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Hacia horas que había amanecido

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Hacia horas que había amanecido. Las voces de las personas que pasaban caminando frente a el acerado de la casa, al igual que los niños que pasaban corriendo entre risas, el ruido que hacían las llantas de un automóvil junto el motor del mismo, el perro del vecino ladrando por que vio pasar un insignificante gato....Todo esto era común en un vecindario tranquilo. Y en cierta casa también se encontraba tranquila, pero al contrario que el exterior en la residencia no se emitía sonido alguno, realmente todo se encontraba en silencio, ya que los inquilinos se encontraban durmiendo plácidamente, cosa que no dudaría por mucho, tarde o temprano iban a despertar pues el timbre del teléfono de la casa hacía eco en toda la residencia.

- ...Que alguien conteste ese maldito aparato – con tono adormilado y molesto por que su sueño había sido interrumpido, Shikamaru empujo a la persona que tenía enseguida, provocando que este se girara al lado contrario acomodándose como ovillo con la manta. Algunos se su cubrían la cara con la manta o almohada, imaginando que tal vez al hacerlo el teléfono de la casa ya no se escucharía tan fuerte e insistente. Fue hasta que la persona más valiente, responsable y con una gran fuerza de voluntad, sin mencionar que también ya se encontraba hastiado del fastidioso chirrido se levantó perezosamente. Se tambaleo un poco resultado de que se levantó demasiado rápido y se tallaba los ojos con insistencia, guiándose solo por su oído llego a su destino, pero al ejecutarlo a ciegas se golpeó con la pared, lo cual fue positivo ya que termino por despertar por completo al doncel.

- ¿Sí? Diga – Con su mano izquierda sostenía el dispositivo, mientras que con la derecha sobaba su mejilla.

- ¡Oh! Buenas Tardes – Hablo educadamente la persona a través de la bocina.

- ¿Tardes? – Pregunto el ojicielo confundido, ya que el sentía que era de mañana por la pereza que sintió al levantarse. Pero si la otra persona decía que ya pasaban de las doce, significaba que.... ¡La hora estimada que puso Sasori no danna podría estar cerca!

- Si, tardes. Así se saluda después del mediodía – Escucho Deidara que respondía el sujeto de la línea contrario.

- ¡RAYOS! ¡¿Qué hora es?! ¡¿Dónde está un reloj cunando se necesita?! – Desesperadamente el rubio busco a sus lados, olvidando por momentos a la persona en línea.

- Son casi las tres y media de la tarde – Contesto el joven. Haciéndole un favor al rubio, logrando la atención de Deidara.

- ¡Mierda! Tengo máximo una hora – Pensaba en voz alta el rubio, el ojinoche se preguntaba si en verdad había marcado bien el número, ya que estaba siendo ignorado. – Si le mando un texto diciendo que nos dé más tiempo será en vano....necesito una buena excusa para que Sasori no danna no me mate por hacerlo esperar – Cuchicheaba Deidara desesperado. La persona desconocida para el rubio se aclaró la garganta para recordarle que estaba ahí esperando. - ¡Oh! Lo olvide por completo ¿Necesitaba algo? – Al fin pregunto el ojiazul. Indignado el sujeto solo cuestiono lo que quería saber desde el comienzo.

"Secret of the past"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora