FUEGO Y DESEO: EL DRAGÓN DOMINANTE (V+18P)

CAPITULO 50

MANSIÓN DE LA PRIMERA FAMILIA

Kim: (mirando a todos, nervioso pero decidido) "Hermanos, familia, hay algo importante que quiero compartir. Khum, ¿cómo te sientes? ¿Tu presión está bien?"

Khum: Sí, todo bien, bebé. ¿Qué pasa?"

Kinn:  "¿Qué sucede, hijo?"

Kim: Quiero contarles algo. René, no me miren como si estuviera loco... lo que pasa es que Alma, Estiche y Celeste... ellos la trajeron de vuelta, a mamá. Ella está... normal otra vez."

Khum: ¿Mamá?

René: (con una sonrisa serena, entrando en la habitación) "Hola, mis niños..."

En ese momento, Khum no pudo soportar la emoción y, al ver a su madre, colapsó en los brazos de Top. Top lo sostuvo con firmeza, llevándolo rápidamente a la habitación. Khum estaba en shock, sintiendo una mezcla de incredulidad y miedo.

Top: (con voz suave, acariciándole el cabello) "Mi vida, mi rey... tranquila. Tu mamá está aquí, está viva. Todo está bien, lo prometo.

Khum, al despertar de su desmayo, miró alrededor, sintiéndose perdido. El miedo lo invadió, pensando que todo era un sueño o una ilusión.

Khum: No... no puede ser real. ¿Es ella realmente? ¿Es mamá... o es un fantasma?"

Top: Es real, mi amor. Tu mamá está aquí, está sana y salva. No tienes que temer. Tranquilo mi amor hazlo por el bebé que llevas dentro. Respira, mi vida, todo está bien.

EN LA SALA

Kinn: (con voz temblorosa, casi en un susurro) "¿Qué... qué estás diciendo, René? No... no puede ser... mi madre..."

PORSCHE: 😳😳

René: Sí, hijo. Soy tu madre. Mi pequeño, soy yo, tu mamita. Sol... me convirtió en sapo, cariño. Pero estoy aquí, contigo."

Kinn: "¡No! ¡No puede ser! Te lloré, sufrí por tu muerte. No sabes cuánto te extrañé, cuántas veces me desperté creyendo que eras un sueño."

René se acercó lentamente a él, sus manos temblorosas al tomar las de Kinn, su mirada llena de amor y tristeza. La suavidad de su toque intentaba aliviar su tormenta interna.

René:  "Mi amor, siempre estuve contigo, incluso cuando no me podías ver. Estuve a tu lado todo este tiempo, aunque en la forma de sapo. Pero... estoy viva, hijo, te lo juro. Siempre te he amado, nunca me fui."

Kinn, abrumado, se desplomó en una silla cercana. Con las manos cubriendo su rostro, su cuerpo temblaba por la mezcla de emociones que lo invadían.

Porsche: tranquilo, mi amor.

Kinn:  "Mamá... mamá, es real... ¿de verdad eres tú?"

René se arrodilló frente a él, sin soltar sus manos, mientras miraba a su hijo con un amor profundo, las lágrimas corriendo por su rostro.

René:  si, mi niño, soy yo . Lo siento, hijo. Lo siento con toda mi alma, más de lo que puedes imaginar. Jamás quise hacerte sufrir."

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CLÍNICA

Cil —"Ya le dejé claro que no quiero su dinero. No soy un pedazo de carne que pueda comprarse con dinero. Amo a su hijo tal como es, y eso no tiene precio."

Rezzetti —Hijo, primero cálmate. Soy italiano, y cuando hago una promesa, la cumplo. Le prometí al donante que le daría una recompensa significativa, y lo cumpliré. Y si Vegas y Alexander decidieron darte más dinero, eso fue decisión de ellos. Gracias a ti, ellos ganan millones con las rutas. Eso fue parte del acuerdo. Nadie sale perdiendo."