Capitulo 22

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Evan y yo seguimos en el sofá, besándonos y tocando todo lo que nuestras manos pueden. Mis manos juegan y tiran de su cabello mientras él acaricia mi cintura con sus grandes manos. Tomo un poco de valentina y bajo las manos a su pantalón, rozando con su erección.

-Iris... -jadea.

-Evan... Quiero... -es inevitable no sonrojarme.

-Dime.

Entonces tomo su mano y la llevo a mi entrepierna, él enseguida aprieta con suavidad y sonríe.

- ¿Sí?

-Sí...

-Ok -se relame los labios antes de volver a besarme.

Sus dedos se cuelan bajo mis bragas hasta llegar a mi sexo.

-Aahh... -jadeo cuando sus dedos fríos me tocan.

-... -sonríe muy cerca de mi boca.

Separo un poco las piernas dándole mejor acceso a mí. Noto como la humedad se hace presente igual que el calor que crece en mi vientre.

- ¡Mmm! -de repente introduce un dedo en mi interior.

Aprieto sus brazos con las manos debido a la repentina invasión.

- ¿Te duele?

-No, solo es raro...

Poco a poco comienza a mover el dedo dentro y fuera de mí, masajeando lentamente mi interior.

-Ahhhh... -gimo.

Mis caderas se elevan por sí solas cada vez que introduce los dedos. No dejo de besarle, me encanta el sabor de sus labios junto a los míos. Mi pulso se acelera con cada minuto que pasa al igual que la intensidad de su mano.

-Estás muy caliente... -dice por un segundo a mi oído.

-Mmm... -muerdo mi labio aguantando los gemidos.

-No te preocupes por eso, me agrada escucharte...

Maldita sea... Todo mi cuerpo está tenso y espera su liberación. Además, estoy sudando, no es nada de otro mundo, apenas se nota, pero nunca creí que eso me haría sudar.

Miro la mano de Evan y veo como se mueve con facilidad -capaz y ha hecho esto otras veces- que me importa, lo hace de maravilla.

- ¡Ah! -echo la cabeza hacia atrás cuando estoy a punto.

-Córrete...

Y un par de segundo después estoy jadeando fuertemente luego de haber llegado al orgasmo.

Evan retira la mano y noto mi sexo palpitar incesantemente.

-Bien... -besa mi mejilla y mis labios.

No sé qué decir, o al menos no en voz alta. Ha sido increíble, como tu cuerpo se colma de sensaciones y luego te desbordas, precipitas y caes.

-Fue... Fue...

-Lo sé -me mira con una sonrisa triunfante.

- ¡No me mires así! -y lo empujo, haciendo que caiga al otro lado del sofá.

- ¿Por qué no? -ríe.

-Es vergonzoso -me acomodo la ropa.

-A mí no me parece así, me gusto verte así.

-Cállate -me levanto y giro en dirección al baño.

-Jajajaja Iris, ha sido grandioso, no te avergüences -corre y me toma en sus brazos.

-Evan -me quejo.

-Dilo.

- ¿Qué?

-Que ha sido grandioso.

- ¿Y me dejarás en paz?

-Sí.

-Ha sido grandioso, Evan.

Vuelve a sonreír.

- ¡Ya! -me libero de su agarre y entro al baño.

Mientras me escondo en la privacidad del baño, escucho sus carcajadas de cuando en cuando. Egocéntrico, pero tiene razón, fue grandioso y no me arrepiento de habérselo pedido.


El Diario De Iris - El Comienzo - ACTUALIZACIONES 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora