❝FORGET❞ [Vhope] [Namjin]

T r e i n t a y t r e s

River Flows In You — Yiruma & Ruvin

"Quisiera entregarte mi corazón para sentirte siempre, solo debes soportar hasta el final."

Para las parejas recién formadas, el cortejo era una etapa decisiva.

Esta etapa consistía en el alfa demostrando su valía y fortaleza para ser el compañero elegido por el omega. Los omegas recibían regalos y actos de servicio, ellos elegían al que sería el padre de sus cachorros, el amor de su vida. Era parte de una tradición, misma que variaba de lugar en lugar, casi un ritual. Era una promesa de cuidado y amor que duraría el resto de sus días.

Namjoon, decidido a honrar esa promesa, comenzó con su cortejo con pequeños y significativos gestos.

Las cartas fueron su primer puente. La primera llegó en un sobre discreto, entregado entre las toallas recién lavadas que se dejaban en las habitaciones de los sirvientes. Seokjin la recibió emocionado, reconociendo la caligrafía de Namjoon instantáneamente.

"Jin, debes haberte despertado hace poco si lees esta carta. No tengo mucho tiempo hoy así que no podré saludarte como cada mañana así que decidí usar esta carta para desear que tengas un buen día.

— Namjoon."

Seokjin sonrió al leerla. La guardó con cuidado en el cajón de la mesa al lado de su cama. Sabía que Namjoon muchas veces desaparecía en la madrugada debido a su trabajo y responsabilidades, él entendía. Al menos se quedaba tranquilo al saber que se encontraba bien.

Ya que ambos habían acordado no hacer pública su situación, las cartas se convirtieron en algo constante. Llenas de pequeños detalles de sus días que no lograban compartir debido a sus apretadas agendas, manteniendo la emoción de actuar como adolescentes manteniendo una relación secreta o prohibida. Viviendo las experiencias y sentimientos que no pudieron antes debido a sus circunstancias.

Les gustaba eso. Estar lejos de las miradas curiosas, mantener una conversación tranquila en los jardines o ser la compañía del otro en los pasillos.

Como si para el resto del mundo nada hubiera cambiado, aunque ellos sabían que todo había cambiado.

— ¿Siempre fuiste tan detallista o es algo nuevo? — preguntó Seokjin una tarde mientras observaba al alfa entrar a su habitación con un ramo de flores en sus manos.

Namjoon sonrió, su postura relajada pero con un brillo de descaro en los ojos. — Me estoy esforzando.

El alfa sabía del pasado doloroso de Seokjin, sabía de las marcas en su cuerpo y en su alma, todas provocadas por Min Yoonsuk. Sabía de sus inseguridades, de sus temores. Una de ellas eran las flores. Usadas anteriormente para recordarle al omega que le pertenecía al antiguo rey, Namjoon quería cambiar esa imagen.