Capitulo 14

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- ¡Iris hoy es el día! -me sacude con insistencia.

-Tengo sueño...

-Anda ¡A levantarse! Date una ducha, no te laves el cabello que lo tienes hermoso, yo te espero aquí para terminar de arreglarte.

Mmm me levanto con toda la pereza del mundo, voy al baño, cepillo mis dientes y me doy una buena ducha. Al salir veo que Emma me espera sentada en la cama con uno de los vestidos nuevos.

Me visto y luego me siento en el sillón para que me maquille, me da un poco de miedo, pero no hay otra opción.

-Lista, te ves de maravilla.

Me veo en el espejo y así es, me veo genial, Cuando ya estamos listas para ir al colegio, bajamos y a mi familia casi le da un infarto cuando.

-Luces como un ángel -dice mi papá.

-Hermosa, hermosa, hermosa -mi mamá parece que va a llorar.

-Tengo la hermana más linda de todas.

-Gracias -todos me abrazan.

Desayunamos y luego Peter se ofrece llevarnos al colegio. Apenas nos bajamos del auto, todos posan sus miradas en mí. Ok, esto es peor de lo que imaginaba. Las manos me sudan y las piernas me tiemblan. Creo que me voy a morir.

-Respira Iris... -me tiene tomada del brazo.

Las dos caminamos por el pasillo hasta mi casillero.

-Emma me voy a morir, todos me miran...

-Cálmate, todos te miran porque estás preciosa.

- ¿Qué hago ahora?

-Esperaremos a que el timbre suene, serás la última en entrar y así Evan podrá verte.

-Creo que me desmayaré... -me recuesto del frío metal luego de sentir mareos.

-Toma agua y respira.

-Ok -me tomo casi tomo el agua del pote.

-Vamos Iris, tú eres la intimidante chica del colegio, no deje que esto te ponga nerviosa.

-Mmm está bien...

Entonces esperamos a que sonara el timbre. Cuando suena me pongo fría como un cubo de hielo. Emma me arrastra a la puerta del salón que aún sigue abierta. Apenas entro, todos voltean a verme sorprendidos.

- ¿Señorita Glove? -dice la profesora.

-H-hola... -levanto la mano nerviosa.

-Te ves genial Iris -dice sonriente.

Emma se va a su salón y me deja sola. Entro y camino entre las dos filas hacia mi puesto. Veo a Evan sentado donde siempre y me siento a su lado. Mmmm ok Iris, tú puedes hacer esto. Algunos siguen mirándome y otros retomaron la atención a la clase, en cambio, Evan es de los que me miran. Su expresión de sorpresa adorna muy graciosamente su cara.

-Hola... -digo bajito.

-Hola... -suena sin aliento.

No digo más nada el resto de la clase y prestamos atención.

No paro de rayar el cuaderno, haciendo miles de dibujos en él durante toda la siguiente hora. Cuando se acaba la clase, el timbre suena y todos recogemos nuestras cosas para irnos.

- ¡Iris, espera! -me sujeta de la mano en cuanto salimos del salón.

-Dime.

-Primero que nada: te ves hermosa... -me mira de arriba abajo y sonríe. - Segundo: ¿Podemos hablar?

-Si claro, pero aquí no.

- ¿Dónde?

Pienso por algunos segundos cuál sería el lugar perfecto para hablar todos lo que tenemos que hablar.

-Ven -lo tomo de la mano y lo llevo a la salida del colegio.

- ¿Iris?

-Vamos a tu casa.

No dice nada y vamos a su auto, nos subimos y en cuestión de pocos minutos estamos en su casa. Agradezco que su mamá no esté para preguntar qué sucede.

-Iris... -toma mis manos. - Perdóname si hice algo te molesto, algo indebido, en serio que lo siento.

-No, no fue tu culpa Evan...

- ¿Y por qué no me hablaste?

-Estaba pensando...

- ¿Pensando?

-Sí, lo de antes, esto, todo -comienzo a decir muy rápido y nostálgica. - Quería hacer este pequeño cambio -siento las lágrimas acumularse en mis ojos.

-Sshh está bien, está bien... -me abraza fuerte. - Me encanta este cambio, te ves hermosa, radiante, bella...

Mmmm huele tan bien... Me gusta como sus brazos me rodean.

-Me gusta Iris, mucho, no sabes cuanto... -dice a mi oído.

Levanto un poco la cara y enseguida Evan me besa. Toma mi rostro y mueve rápido sus labios sobre los míos. Respondo y disfruto de aquel beso.

-No sé si ya te lo he dicho, pero para mí ya eres perfecta... -dice con la respiración a mil.

-Eres tan cursi -acaricio su mejilla.

-Y tu tan bonita... -vuelve a unir nuestras bocas.

Evan me hace retroceder hasta sentir la pared pegada a mi espalda. Me sorprende cuando baja sus manos a mi cintura y la aprieta fuertemente. Sus besos se tornan más intensos y me dejan sin aliento.

-Evan... -un escalofrío recorre mi cuerpo cuando besa mi cuello.

- ¿Qué? -se detiene y me ve directo a los ojos.

-Lo siento.

-No importa, en serio -me da un casto beso y luego sonríe.

- ¿Qué te parece si vienes a cenar a mi casa?

- ¿En serio?

-Mi mamá quiere conocerte.

- ¿Cómo sabe de mí?

-Emma.

-Jajaja ok, iré a cenar.

- ¡Gracias! -rodeo su cuello con los brazos y él mi cintura con los suyos.

-Iris...

- ¿Qué?

-Para ser un poco más exacto.

-Aja -lo suelto.

- ¿Quieres ser mi novia?

- ¿Te dejaría mal si digo que no?

-Pues sí.

-Jajaja si, si quiero ser tu novia.

-Genial... -vuelve a besarme.

Los besos de este chico me encantan. Son dulces, suaves y tiernos, aunque pude notar que con un poco de tiempo se vuelven más intensos.

Para ser más sinceros, Evan y yo no quisimos regresar al colegio, así que nos quedamos en su casa, jugando varios videojuegos, viendo películas, comiendo y hablando. Aprovechamos el tiempo para conocernos un poco más. Evan me escucha atentamente cada palabra que digo.

Cada minuto que paso con él me enamoro más, su mirada atenta, sus expresiones divertidas y gestos graciosos, me hacían reír mucho.

Era inevitable no acercarme y besarlo y más cuando me miraba con esa tonta sonrisa. Se veía tan lindo.

El Diario De Iris - El Comienzo - ACTUALIZACIONES 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora