Capitulo 5

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Unos brazos me rodean por completo. Un agradable calor se extiende por toda mi espalda hasta mis pies. Un aire tibio se desliza por mi mejilla, llegando a mis labios y pecho. Abro un poco los ojos y noto que aún es de noche. Veo los dichosos brazos cubrir parte de mi cintura y de mis brazos. Vuelvo a cerrar los ojos, ya que el sueño me consume.

La alarma de mi celular suena y enseguida me levanto, pero algo me parece extraño, me causa duda. Giro a ver la cama y no veo a nadie más. ¿Acaso lo de anoche fue un sueño o efecto del cigarrillo? Bueno, lo que haya sido me dejo muy confundida. Después de varios minutos sentada en la cama, me levanto y voy al baño. Mmm estoy espantosa. Decido darme una ducha y quitarme el look de fantasma que tengo.

Luego de bañarme y pensar si voy o no al colegio, que decidí que no, salgo y busco en el armario que ponerme. Escojo unos Leggings negros, una franela holgada rosa y unas Vans iguales rosadas.

Veo la hora y ya 6:30 AM. Demasiado temprano para mi gusto. En eso mi mamá llama a la puerta, entonces voy y le abro.

-Iris ya son las 6:30.

-Buenos días para ti también.

-Buenos días, hija -se corrige y me da un beso en la mejilla.

- ¿Vas a ir al colegio?

-Me siento mal mami, en serio -y es verdad, me siento fatal, además de no recordar mucho de lo que me paso anoche.

-Te tomaré la temperatura -posa su mano en mi frente y luego en mi cuello.

-De acuerdo.

Mi mamá va a su habitación y luego regresa con un termómetro en la mano.

-Abre la boca -dice y le hago caso-. Espera 5 minutos.

Durante esos 5 minutos camino en círculo en mi habitación y luego bajo a la cocina donde están todos desayunando.

-Déjame ver eso -saca el palillo de vidrio de mi boca y lo observa durante unos segundos.

-Hola, papá, hola Peter -le doy un beso a cada uno.

-Hola cielo, ¿te sientes mal? -lo deduce de mi madre viendo el termómetro.

-Un poco.

-Tienes 39.5 quédate en la casa, tomate esto -me da dos aspirinas y un vaso de agua.

-Gracias, mamá.

-Quédate para que desayunes, sé que si me voy no comerás.

Y eso es verdad, soy demasiado floja para cocinarme algo, así que me siento con ellos en la mesa y comienzo a comerme unos deliciosos panqueques que mi mamá cocino.

-Buena Iris, en mi habitación hay más aspirinas por si te sube más la fiebre, puedes hacerte un té o tomarte una sopa de la nevera -dice mi madre por tercera vez antes de irse.

-Si mamá, tranquila, si me siento mal, haré todo lo que me dijiste.

-Iris -no se queda tranquila.

-Mamá, estaré bien, ¿sí? Ahora ve al trabajo porque si no te despedirán -la tomo de los hombros, la giro y la empujo en dirección al auto.

-Te amo Iris.

-Yo también.

Cuando al fin se va, subo a mi habitación y me acuesto en la cama. ¿Qué haré hoy?

Mi celular comienza a vibrar, entonces lo saco de debajo de la almohada y veo la pantalla. Es una llamada, de Evan... ¿Qué querrá ahora?

-Aló -digo tratando de ser amable.

El Diario De Iris - El Comienzo - ACTUALIZACIONES 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora