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Reese Weasley


Desperté en cuanto sentí una corriente de aire erizar mi piel. Traté de acercarme al cuerpo de Jacob y seguir durmiendo bajo su calor de hombre lobo, pero por más que lo busqué entre las sábanas, no pude encontrarlo.

Harta, abrí mis ojos y me enderecé, solo para encontrarme sola en la habitación. Tomé una camiseta de Jake, y cubrí con ella y mi ropa interior, en su búsqueda.

Finalmente, escuché movimiento en la cocina, por lo que bajé las escaleras en aquella dirección.

-. ¿Sabes? Cuando uno tiene sexo con su novia por primera vez, ella esperaría despertar junto a su novio.- Murmuré conforme entraba en la cocina, encontrándome a mi novio usando solo pantaloncillos... Y a Sam a su lado.

-. Buenos días, Reese.- Sonrió con burla el alfa, echándonos un vistazo a ambos, antes de detenerla en mi cuello. Instintivamente cubrí la zona, avergonzada.

-. Sam, lo siento. Y-Yo creí que solo estaba Jake...

-. Tranquila, yo ya me iba.- Volteó nuevamente hacia Jake, quien no podía esa sonrisa de sus labios, riéndose de mí.- Te tocan las guardias de la noche. Haré que Colin te cubra el medio día.- Volvió a echarnos un vistazo.- De nada.

-. ¡A-Adiós, Sam! Gusto verte...

En cuanto la presencia del alfa abandonó la casa Black, las carcajadas de Jacob resonaron en toda la cocina y la sala, mientras que por mi parte, corrí hacia él para golpearlo.

-. ¡¿Por qué no me dijiste que estaba Sam?!.- Volví a golpear su hombro, por más que no le doliera.- ¡Estoy semi desnuda, idiota!

-. Creí que seguías durmiendo. Tienes el sueño muy pesado, cariño.- Acarició mi cintura, calmando sus risas.- Solo vino porque le pedí cambiar mi patrullaje para estar más tiempo contigo.

-. Eso es muy dulce... Pero sigo avergonzada porque me haya visto en ropa interior usando tu camisa.

-. Y no olvides tu frase de abertura...- Oculté mi rostro en su pecho, soltando todo el aire en mis pulmones.- Tranquila, rojiza. Te ves sexy en mi camisa.

-. ¡Cállate, eso es peor! Solo tú deberías verme usando tus camisas luego de dormir juntos, no Sam o los chicos.

-. Bien. La próxima, te avisaré antes de que bajes así si hay alguien.

-. Gracias.

-. Aunque, si tomamos en cuenta la memoria compartida de la manada...

-. ¡Cállate, Jacob!

Dejé que terminara de cocinar el desayuno, mientras acomodaba todo en la mesa para poder desayunar juntos. Decoré los puestos con servilletas en forma de barcos, y luego hice jugo de naranja para acompañar con los huevos y el tocino. Incluso pusimos algo de música para animar el ambiente, y acabamos bailando mientras Jake esperaba que el tocina se cocinara en la sartén.

Parecía que la noche que habíamos pasado juntos, había logrado quitar lo poco que quedaba de formalidad en nuestra relación. No temí en besarlo con locura en medio de la encimera, o que golpeara mi trasero sin verguenza alguna. Sentía que estar con él era lo mejor de la vida, y fuera o no por la marca, aquella sensación me estaba gustando.

-. ¿Qué quieres hacer hoy?.- Me preguntó, mientras ambos comiamos sentados en frente del otro.- Tengo toda la tarde libre, y Rachel llamó para decir que no volvería hasta la noche.

-. ¿Quiere decir que eres todo mío por hoy?.- Sonreí ampliamente, notando aquel brillo en sus ojos.

-. Si ninguno de tus primos viene a matarme, entonces sí. Soy todo tuyo hoy.

Fascinated¹ | JACOB BLACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora