9. Mentiras

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Un nuevo día...y termina mi vida. Siempre dicen que mañana será un nuevo día ¿a que se refieren con eso? supongo que quieren decir que mañana vamos a poder tener nuevas metas, nuevas posibilidades, nuevas amistades, en mi caso...todo eso se acabó. Nunca tuve que haberme hecho la idea de que podía tener amigas... vida normal. No soy la típica chica sociable y nunca lo seré tengo que admitirlo. Me puedo hacer la boluda unos días más pero no logro nada con eso excepto engañarme a mí misma.

Eso me decía mi padre.

FLASHBACK

-Nunca vuelvas a mentirme-me dice mi papá furioso pero sigue manteniendo la compostura.

-No...no papi... no entiendes...-digo entre lágrimas.

-¡Sin excusas!-grita. Me mira con los ojos llenos de ira y todos los gestos de su cara muestran indignación y enfado.

Nunca lo había visto de esta manera y todo por una estupida mentira. Al verme derramar lágrimas por mis ojos sin parar, su rostro se empieza a ablandar y en sus ojos aparece la compasión. Suspira y se arrodilla para quedar a la misma altura que yo.

-Courtney-susurra agarrando mi rostro para que lo vea a los ojos y limpia con sus manos las lágrimas que caen por mis cachetes-perdón si te grité, pero debes saber que no es bueno mentir ni para el que la recibe ni para el que la dice. Muchas veces al decir mentiras no solo engañas al otro...sino a uno mismo y nunca permitas que tu mente te engañe.

-Per-perdóname pa-papi-digo muy arrepentida y entendiendo su punto.

No solo me engaño a mi misma, sino que al decir una mentira pongo en duda mil verdades.

-No volveré a mentir. Te lo prometo.

FIN DEL FLASHBACK

-Courtney-dice el rubio entrando por la puerta de mi cuarto-si ya estas lista ven a desayunar-avisa algo tímido sabiendo que no todo fue olvidado.

-En unos minutos voy-respondo sin despegar mis ojos de la pared muy lejos de James.

Este cierra la puerta dejándome en un profundo silencio en el cual escucho mis pensamientos e intento poner en orden mis ideas.

Salgo de mi cuarto y veo todo el rico desayuno de todas las mañanas. Me siento en el mismo lugar de siempre y me sirvo en mi plato la misma comida y seguro se preguntan ¿Qué cosa tiene de diferente este desayuno? Bueno, la cuestión sería que intento no mirar a James.

-Hoy a la noche vendrá a comer Ashley-dice e interrumpe el hermoso silencio que se había formado en la atmósfera de la habitación-quiere conocerte.

Asiento levemente y sigo con mi desayuno.

Que me diga que hoy conoceré a su novia me deja sin apetito. Siempre hablan de la misma Ashley Welles como si fuese la reina de Inglaterra. Seguramente es una nena ricachona sin nada mejor que hacer que comprar vestidos y zapatos. Espero equivocarme.

Termino el desayuno y James me lleva al colegio. Espero que algún día pueda ir yo sola al colegio y volver sola, aunque sin amigos se pone un poco aburrido y en ese caso soy capaz hasta de soportar a James.

Llegamos al colegio y como siempre el viaje se volvió silencioso. Por mí estuvo bien pero cada tanto veía a James que se acomodaba en el asiento por la incomodidad de la situación. Seguramente él quería sacar el momento incómodo y tenso, pero yo necesitaba todo el silencio posible para poder saber que hacer o decir cuando pise un pie en el colegio. Ahora que lo tengo en frente mío siento toda la incomodidad que sintió James en el viaje. El "discurso" que tenía planeado al encontrarme con alguno de los chicos desaparece de mi mente y lo único que quiero es sentarme en frente de un piano en una pequeña habitación sin nadie más. Solo mi música y yo.

Mi Papa es un pendejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora