Un viernes de enero, una sombra me abraza,
Tres meses de frío y una silueta que amenaza.
Tu sentencia me acecha, tu rostro aparece,
Mi herida comienza a sangrar, el tiempo no cede.
En una pantalla, tu imagen me arde,
Traje azul, sonrisa cobarde.
Quise llorar, más la rabia me consumió,
El demonio de tus mentiras, burla tu excelente actuación.
La risa diabólica se pinta en mi boca,
Caigo en caída libre,
El fuego me envuelve, las estrellas decoran mi cabeza y los ángeles gritan victoria.
Quemé tus recuerdos y bailé en sus cenizas,
Pero persistes,
Mi mente se ahoga en tu voz maldita y quiero vomitar.
No hay amor, ni compasión,
Solo está tu alma intentando gritar.
Este viernes, me siento viva,
Hoy, como un fénix, renazco de tus patéticas mentiras.
Hoy salto desde el abismo que me dejaste y encuentro paz.
Hoy y para siempre dudaras de tu existencia.
Mi dolor y mi fuerza se funden.
Razonan.
Este viernes me miro, soy fuego y hielo.
Hoy, soy luz y tú, propia oscuridad.
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Por si me lees
PoésieEscribir es una forma de sobrevivir al amor, al desamor, a los recuerdos, a ti. A todo lo que queda cuando alguien se va. Por si me lees, no es solo un poemario; es la constante de todo aquello que fuimos o que pudimos ser. Es un mimo a los corazone...
