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Narrador Omnisciente.



Para Reese su familia es su impulso.
Por años, mucho antes de entrar a Hogwarts o de formar amistades, todo lo que siempre la motivaba era estar para sus primos y tíos. Anhelaba su bienestar, y lo buscaba a toda costa.

Pronto se dio cuenta que aquello no era más que su trauma reflejado en la desesperada necesidad de hacer felices a todos a su alrededor. Necesitaba felicidad en su vida, para poder cubrir aquel vacío que jamás se permitió sentir.

Odiaba lo que era. No precisamente por su lado Weasley-Prewett, pero si por su sangre Carson. ¿Cómo podía querer aquel lado, cuando ese mismo factor llevó a la muerte de sus padres? No podía aceptarlo en ella, porque si lo hacía, aceptaría también el pertenecer a esa familia que le había arrebatado a la suya propia.

Por años se negó a responder a aquel apellido. En Hogwarts nadie conocía aquel parentesco con la pureza de sangre, hasta que Draco Malfoy y Theodore Nott descubrieron su nombre en el árbol genealógico de los Carson.
No tuvo más remedio que contar su historia, y aceptar poco a poco aquella magia que comenzaba a crecer dentro de ella. Y creía haberlo conseguido por completo, realmente había esperado haberlo conseguido.

Pero frente a los muertos las mentiras se revelan. Y Grindelwald había podido ver el odio que la pelirroja se tenía a sí misma, junto con la culpa que la carcomía al saber que, nuevamente, su apellido y lo que conlleva poseerlo, estaban amenazando a su familia una vez más.

-. ¿Qué es lo que está pasando, Carlisle?.- Reese poco a poco fue distinguiendo la voz de quien parecía ser Jacob. Deseaba responderle, contestarle que todo estaba bien, y que en realidad solo había sido un pequeño susto. Pero su cuerpo seguía sin reaccionar a sus órdenes.

-. Estoy haciendo unas pruebas, pero todo indica a que tuvo una sobreestimulación. De seguro el uso de magia fue demasiado, y la llevó al agotamiento.- Oyó las explicaciones del vampiro.

-. Eso no explica el sangrado.- Una nueva voz apareció a su alrededor, reconociéndola como la de Rosalie.

-. Nada de esto habría pasado si le hubieran prohibido hacer el jodido hechizo.

-. ¡Ella lo haría de todos modos, Chucho! Al menos nosotros no le dimos la espalda.

-. ¿Qué estás diciendo con eso...?

-. ¡por favor!.- Bella hizo acto en medio de la discusión entre su amigo y cuñada.- Ahora mismo lo que importa es saber qué dicen esos estudios. Sus peleas no ayudan a Reese.

La pelirroja quiso reír al oír por primera vez a la castaña alzar su voz hacia Rosalie. Lo consideraba realmente gracioso cuando en la realidad, Bella le temía a las opiniones que Rosalie o cualquiera de los Cullen tuvieran de ella.

No volvió a escuchar ruidos hasta una media hora después, que por fin pudo lograr que su cuerpo respondiera a las órdenes que le indicaba. Con cuidado de no caer de donde la habían mantenido acostada, soltó un quejido al tratar de enderezarse.

A los segundos, sintió unas manos detrás de ella, ayudándole a sentarse y bajar los pies de la que supo era una camilla.

-. Con cuidado, ¿si? No quiero que te marees.- el tono de voz de Jacob había cambiado. Podía notar su molestia, mas la gentileza y preocupación por ella seguían allí. Aquello la hizo sonreír.

Fascinated¹ | JACOB BLACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora