El olor del humo siempre había estado ahí, agazapado en la memoria de Fabian. Era como un espectro que lo perseguía, colándose en los momentos de calma, arruinando cualquier intento de paz. Lo recordaba nítido, como si fuera ayer: las llamas devorando la tienda de sus padres, el chisporroteo de los muebles y el grito ahogado de su madre. A los siete años, había aprendido lo cruel que podía ser el fuego.
Ahora, a sus veintidós, Fabian seguía siendo un joven callado, de rostro redondo y mirada huidiza. Su figura regordeta lo hacía blanco fácil de las burlas desde la infancia, y con los años había aprendido a vivir en silencio, encerrado en su mundo. Pero había algo más. Algo que él mismo no comprendía del todo.
El fuego lo aterrorizaba. Y lo fascinaba.
En las noches, cuando el mundo dormía, Fabian se sentaba en la cocina de su pequeño apartamento, encendiendo y apagando un encendedor. El chasquido de la piedra y la breve explosión de la llama le daban una sensación de poder. "Es solo una llama pequeña", se decía, como si eso justificara el latido ansioso que sentía en el pecho. Pero en algún rincón de su mente, sabía que estaba jugando con algo más grande, algo que no podía controlar.
Una noche, decidió salir. Caminó por las calles vacías de su vecindario, con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo. Hacía frío, y su aliento formaba nubes frente a su rostro. Al doblar una esquina, encontró un contenedor de basura abandonado. Algo en él se activó.
"Solo una vez más", murmuró para sí mismo mientras sacaba el encendedor.
La primera chispa encendió un trozo de cartón. Fabian observó cómo las llamas comenzaban a extenderse, tímidas al principio, como si también tuvieran miedo. Luego, cobraron vida, devorando el cartón y trepando por los bordes del contenedor. Era hermoso y aterrador al mismo tiempo.
Pero entonces, el viento cambió. Las llamas crecieron más de lo que había esperado, y el calor empezó a hacerle retroceder. Sintió el pánico que siempre había conocido, ese que lo paralizaba y le llenaba la mente de imágenes de aquel día en la tienda de sus padres. Dio un paso atrás, luego otro, hasta que el ruido de una explosión pequeña lo hizo correr.
Esa noche, no pudo dormir. Las noticias al día siguiente confirmaron lo que temía: un hombre sin hogar había estado cerca del incendio y había sufrido quemaduras graves. Aunque el reportero no lo mencionó, Fabian sintió como si todos supieran que él era el responsable.
Los días que siguieron fueron un torbellino de remordimientos. Dejó de salir, apagó su teléfono y se encerró en casa. Sin embargo, las llamas seguían ardiendo en su mente. Cada vez que cerraba los ojos, veía cómo se extendían, envolviéndolo en su calor.
Una noche, tuvo un sueño extraño. Estaba de pie en medio de un campo en llamas, pero las llamas no lo quemaban. En cambio, lo abrazaban, lo envolvían con suavidad, como si quisieran protegerlo. Cuando despertó, tuvo una resolución: debía enfrentar su obsesión y su culpa.
Esa misma noche, salió de su apartamento con una mochila llena de cerillas, un bidón de gasolina y una calma aterradora en el rostro. Llegó al parque donde había iniciado su último incendio, el lugar que ahora estaba lleno de cicatrices negras en el suelo. Fabian no quería huir más.
Vació el contenido del bidón alrededor de un viejo árbol seco y esparció las cerillas en el círculo. Cuando encendió la primera llama, su corazón latió como nunca. El fuego creció rápidamente, las llamas rugían con vida propia. Fabian no retrocedió esta vez.
Se quedó en el centro del círculo, viendo cómo el fuego lo rodeaba, cómo el calor lo abrazaba como en sus sueños. Una lágrima solitaria rodó por su mejilla mientras murmuraba:
"Tal vez el fuego no es mi enemigo. Tal vez soy uno con él".
Cuando los bomberos llegaron, solo encontraron cenizas y un cuerpo carbonizado, aún agarrando el encendedor con fuerza.
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RED OSCURA
Não FicçãoRed Oscura es una colección de relatos breves que exploran los laberintos psicológicos de las relaciones tóxicas, donde el amor, la obsesión y el control se entrelazan en una danza peligrosa.