"Secret of the past"

Gwiyomi

Okey. En ningún momento de mi vida me visualice estar frente a toda una multitud. Tal vez tenga merecida una reprimenda por parte de Deidara por estarlo siguiendo en su primera cita ¡Pero esto ya es una exageración!

Cuando Naruto salió corriendo a la muchedumbre y así poder ver mejor el concierto que se llevaba a cabo, hubo un momento en que lo perdimos de vista. Pero no fueron más de quince o veinte minutos. Debo admitir que si no fuera por la presencia de Sasuke hubiera perdido totalmente la cabeza ¿Quién lo hubiera imaginado? Tal vez es ironía del destino.

Jamás me imagine que cuando encontramos a mi "dulce" hermano menor ya había planeado junto con Deidara un complot contra mi persona ¿Es que acaso no tienen compasión? ¡No aguantan nada! En mi defensa lo hice porque me preocupo por ellos. Tal vez en ocasiones exagero, pero deben entender que su seguridad para mi es de suma importancia.

- ¡Démosle ánimo a nuestro primer valiente! – Hablo energéticamente el presentador ¿Adivinen quién era el suertudo que iba a salir primero? Así es, yo. ¡Esto es humillante!

Desde la parte de abajo del escenario Naruto me brindaba su apoyo, pero era más burla que apoyo. A su lado estaba Sasuke, estoy completamente seguro que se burlaba. Observe a todo el público. Estaba a punto de darme un colapso nervioso. Dirigí nuevamente mi vista a Naruto y al Uchiha, justo en el momento en que mi gran hermano Deidara llegaba a su lado y sonreían cómplices. Fue ahí donde comprendí todo. Ellos eran el motivo por el cual yo este enfrente de toda esta gente en espera que de un espectáculo.

- Preséntate sin pena amigo – El presentador coloco el micrófono frente a mí.

- Obito – Dije con voz baja.

- Vamos. ¡Que te escuche el mundo entere! – El sujeto era muy bueno en lo que hacía. Todos aplaudieron y gritaron efesiamente. Bueno ¿Qué más da? Ya estoy metido en esto. Si aquellos dos se las arreglaron para que este arriba, les daría un espectáculo. La pena se fue y mi actitud aventurera recorrió todo mi cuerpo.

- ¡Obito! – Grite más animado, ganándome aplausos de parte de las personas.

- ¡Esa es la actitud! Por lo que nos dijeron esta es una de tus canciones favoritas. – Dijo leyendo una hoja entre sus manos. Si es una de mis canciones favoritas no había ningún problema, me las sé de memoria ¿Cuál será? ¿The Diary of Jane de Breaking Benjamin? ¿Yura Yura? ¿Ten Million Voices? Sea cual sea estoy preparado. Tome el micrófono seguro de mí mismo y observe a los cuatro con prepotencia. No podrán conmigo.

No fueron ni tres segundos que transcurrió de la pista y mi sonrisa desapareció de mi rostro. Ahora toda mi cara mostraba pánico y pena.

Choko meopin han jogak sikyeonoko
Gosohan uyuhanjaneul gidaryeoyo
Oppahago nahago kkok maju anjaseo
Seoro sonbadak wie yeppeun nakseoreul hajyo

(Yo pedí un trozo de pastel de chocolate.
Y estaba esperando una tacita de leche.
Mi Oppa y yo nos sentamos enfrente del uno y del otro.
Y nos hacemos garabatos el uno al otro.)

Di un paso a mi derecha dispuesto a salir huyendo del escenario, pero tras bambalinas se encontraba el presentador, dándome señales que me quedaran. Nuevamente mis oscuros ojos examinaron a mis hermanos. Estaban muertos de risa. Y ese... ¡Maldito bastardo me estaba grabando con su celular!

Al principio los aplausos cedieron, pero no por completo. Deje salir un suspiro. Ya que demonios. Que empiece mi humillación.

Comencé tímidamente a mover mis labios y a bailar. Estoy seguro que mi cara estaba a punto de ponerse roja de vergüenza –si es que no lo estaba ya-