15. Una huérfana abrazando a mi novio

438 17 4
                                    


Capítulo 15

-¿James?-vuelvo a preguntar.

Su cuerpo se quedó duro como una piedra, su vista se quedó perdida mirando algo lejano y parecía como si no parpadease.

Me siento en el sillón, un poco mejor por mi golpe, e intento que su mirada se enfoque en mí poniéndole ambas manos a los lados de su rostro y moviéndolo despacio. Al final, logra ceder y ahora sus hermosos y profundos ojos azules se quedan centrados en los míos y eso me provoca una sensación de desnudez frente a él.

-Mi hermano tocaba el piano-dice casi en un susurro.

Al ver su rostro y escuchar su voz quebrada al decir esas palabras no me dan la seguridad de que eso haya sido un buen recuerdo, y según como él lo dijo, ya no toca más.

-¿El papá de Heather?-pregunto intentando hacerlo con sutileza para no lastimarlo. Asiente sin separar sus ojos de los míos-murió ¿no?-sigue mirándome a los ojos pero noto que estos empiezan a humedecerse, nunca vi a un hombre llorar, y menos creí que James lloraría por algo-¿Cómo?

-Se mató.

-Perdón James... no quise...-empiezo diciendo algo estupefacta y con mucha pena por él.

-No te disculpes-me interrumpe-no tuviste la culpa y ya no duele tanto como antes, ya lo olvidé-dice triste y deja de mirarme para mirar sus manos que se dirigen a las mías y las agarra-pero cuando te escuché tocando en el piano su canción favorita-una risa ahogada sale de su interior junto con una sonrisa, pero intenta reprimirla-me devolviste la imagen de mi hermano-termina diciendo la frase volviendo a poner sus ojos en los míos.

Sorprendida, y sin entender que es lo que acababa de decir, me paro bruscamente del sillón separando nuestras manos como si me dieran asco. Camino unos centímetros para separarme del sillón, creyendo que así iba a poder pensar mejor en sus palabras. Me agarro la cabeza con las manos y cierro los ojos, intentando reprimir mis ganas de llorar.

Yo le devolví la imagen de su hermano.

Yo volví a tocar el piano de su difunto hermano.

Yo fui quien hizo que su sufrimiento por su muerte haya vuelto a su corazón.

Y ahora me siento tan mal por todo eso. Mis ganas de tocar un piano de verdad hicieron que alguien vuelva a sentirse herido, lastimado. Sé lo que se siente extrañar a alguien, sé lo que es volver a querer tenerlo de vuelta, y sé cómo se sufre la pérdida de alguien querido, es lo que siento todos los días, pero gracias a mi acto egoísta, hice que otra persona sintiera lo mismo que siento yo todos los días. Y si, fui egoísta, porque no le pregunté antes si podía tocar, porque nunca se me dio permiso para hacerlo, porque justo tuve que tocar esa canción.

-Courtney-me llama James quien ya se había levantado del sillón y se había parado en frente mío. En su cara se muestra el desasosiego por mi reacción. Me intenta abrazar pero separo sus brazos bruscamente.

-No me toques-grito, mi angustia se convirtió en cólera-soy un asco, una mierda de persona-digo gritando y me abrazo a mí sola intentando volver a crear un muro en mi interior-sé cómo te debes de sentir: solitario, dolorido, conteniendo ira dentro de vos porque no pudiste hacer nada para evitarlo, y odio, porque yo fui quien abrió tus heridas, quien tocó más profundo de ellas, cuando estabas perfectamente bien...

-¡Courtney!-grita James y me agarra de los brazos para que dejara de moverme y lo mirase a los ojos-lo único que siento es placidez-lo miro con los ojos bien abiertos y con cara de extrañeza. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi Papa es un pendejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora