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Reese Weasley



Cuando las cosas se calmaron entre los vampiros, y Amun dejó de tragiversar todo lo que decíamos para evitar malentendidos, pude quedarme un poco más para verlos entrenar.

Carlisle había formado los grupos entre aquellos con dones y quienes no tenían ninguno, corrigiendo sus movimientos y explicando como lo harían los Vulturi. Incluso Eleazar había acabado uniéndose, apoyando a su amigo con respecto a los movimientos y correcciones.

Los lobos, al contrario de los vampiros, observaron todo con lujo de detalle para luego repetirlo en las mentes del resto. No podían estar todos aquí, pues debían cubrir los perímetros del bosque y evitar alguna visita inesperada, pero de ese modo podrían todos ver los entrenamientos.

Yo mientras todos luchaban u observaban, me había tenido que conformar con sentarme en el balcón de la casa, con una taza de chocolate caliente, cortesía de Esme. Todo porque Jacob seguía molesto por haber venido sin avisar a nadie. 

Estúpido lobo posesivo.

 -. Es gracioso ver como lo insultas en tu mente, pero ahora tus pensamientos son todo menos enojo.- Murmuró Edward junto a mí, con una sonrisa burlona marcando sus labios.

-. Deja mi mente en paz.- Gruñí, antes de alejar mi mente de donde ese lobo se encontraba.- ¿Por qué no solo me deja hacer magia? Es, literalmente, parte de mí. ¡Incluso Eleazar dijo que era muy poderosa!

-. Solo teme que, sin nadie que use magia alrededor, no pueda ayudarte si algo sucede.

-. Es estúpido. Yo no digo nada cuando va con sus cosas de chuchos, y no me transformo en un perro gigante.

Por segundos, pude escuchar las risas de algunos vampiros a nuestro alrededor, mientras Jake les lanzaba un gruñido en su forma de lobo.

-. De acuerdo, si tanto quieres hacer magia, practica.- Edward apuntó a donde el resto estaba.- Si algo sucede, solo leeré tu mente para evitarlo. 

-. No puedes ver el futuro, genio. Esa es la otra vampirito.

-. ¿Quieres hacerlo antes de que Jacob me arranque la cabeza, o dejo de ayudarte?

Tomé su mano rápidamente, mientras lo empujaba escaleras abajo como si fuera navidad y estuviera esperando abrir los regalos de Santa.

-. Esto será interesante...- Murmuró Emmett una vez estuve junto al resto. Jacob, por el contrario al resto, me observaba molesto.

-. Vamos, deja esa trompa y mejor preparate. El primer ataque irá hacia ti si te quejas.- Apunté uno de mis dedos en su dirección.

-. Muy bien, ¿Qué nos enseñará la brujita?.- Garret apareció a mi lado, sonriendo mientras sus rojos ojos brillaban con entusiasmo.

-. ¿Algún voluntario?.- Volteé a ver a Edward junto a mí.- ¿Eddie?

-. Oh, no. Yo estoy más que satisfecho con tu espectáculo de hace un rato.

Me encogí de hombros. No podía exponerlo a más magia sin acabar con él desmayado en el suelo.

Finalmente, Eleazar fue quien se ofreció, mencionando lo curioso que estaba por sentir lo que mi magia causaba. Yo no negué su ayuda, y solo lo orienté con usar sus habilidades sobrenaturales para evitar mis ataques, si es que era lo suficientemente rápido y agil.

-. Muy bien, los magos que estarán ese día usarán varitas, y varios de ellos manejan los hechizos no verbales. Yo no necesito ningún conductor para poder efectuar el hechizo, pero aún así usaré mi varita para hacerlo más acorde a lo que les esparará ese día.

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⏰ Última actualización: Feb 01 ⏰

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Fascinated¹ | JACOB BLACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora