CAPÍTULO 18: ENTRE LA PASIÓN Y EL CAOS

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_ENTRE LA PASIÓN Y EL CAOS_

La tarde en el campus se tornaba cada vez más tensa. El sol empezaba a ocultarse, pero la temperatura emocional seguía subiendo. Alexandra caminaba con Allison hacia un espacio común donde varios estudiantes solían reunirse. Sus pensamientos giraban alrededor de las palabras de Andrea y las miradas cargadas de Teresa.

Pov Alexandra:

Allison intentaba distraerme hablando del próximo examen, pero no podía concentrarme. Andrea había dejado claro lo que sentía, mientras Teresa seguía invadiendo mis pensamientos con su intensidad.

—Alex, sé lo que estás pensando —interrumpió Allison, mirándome con una mezcla de exasperación y preocupación—. Tienes que dejar de torturarte. Andrea es la opción lógica.

—No es tan fácil, Allison —murmuré, deteniéndome en seco—. Hay algo en Teresa que no puedo ignorar.

Ella suspiró, cruzándose de brazos. —Alex, Andrea te quiere de verdad. Ya lo han demostrado... en todos los sentidos. Teresa solo está confundida y, si te soy honesta, algo egoísta.

Sus palabras eran como un eco de mis propias inseguridades, pero antes de que pudiera responder, escuché una voz familiar.

—¡Alexandra! —era Andrea, caminando hacia nosotras con determinación. Su presencia llenó el espacio, atrayendo miradas de curiosidad.

Pov Teresa:

Había pasado el día esquivando a Katherine, quien no dejaba de insistir en que Alexandra no me convenía. Pero, por más que intentaba concentrarme en mis diseños, mi mente siempre regresaba a Alex. Así que cuando vi a Andrea caminando hacia ella con esa confianza arrolladora, no pude evitar seguirla.

—¡Andrea! —llamé, interrumpiendo su camino hacia Alex. Ella se detuvo y me lanzó una mirada cargada de desprecio.

—¿Qué quieres, Teresa? —respondió, cruzándose de brazos—. ¿Otra de tus patéticas escenas?

La burla en su tono hizo que mi sangre hirviera. Me acerqué rápidamente, ignorando a las demás personas que ahora estaban formando un círculo alrededor de nosotras.

—Quiero que dejes de manipularla —espeté, mi voz firme, aunque mi corazón latía con fuerza—. Alexandra no es un trofeo para que tú presumas.

Andrea río, una carcajada sarcástica que resonó en el ambiente. —¿Manipular? ¿De verdad crees que necesito manipularla? Alex está conmigo porque me elige. Tú solo eres una fantasía mal construida.

Pov General:

La cafetería de la universidad, normalmente tranquila, era un hervidero de tensión. Andrea y Teresa se enfrentaban, sus palabras llenas de veneno mientras Alexandra, sentada en una de las sillas, trataba de mantener la compostura. Alrededor de ellas, el grupo de amigas observaba en un incómodo silencio, incapaces de intervenir.

—¡Admítelo, Teresa! —dijo Andrea, su tono cortante—. Solo eres una distracción para Alexandra. Yo soy quien ha estado con ella en las noches, quien conoce cada parte de ella. Tú no tienes nada.

Teresa apretó los puños, respirando profundamente para mantener el control. —¿Y eso es lo único que te importa? ¿Las noches? Alexandra no es solo un cuerpo, Andrea. Hay algo más, algo que tú no puedes entender porque estás demasiado ocupada siendo la perfecta pareja.

Andrea dio un paso hacia Teresa, con los ojos brillando de desafío. —¿Ah, sí? ¿Y qué es eso que tú crees tener con Alexandra? ¿Un beso robado? Por favor, Teresa, eso no significa nada. Alexandra no siente por ti lo que siente por mí.

Alexandra, que hasta ese momento había permanecido callada, intentó hablar, pero Allison, siempre la mediadora, alzó la voz. —¡Basta ya, las dos! Esto no es justo para Alexandra ni para nadie aquí. Ustedes están haciendo esto peor.

El grupo de amigas, que incluía a Eva, Vicky, Bárbara, Paola, Noemí y Luisa, observaba con miradas de preocupación y curiosidad. El espectáculo se había convertido en el tema del día.

Teresa, ignorando a Allison, miró directamente a Alexandra. —Dime la verdad, Alex. ¿Realmente no significo nada para ti? ¿Todo esto es solo una ilusión mía?

Andrea cruzó los brazos, segura de que Alexandra se pondría de su lado. Pero antes de que Alexandra pudiera responder, Katherine, que había estado observando desde un rincón, decidió actuar.

Pov Katherine:

Desde un rincón, observaba cómo Teresa se enfrentaba a Andrea. Cada palabra que pronunciaba me dolía más. Quería intervenir, protegerla de ese caos, pero sabía que este era su conflicto. Sin embargo, mi corazón se aceleró cuando Andrea dio un paso más cerca de Teresa.

—¿Qué puedes ofrecerle tú, Teresa? —continuó Andrea, su tono gélido—. Yo le doy todo: pasión, estabilidad, amor. Tú solo eres un juego.

Fue demasiado. Mi cuerpo se movió antes de que pudiera pensarlo. Me coloqué entre ellas, mirando fijamente a Teresa.

—¡Basta! —exclamé, sintiendo cómo la mirada de todos se posaba en mí—. Teresa, no tienes que soportar esto. Alexandra nunca será para ti porque no te valora como debería. Tú mereces algo mejor.

Sin pensarlo, acerqué mi rostro al suyo y la besé. Fue un beso cargado de desesperación y sentimientos reprimidos. Por un instante, el mundo pareció detenerse.

Pov General:

La cafetería quedó en silencio absoluto mientras las miradas se clavaban en Katherine y Teresa. Alexandra observaba la escena sin reaccionar, como si estuviera atrapada en un limbo emocional.

Pero Teresa, visiblemente incómoda, se apartó bruscamente, su rostro lleno de enojo.

—¡¿Qué demonios haces, Katherine?! —gritó, su voz quebrada por la furia. Antes de que Katherine pudiera responder, Teresa alzó la mano y la abofeteó con fuerza, dejando a todos boquiabiertos.

—¡No tenías derecho! —añadió Teresa, con lágrimas en los ojos. Katherine, sorprendida y herida, no dijo nada más, llevándose una mano a la mejilla mientras retrocedía.

Andrea, aprovechando el caos, tomó a Alexandra de la mano y la atrajo hacia sí. —¿Ves? Esto es lo que te ofrezco: estabilidad. No tienes que lidiar con este drama, Alex. Estoy aquí para ti.

Pov Alexandra:

Quería hablar, pero mi voz no salía. Todo lo que podía hacer era mirar a Teresa, que se alejaba con pasos pesados, y a Katherine, que se quedó quieta, derrotada. Andrea apretó mi mano con fuerza, pero mi corazón seguía dividido. La tormenta estaba lejos de terminar, y yo seguía atrapada en su centro.

La Parada de Autobús Incorrecta  | Un Encuentro InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora