𝓜𝒓. 𝑽𝒂𝒎𝒑𝒊𝒓𝒆 ₊˚⁺ /𝑳𝒊𝒙𝒋𝒊𝒏/𝑯𝒚𝒖𝒏𝒍𝒊𝒙/

⋆⁴⁵- Pistola

₊.⋆₊˚🎸...‧₊˚.

Shinyu mira a Yongbok, suspira y niega. Hyunjin se inclina a su costado para abrazarse, reposando la cabeza en las clavículas de Shin y ganándose un beso en la frente.

-Hyunjin, asegúrate de que venga a las revisiones para que se cure eso.- engloba con las manos. Hwang analiza las vendas que le abrazan la cintura.

-Se me curará solo.- le resta importancia.

-No me fío. Nuestros enfermeros no trabajan para gente de otras bandas, así que agradece.-

-No le voy a agradecer a ningún imbécil que me haya sedado para vendarme. Y como Hyunjin no se recupere, os cortaré la lengua, uno por uno.-

Shinyu echa una risa.

-Qué sádico, Vampiro de Seúl.-

-No me llames así, hijo de perra. No soy un puto vampiro.-

-Cállate...- susurra Hyunjin, intentando dormir.

-¿Me mandarás a callar tú, inútil?-

-Sí, calla.- murmura, una débil sonrisa adornándole el rostro. Tan adorable que Felix reprime toda su ira. 

-Te odio tanto...- aparta la mirada, los labios fruncidos de enfado.

-Y yo.-

Shinyu les saca de su mundo, una órbita tan divina y secreta. Incorrecta, pero protectora.

-Seguro que te están buscando como locos, Shin. Deberías volver a tu banda.-

-Son todos unos desgraciados, pero debo avisarles de que estoy con él. Le prometí a mi amiga que volvería cuando lo encuentre. Me da igual mi amiga, pero necesito volver o estaré solo por la calle.-

-Ay, Vampirito...- el menor le acaricia cada mancha besada por el sol en su rostro, la sangre rociada.

-Quítate, pesado.-

-Te odio.-

-Yo te odio más. Ojalá matarte y que seas solo mío, todo tú cadáver de mi propiedad.- le agarra la cintura. Hyunjin sonríe, embobado en sus ojos.

-Eres romántico a tu manera.-

-Qué puto asco, enfermos, fuera de aquí antes de que alguien vea a Yongbok.- interrumpe Shinyu.

-¿Y cómo coño vamos al casino, imbécil? Ahí está la pesada de mi amiga.-

-Ey, trátalo bien.- suaviza el pelinegro. Yongbok rueda los ojos.

-Os llevo en coche, pero no me toquéis el pirulo, que tenéis que huir de aquí antes de que vean a Shin. Seguidme, rápido.-

Se levantan de la camilla. Yongbok carga Hyunjin en la espalda para no perder tiempo. Bajan al subterráneo del refugio y suben a un coche cualquiera.

Ya sentados en los asientos de atrás, Shinyu no tarda en comenzar a conducir. El pelinegro se le acurruca en el cuello para dormir.

-¿Tanto sueño tienes, Bonito?-

-Cállate.-

-No me gusta que te creas mejor que yo.- 

-No me lo creo, solamente te odio.-

Shinyu sube la radio para no escucharles, echando un amplio suspiro.

-¿Me odias?-

Busca su mirada, pero Hyunjin cierra los ojos.