La Parada de Autobús Incorrecta | Un Encuentro Inesperado

CAPÍTULO 24: DECISIONES CLARAS

_DECISIONES CLARAS_

Pov Alexandra:

El camino hacia la universidad se sintió diferente. Por primera vez en mucho tiempo, mi mente estaba despejada. Todo parecía más claro, como si las piezas de un rompecabezas finalmente hubieran encajado.

Al llegar al campus, me detuve un momento frente al edificio principal. Recordé los primeros días, las confusiones, las dudas, y cómo todo parecía más complicado de lo que realmente era. Ahora, sabía lo que quería y, sobre todo, a quién quería.

Caminé hacia la cafetería, donde solíamos reunirnos todas. Mi corazón latía con fuerza mientras cruzaba las puertas y buscaba con la mirada a Andrea y Teresa. No tardé en encontrarlas, sentadas en una mesa junto a la ventana, riendo por algo que Teresa había dicho.

Tomé aire profundamente y me acerqué.

Pov General:

—¡Alex! —exclamó Teresa, levantando la mano para saludar. —¡Por fin apareces! ¿Dónde estuviste anoche?

Andrea levantó la mirada, su sonrisa serena, pero sus ojos mostraban una ligera curiosidad.

—Fui a casa de mis padres —respondió Alexandra, sonriendo mientras tomaba asiento con ellas— Necesitaba despejarme un poco.

—¿Y? —preguntó Teresa, arqueando una ceja— ¿Funcionó?

—Sí. De hecho, creo que tengo muchas cosas más claras ahora.

Andrea ladeó ligeramente la cabeza, observándola en silencio, como si intentara descifrar algo en su expresión.

Pov Alexandra:

Mirar a Andrea tan de cerca, con su cabello cayendo suavemente sobre su rostro y esa mirada que parecía leer mi mente, solo confirmó lo que ya sabía. Sentí un nudo en el estómago, pero también una determinación que nunca había sentido antes.

—Andrea... ¿podemos hablar? A solas.

Su rostro mostró un leve atisbo de sorpresa, pero asintió rápidamente. —Claro.

Teresa frunció el ceño, mirando a ambas con curiosidad. —¿Me estoy perdiendo algo?

Sonreí para calmarla. —No te preocupes, Tere. Solo necesito aclarar algunas cosas.

Me levanté, y Andrea me siguió. Caminamos hacia un rincón tranquilo del campus, lejos del bullicio de los estudiantes.

Pov Andrea:

El silencio entre nosotras era palpable, pero no incómodo. Alexandra parecía nerviosa, pero también resuelta. La miré mientras se detenía y giraba hacia mí.

—¿Qué pasa, Alex?

Ella tomó aire profundamente, como si se estuviera preparando para saltar al vacío.

—Quiero ser honesta contigo, Andrea. —Su voz era firme, aunque sus manos temblaban ligeramente—. Desde que te conocí, siempre sentí algo diferente contigo. Al principio no lo entendía, pero ahora sí.

—¿Qué es lo que entiendes ahora? —pregunté, mi corazón latiendo más rápido de lo que quería admitir.

—Que me gustas.

Mis ojos se abrieron con sorpresa, y por un momento, no supe qué decir.

—No sé cuándo empezó —continuó Alexandra—. Tal vez fue en aquella parada de autobús, o tal vez fue después. Pero lo que siento por ti es... diferente. Es real.

Pov Alexandra:

Mi corazón parecía a punto de estallar mientras esperaba su respuesta. Andrea me miró, sus ojos brillando con algo que no lograba descifrar.

—Alex... —dijo finalmente, su voz suave, pero llena de emoción—. No sabes cuánto he esperado escuchar eso.

Mis labios se curvaron en una sonrisa antes de que pudiera evitarlo.

—¿En serio? —pregunté, casi sin creerlo.

Ella asintió, dando un paso más cerca de mí. —Desde que te vi en esa parada de autobús, supe que había algo especial en ti. Pero nunca pensé que llegaríamos aquí.

Sin pensar, tomé su mano. Su calor fue reconfortante, como si siempre hubiera estado destinado a ser así.

—Entonces, ¿podemos intentarlo? —pregunté, mi voz casi un susurro.

Andrea sonrió, apretando suavemente mi mano. —Claro que sí, Alex.

Pov General:

En ese momento, el mundo pareció detenerse para ambas. Era como si todo lo que habían pasado, todas las dudas y los miedos, hubieran valido la pena para llegar a ese instante.

Mientras regresaban juntas al campus, Teresa las observaba desde lejos. Su sonrisa, que había sido tranquila, se desvaneció al verlas tomadas de la mano. Cerró su libro con un golpe seco y se levantó con rapidez, sus pasos firmes y decididos mientras se dirigía hacia ellas, su rostro marcado por la furia.

—Esto no se va a quedar así... —murmuró Teresa mientras caminaba hacia Alexandra y Andrea, su mirada fija y llena de enojo.