Capitulo 2

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- ¡Evan! ¡Ya es hora de ir al colegio! ¡No querrás llegar tarde a tu primer día! -grita mi madre desde el otro lado de la puerta.

- ¡Si ya voy! -le grito desde la cama.

Mmm el cuerpo me pesa un montón, estoy exhausto. La mudanza fue toda ajetreada y me he quedado hasta tarde ayudando a mi madre a acomodar todo.

Hoy es mi primer día en la ciudad y eso quiere decir, ir al colegio. Lo odio pero es mi deber asistir como un buen alumno. Al levantarme, me rasco la panza y camino al baño. Paso los dedos entre mi cabello tratando de ordenarlo un poco y luego hago mis necesidades fisiológicas.

De regreso a la habitación, saco un pantalón negro, una franela azul y un suéter gris ya que el día se ve un poco nublado. Acomodo el collar que me regalo ella... Hace tanto tiempo. Agarro el bolso y meto algunos cuadernos y libros, llaves, dinero, celular y ya.

Bajo trotando las escaleras hacia la cocina donde está mi mamá apenas preparando el desayuno.

-Oh cariño, se me ha olvidado prepararte algo -dice cansada, no la culpo, todo esto de la mudanza nos ha agotado a los dos.

-Tranquila mamá, tengo dinero, me comprare algo en el camino.

-De acuerdo, suerte en tu primer día -dice tan dulce como siempre.

-Gracias, te amo -tomo su muñeca y la abrazo.

-Yo también te amo, nos vemos en la tarde.

-Ok, adiós -le planto un beso en el cabello y me voy.

De camino al colegio me dedico a observar todo a mí alrededor, a memorizarme los olores, colores y sensaciones. Es una ciudad muy agradable, igual que las personas, todos me saludan como si me conocieran de toda la vida.

Cuando llego al colegio, voy directo a dirección a que me den mi horario y clave del casillero. El director me habla del colegio, de los profesores, estudiantes y de una tal Iris Glove, no sé quien será esa pero al parecer al Rector no le cae del todo bien.

Cuando finalmente entro a clase son las 8 AM y me siento súper cansado. Espero con el profesor de Historia a que los demás estudiantes lleguen. Ya cuando el timbre suena, la gente comienza a llegar. De todas las personas que entraron por esa puerta, mi mirada fue directo a una chica de cabello castaño claro ondulado, ojos grises, un aro en la nariz que le queda de maravilla y un look un poco hípster. Esta apenas notó mi existencia y se dirigió al final del salón a uno de los últimos puestos.

Luego de presentarme, soy un rápido vistazo al salón y solo quedan dos puestos, uno está al lado de una chica que sin ofender parece una puta y el otro está al lado de esta chica desconocida. Voy directo al último puesto y me siento.

-Hola soy Evan -extiendo mi mano de manera educada hacia ella.

-Soy Iris -dice seria, en realidad no sé qué dice después pero deja de mirarme y yo retiro la mano.

La miro durante unos segundos y luego miro al profesor.

Que chica tan extraña.

El resto de la clase fue un verdadero fastidio, las ganas de dormir me consumían y sin hablar del hambre que sentía.

Agradecí eternamente a los dioses cuando el timbre suena y vuelo a la cafetería a comprarme algo para comer luego me fui a las gradas que casualmente es el lugar favorito de Iris y que yo le arruine al ir a allá.

Descubrí que esta chica fuma. ¿Por qué lo hará? Sinceramente puedo decir que es muy linda y más cuando sonríe. Me dio un horrible escalofrió cuando me descubrió sonriéndole pero al parecer no le molesta. También note que libra una batalla interna, quisiera saber qué es. Se levanta graciosamente luego de tratar de conversar conmigo y se va.

- ¡Adiós Iris! -le grito ya que tenía ganas de decir su nombre.

Vuelvo a decirlo. Que chica tan rara.

El resto de las clases me estaban matando así que más tarde pedí un pase para irme. Voy caminando con las manos sujetas a los agarraderos de mi bolso y pateando piedras cuando de repente escucho unos chapoteos en lo bajo de la playa. Me acerco al borde y veo a Iris saltando como una niña. La llame y luego baje con ella.

De regreso a mi casa, con un terrible dolor de cabeza por todo el esfuerzo sobre humano que he tenido que hacer para mantenerme despierto. Mi mamá me recibe tan alegre como siempre, me pregunto acerca de cómo estuvo mi día, si conocí a alguien y de cómo es el colegio. Le respondí todas sus preguntas para luego subir a mi habitación y caer como un tronco en mi cama, enseguida me quedo dormido.

Tristemente dos horas más tarde me despierto y soy obligado por mi estómago a bajar a la cocina y buscar comida. Luego de comer un tazón de cereal con leche, voy a la habitación de mi mamá y paso tiempo con ella, es lo único que tengo.

 Luego de comer un tazón de cereal con leche, voy a la habitación de mi mamá y paso tiempo con ella, es lo único que tengo

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El Diario De Iris - El Comienzo - ACTUALIZACIONES 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora