Me encuentro en la acera de mi casa moviendo el pie impacientemente mientras espero a que Evan llegue, a cada segundo reviso mi celular a ver si me escribe o algo. Él dijo que llegaba a las cuatro de la tarde ya son las cuatro y media y siento que estoy volviéndome loca, debo admitir que lo extraño muchísimo, me hace falta verlo.
-Iris, iremos a cenar, regresaremos tarde, cualquier cosa me escribes -dice mi mamá que va acompañada de mi padre.
-Ok mami, te amo.
-No te quedes hasta tarde afuera si él no llega y le das mis saludos.
-Ok.
Y se van. Estos últimos días he estado sola porque Alice afortunadamente consiguió un apartamento y ha estado ocupada arreglando las cosas allá, Emma está enferma pero tan enferma que su mamá tuvo que hospitalizarla y como sabrán que soy una persona tan sociable, me quede en mi casa a escuchar música o leer.
Acerco las rodillas a mi pecho y dejo caer mi cabeza sobre ellas. ¿Dónde está? ¿Será que le pasó algo? No creo, me hubiese dicho.
En eso siento gotas de lluvia caer sobre mí.
Excelente, ahora llueve.
-Disculpe señorita ¿Sabe usted dónde puedo conseguir a Iris Glove? -es su voz, su encantadora voz.
-Mmm sí, creo que vive allí -levanto el rostro y lo veo tan sonriente como siempre.
-Hola -se arrodilla delante de mí.
-Hola -salto a sus brazos, no puedo contenerme.
- ¿Me extrañaste?
-Muchísimo -meto la cara en su cuello. Huele bien.
-Y yo a ti, perdón por tardar, mi mamá insistía en que sacara la ropa de la maleta.
-Comenzaba a dudar de si vendrías o no.
-Lo siento.
-Ya no importa -me alejo y lo miro por unos segundos.
- ¿Qué?
-Realmente te extrañé -acaricio sus mejillas.
-Y yo a ti, nena.
-Ven, entremos que comienza a llover.
Lo tomo de la mano y entramos a la casa.
-Oye oye oye -me frena.
- ¿Qué?
-Calma... -dice lento. - Ven aquí -y me atrae hacia él.
Y directamente voy hacia sus labios... Mmm me retracto con lo que pensaba antes de los besos, me encantan sobre todo sin son de Evan.
Él me empuja y retrocedo varios pasos hasta sentir la pared contra mi espalda.
-Aahh... -se me escapa un jadeo.
Su lengua se cuela en mi boca y la recorre lentamente, saboreando mis labios. Mis manos están alrededor de su cuello jugando con cabello y las suyas sujetando mi cintura, presionando su cuerpo sobre el mío.
La cabeza me da vueltas...
-Mis padres no están...
-Ya lo noté -ríe en mi boca.
Vuelve a besarme, pero esta vez sus manos toman dirección al sur, tocando mi trasero. ¿Debería molestarme? Porque no me molesta para nada. De repente se baja un poco y me levanta, yo trato de seguir la cosa y enrollo las piernas en su torso.
Su boca deja mis labios y va a mi cuello besándolo. Tengo la respiración a mí y siento algo crecer en la entrepierna de Evan.
-Vamos a mi cuarto...
-Ok...
Me sujeta del trasero y sube a mi cuarto. Al entrar cierra la puerta con seguro y me tira sobre la cama.
-Sabes estaba pensando en aquel día en la cabaña -se cierne sobre mí con una maravillosa sonrisa.
- ¿Qué día? -claro que sé qué día.
-En que la pasamos bien en el sofá... -me besa. - De hecho pasé varios días pensando... -se calla.
-Dilo.
-En como sería estar contigo.
- ¿Cómo sería?
-Prefiero mostrártelo ¿Puedo?
Mierda, mierda y más mierda. El corazón me retumba en los oídos.
-Sí...
- ¿Sí? -se acerca.
-Sí.
-Perfecto... -sigue besándome.
Siento sus manos deslizarme bajo mi ropa y quitarla yo hago lo mismo con la suya. Ni por un momento el corazón dejo de latirme tan fuerte. Debo decir que me gusto sentir la suave piel de Evan contra la mía, sus toques, caricias, besos, todo.
También tengo que decir que; El sexo no es algo simple y tampoco complicado, solo algo que debe ser respetado y sobrellevando de la mejor manera.
****
-Tengo hambre... -digo mientras paseo mi dedo índice por el pecho de Evan.
-Yo igual ¿Adónde fueron tus padres?
-A cenar, llegarán tarde.
-Entonces... -se gira quedando sobre mí - ¿Qué se te antoja comer?
-Pizza.
-Pues llamemos -salta y sale de la cama, agarra sus pantalones y se los pone.
Yo, en cambio, con toda la tranquilidad del mundo me levanto, agarro una franela, me la pongo al igual que unas bragas.
Bajamos a la cocina y llamamos pidiendo una pizza familiar con mucho queso.
-Iris.
- ¿Qué?
-Te queda linda esa franela -me mira los senos.
-Ya -cruzo los brazos.
-En serio -camina hacia mí -No has dicho nada sobre lo que paso.
-Sí... -agacho la cabeza cuando lo tengo en frente, me da pena y me estoy sonrojando.
-Y la curiosidad me está picando -se inclina a verme a los ojos. - Estás roja como un tomate -se ríe.
-Déjame... -trato de escaparme pero me ataja.
-JAJAJA ¡No te vayas! -me rodea con los brazos.
-Evan...
-Dime Iris ¿Te gusto? ¿No te gusto? ¿Hice algo mal?
-Si me gusto... -cierro los ojos.
-SIIIII -grito. - ¡Le gusto!
-Evan cállate, te van a escuchar los vecinos -le tapo la boca.
-Jajajaja ¡Ven aquí! -me carga.
- ¡Evan! La pizza va a llegar -pataleo.
-Te ves más pequeña de lo que recordaba.
-No es gracioso.
-Claro que sí, mírate.
-No es gracioso, Evan.
-De acuerdo, lo siento.
-Te quiero -acaricio su cara y paso las manos alrededor de su cuello.
-Lo siento... -baja el rostro.
-Ya olvídalo -acerco mis labios a los suyos. - Si me gusto -repito y sonríe.
Le doy un rápido beso que él alarga.
A los diez minutos llega la pizza y los dos comemos, luego subimos de nuevo a mi cuarto y nos quedamos dormidos en pocos minutos.
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El Diario De Iris - El Comienzo - ACTUALIZACIONES 2023
Teen FictionLa increíble, única e irónica historia de Iris Glove, acompañada de Evan Tate y sus amigas Alice y Emma. Esta no es una típica historia, prometo que será algo totalmente diferente, llena de emoción, acción, romance y otras cosas más, te invito a qu...