Todo por amor
-Vamos, es por aquí...
Candy y Joseph corrían tras Carl. El chico conocía bastante bien la ciudad y los llevó hasta el hotel Fairmont.
Los tres irrumpieron en el elegante lobby llamando la atención de los flamantes huéspedes.
Candy se dirigió inmediatamente hasta la recepción donde se encontraba un hombre estirado y sin ninguna facción de amabilidad.
-Disculpe, soy Candice White Andry, mi padre me espera.
-Lo siento pero no pueden entrar así. ¿Quién los ha dejado pasar?
-¿Qué no entiende lo que le digo? Busco al señor William Andry...es mi padre.
-Imposible que el señor William tenga una hija...ahora váyase antes de que llame a la policía
-¿Señorita Candy?
-George
-¿Qué? ¿Usted conoce a esta jovencita?
-Es la hija del señor William, su huésped más importante.
-Oh...yo no sabía que...disculpe señorita...pero ustedes...
-¡Ellos vienen conmigo!.. George, por favor, dígame dónde está Albert es urgente que hable con él.
-El señor Albert está en la casa Cornwell señorita.
-Entonces, llévenos allá...
-Venga, hablaremos en privado...
-No George, no hay tiempo que perder, el señor Joseph Lamont tiene que hablar con Albert.
George miró con curiosidad a Carl y a su padre. Inmediatamente supo que eran buenas personas y los invitó a pasar a la sala de juntas del hotel.
-Señorita Candy, hay algo que usted debe saber...El señorito Archie...
-Lo sé todo George, por eso vine a Boston pero...llámalo casualidad o suerte conocí a Carl y a su padre, es preciso que ellos hablen con Albert porque solo ellos pueden hacer que el señor Cornwell desista de la idea de casar a Archie con Eliza.
-¿Cómo dice?
-¡Mi padre tiene los papeles que prueban que el señor Cornwell fue víctima de un engaño!
-Señorita Candy, por favor, esperen aquí. Iré inmediatamente por el señor William.
Candy y sus nuevos amigos esperaron por más de una hora. La chica no dejaba de caminar de un lado a otro tornándose los dedos de pura preocupación mientras que, Carl y su padre la miraban en silencio. Joseph sudaba pues sabía que pronto tendría en frente a un hombre rico y poderoso al cual le tenía que presentar toda la verdad de manera convincente.
Cuando la puerta se abrió y George ingresó a la sala, Candy corrió hacia él y lo tomó de las manos con angustia.
-Vamos señorita, el señor William los espera en su habitación...
Aunque Albert era un hombre sencillo, gustaba de sentirse cómodo en las mejores suites. Era, después de todo, un hombre respetable al que todo mundo adulaba. Su habitación constaba de un estudio elegante. Carl y su padre no dejaban de admirarse por tales lujos.
-¡Albert! ¡Albert!
Candy corrió hacia los brazos de su padre con los ojos llenos de lágrimas.
-Hola Candy...
-Oh Albert, no sabes lo bien que me hace verte...no lo sabes.
-Vamos pequeña ¿por qué lloras así?
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Si todo hubiera sido así...
Hayran KurguEste fic lo he escrito para homenajear a otro de mis personajes favorito de esta historia creada por Keiko Nagita. Aunque me declaro completamente seguidora de Terry y Candy , quise darle un giro a la historia original y darle una oportunidad a Arc...