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En la habitación de la clínica, Eska estaba acostado de lado, mirando la pared, sus ojos rojos de tanto llorar. La tristeza lo invadía completamente, como si el dolor de la ausencia de Cil lo estuviera consumiendo. Su corazón se sentía vacío, como si una parte importante de él hubiera sido arrancada sin previo aviso.
Eska: (sollozando, con la voz quebrada) "Yo sabía... Cil se fue y me dejó. No ha venido a verme, ¿por qué a mí? ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que irse? ¿Por qué me dejó? ¡Lo amo tanto, mamá! ¡Así de grande lo tenía !" (sus sollozos se intensifican)
Love: (acercándose a la cama, con una expresión preocupada y molesta) "Mi amor, cálmate. No llores así, me estás dando vergüenza, déjame explicarte.
Eska: (mirando a su madre con desesperación) "¡Lo amo, mamá! ¡Y ahora me voy a ir muy lejos! Muy, muy lejos...
Cil: ¡Ardillita, piensas abandonarme?
De repente, la voz de Cil hizo que Eska levantara la vista. Cil estaba acostado en la cama de al lado, su rostro ligeramente oculto por la oscuridad de la habitación, pero sus ojos brillaban con una intensidad profunda. Eska se quedó inmóvil, apenas creyendo lo que veía.
Eska: (levantando la cabeza rápidamente, con los ojos desbordados de lágrimas, sin poder moverse ) "¿Eres tú...? ¿Cil... es... es realmente tú?"
Cil: (asintiendo lentamente, con una sonrisa suave pero melancólica) "Sí, soy yo, Ardillita. No te preocupes, no te he dejado. Estoy aquí... a tu lado. El medico dijo que aun no libere mis feromonas para que estés tranquilo, no te muevas cariño.
Eska: (con voz quebrada, sin poder creerlo) Pensé que ya no querías estar conmigo..."
Cil: (casi como un susurro, mirándolo con dulzura desde la cama) No pude quedarme lejos de ti. Estoy aquí para cuidarte, Eskar."
Eska: (mirándolo confundido, pero sintiendo una leve esperanza al ver a Cil) "¿Por qué no me dijiste antes, mamá? ¡Qué vergüenza! Yo... yo pensaba que me habías dejado solo."
Love: (suspirando, con una mezcla de frustración y cariño) "Intenté decirte, pero no dejaste hablar. Ya no sé qué hacer contigo, Eskar. Estás tan perdido en tus emociones..."
Eska: (en voz baja, con la esperanza renaciendo poco a poco) "¿Vas a quedarte conmigo, Cil? ¿Realmente vas a quedarte?"
Cil: (con una leve sonrisa, al ver la mirada esperanzada de Eska) "No te preocupes, Ardillita. Estoy aquí. Y no te voy a dejar. No importa lo que pase, siempre estaré a tu lado." (sus ojos mostraban un brillo de cariño, pero también de melancolía)
Eska: (con voz temblorosa, pero llena de esperanza) "¿Cómo estás? ¿Te duele algo?"
Cil: (asintiendo con calma, intentando disimular el cansancio) "Estoy bien, regenerándome. Ya casi me recupero, solo necesito un poco más de tiempo. Pero... ya estoy mejor. Puedo acercarme a ti. ¿Te gustaría?"
