3 de Abril, 2024
Paredes, pasillos, oscuridad, silencio. Esas son las cosas que me rodean... y reconozco cada una a la perfección, otra vez estoy en el escenario de mis sueños, todo exactamente igual, una noche más en un sueño que parece más pesadilla que otra cosa. Siento presencias, ¿Cómo lo sé? No tengo idea, pero te lo la certeza de que hay personas en algún lugar.
Aquí, muy cerca de donde estoy.
Ahora me encuentro a un lado de la puerta de la habitación de bebé, dentro de ella, el frio es atroz, tan fuerte que cada parte de mi cuerpo tiembla pero aunque tiemble por mi frente baja una gota de sudor y mi camisa se pega a mi espalda por la humedad. ¿Qué es esto?. Abro la puerta con una mano temblorosa, asomo apenas la cabeza hacia el exterior. Me atrevo a salir. Al final del único pasillo veo que algo se mueve, es cuando se forman y aparecen dos siluetas a la distancia. Apenas se ven por la ocurrida que hay en el lugar. Una pequeña chispa de esperanza se forma en mi interior, pensando que tal vez ellos puedan decirme en donde me encuentro.
—¿Hola?... ¿Ustedes me pueden decir en dónde estoy? — pregunto comenzado a caminar hacia ellos, con la desesperación notándose en mi voz.
El lugar está ambientado como el interior de un castillo, con sus largos pasillos, sus paredes de roca, sus pisos de alfombra y el ambiente lúgubre y misterioso, no sé si sea uno en realidad, además ¿Porque soñaría con un castillo? Nunca fui de esas niñas que soñaba enamorase de un príncipe y vivir en un grande y lujoso castillo. Yo siempre viví en la realidad.
No hay respuesta a mi pregunta de parte de las siluetas, me acerco para volver a preguntarles por si no lograron escucharme. Pero ellos empiezan a hablar como si yo no estuviera, como si fuera invisible.
—¿Seguro que estarás bien? En muy peligroso que pelees solo —dice una de las siluetas, con voz suave, melódica pero mostrando inseguridad, descubro que es voz es de una mujer.
La oscuridad se vuelve más densa y apenas las llamas en las antorchas están presentes, no logro ver sus rostros. Recuerdo esa voz. Es la segunda vez que escucho su voz, la primera fue cuando Baltazar me... mato, antes de despertar tengo un vago recuerdo de hacerla escuchado.
—No te preocupes, todo estará bien ya llegaron los refuerzos, promete que te pondrás a salvo, fuera de este mundo —ahora descubro que la voz de la segunda silueta pertenece a un hombre—. Promete que te pondrás a salvo.
A él también recuerdo haberlo escuchado.
—Te lo prometo, por favor cuídate y vuelve pronto —escucho un sollozo proveniente de la mujer—.Prometiste que estaríamos juntos toda la eternidad... Más te vale cumplir tu promesa.
La oscuridad se disipa un poco, me permite ver como la silueta de mujer parece cargar algo entre sus manos, no logro ver claramente lo que tiene. Todavía está demasiado oscuro. De la nada un sonido invade cada rincón, el suelo se sacude bajo mis pies de forma violenta ¿Una explosión? Escucho caer pequeños trozos de las paredes al suelo, como la arena al deslizarse y seguidamente escucho el llanto de un bebé.
¿Un bebé?... ¡Claro! La habitación de bebé, los cuadros... tal vez son ellos, las personas del cuadro y lo que carga la mujer entre sus brazos es un bebé. Su bebé. La pregunta es... ¿Porque estoy viendo esto? ¿Porque estos sueños me perseguían noche tras noche?
Todo a mi alrededor comienza temblar, las paredes comienzan a derrumbarse y una a una las llamas se apagan como velas al viento y la oscuridad total se hace presente al segundo siguen te.
Incrementando el miedo en cada parte de mí. Despierto sobresaltada con un pequeño grito de compañía.
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La Descendiente Y los Cuatro Principes Del Infierno
FantasyMagia. Desde muy pequeña Grace ha sabido que la magia tan solo existe en los cuentos de fantasía, a pesar de los cuentos nocturnos sobre peligrosos demonios y hermosos angeles alados que su tía le contaba cuando era niña, que aseguraba que eran real...