuda del auto para no caerme.
-Mierda-digo por lo bajo para que solo yo lo escuchara, desgraciadamente, no fue lo suficientemente bajo.
Veo como James se acerca a mí con su mano extendida y no me da tiempo para mandarlo a la mierda...
"Tenes que ser una dama"
Digo...pedirle cordialmente que se vaya a la mierda.
"Un poco mejor"
Espero que mi cara pueda demostrar mi negación ante su petición y que se niegue a preguntarla. Nunca creí que le iba a agradecer algo a Ashley, pero así fue. Rápidamente, al ver la situación que se iba a formar en frente de sus ojos entre su prometido y la huérfana, agarra la mano de James y lo arrastra a su lado para subir juntos los pequeños escalones para entrar a la casa. Suspiro de alivio e intento pararme otra vez y gracias al cielo logro hacer un paso, después otro y otro hasta que logro caminar hacia la puerta. Por desgracia para Ashley, una sonrisa de felicidad aparece en mi rostro y ahora me encuentro lo suficientemente fuerte para hacer esto. Tocan el timbre y nos quedamos esperando para que alguien abra.
Una mujer aparece en la puerta con una enorme sonrisa. Tiene ojos café, al igual que los de Heather, con el pelo corto y despeinado del mismo color. Sus rasgos muestran confianza y maternidad, obviamente es la madre de James: Rachel Henderson. Se nos acerca y le da un fuerte abrazo a todos y cada uno de nosotros, incluyéndome. Eso me pareció súper raro pero al mismo tiempo reconfortante. No me trata como alguien raro en su casa, es como si nos hubiésemos conocido de toda la vida.
ESTÁS LEYENDO
Mi Papa es un pendejo
Fiksi RemajaLas luces no me permiten ver a la gente a mi alrededor y la música estaba demasiado fuerte como para llegar a escuchar algo. -Tu papá no parece tan malo-grita para que lo escuche por encima de la música. -No es mi papá. -Buen...